Los españoles culpan al Gobierno y a Red Eléctrica del apagón
El apagón que dejó sin luz a toda la Península Ibérica el pasado 28 de abril sigue generando tensión en la percepción ciudadana. Uno de cada cinco españoles culpa directamente al Gobierno por lo sucedido, mientras que Red Eléctrica de España (REE), operadora del sistema, es señalada por un 20% de los encuestados por la agencia The RepTrak Company. Por su parte, las eléctricas privadas asumen menos carga en la opinión pública, con un 15,7% que las considera responsables.
El estudio, realizado entre más de 2.500 personas, no solo pone cifras al reparto de culpas, sino que también refleja el impacto reputacional del apagón. Según el informe, el 42,3% considera “muy mala” la actuación del Gobierno, seguido por un 30,5% que suspende a REE. En contraste, las compañías eléctricas obtienen la mejor valoración, con un 20,5% de opiniones “muy buenas”, lo que las sitúa por delante en el tablero de la opinión pública.
Pese a ello, todo el sector energético ha salido tocado, al menos en términos de percepción. El informe advierte de un ligero deterioro en los indicadores de reputación de las principales compañías del sector, incluidas las petroleras, tras el incidente.
Un fallo en cadena, sin ciberataques, pero con muchas grietas
El apagón no solo generó apagones físicos, también encendió las alarmas políticas y empresariales. El 17 de junio, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, presentó el informe elaborado por el comité técnico que analizó lo ocurrido. Las conclusiones apuntaban a un “problema multifactorial”, con una concatenación de episodios de sobretensiones, oscilaciones y desconexiones de centrales, pero descartaban completamente la hipótesis de un ciberataque.
El informe del comité reparte responsabilidades entre el operador del sistema (REE) y las eléctricas, sin señalar a un culpable único. Pero la batalla por el relato no terminó ahí, pues al día siguiente, Red Eléctrica publicó su propia versión de los hechos, en la que se desmarcaba de cualquier error operativo y apuntaba a los «incumplimientos» de los agentes del sistema —es decir, las empresas eléctricas— por no respetar los protocolos de control dinámico de tensión.
Las eléctricas contraatacan
La respuesta de las grandes eléctricas no tardó. A través de su patronal aelec —que agrupa a Iberdrola, Endesa y EDP España—, el sector privado acusó a REE de haber gestionado mal la planificación del sistema, señalando una “escasa programación de generación convencional”, como las centrales nucleares, de gas, carbón y grandes hidroeléctricas. En otras palabras, consideran que el sistema llegó débil y mal preparado al 28 de abril, y que fue esa falta de previsión lo que desencadenó el colapso.














