¿Te vas a apuntar a una cooperativa de vivienda? Las 5 trampas legales que debes evitar según nuestros abogados | Civil
A David y a su pareja les ofrecieron una vivienda en cooperativa en el centro de Madrid. Precio más bajo que el de mercado, planos modernos, una comunidad de vecinos con zonas comunes, trastero, garaje y, lo mejor: sin intermediarios. Todo sonaba bien. Hasta demasiado bien.
Pagaron una reserva de 3.000 euros. Un mes después, les pidieron una aportación inicial de 9.000 más. Firmaron un contrato de adhesión, pero no se lo dio tiempo a leer un abogado. Confiaron, como muchos, en que todo estaba “ya supervisado”.
Pero pasaron seis meses sin noticias. El solar seguía sin licencia, no había constructora adjudicada y nadie sabía explicarles en qué punto real estaba el proyecto. Cuando reclamaron más información, les contestaron con evasivas. Y entonces saltaron las alarmas.
Buscando ayuda, llegaron a El Defensor de tu Vivienda. Revisamos toda la documentación y detectamos varios puntos críticos: el contrato tenía cláusulas poco transparentes, no se establecían garantías para la devolución de aportaciones, y la cooperativa aún no había inscrito el proyecto en el registro oficial.










