PABLO GIL | Pablo Gil, economista: «Esto es lo que tienes que hacer para invertir si ganas 1.000 euros al mes»
Invertir con ingresos modestos es posible. Esa es la premisa que defiende Pablo Gil, reconocido economista y experto en bolsa, quien ha ofrecido una serie de recomendaciones clave para aquellas personas que desean iniciarse en el mundo de las inversiones, incluso con sueldos de 1.000 euros al mes. Gil insiste en que no es necesario disponer de grandes sumas de dinero para empezar a invertir, sino tener un método claro, constancia y evitar las prisas.
El primer paso, según Pablo Gil, es establecer el hábito del ahorro regular. Para quienes cuentan con un sueldo limitado, el experto recomienda destinar una cantidad fija mensual, aunque sea pequeña. “Lo que te recomendaría realmente es que destines un 10% de lo que ganas al ahorro”, afirma Gil. Es decir, si ingresas 1.000 euros mensuales, deberías ahorrar al menos 100 euros. Lo más importante aquí es la constancia.
Estrategia DCA: invertir poco a poco
Una vez se ha consolidado ese hábito de ahorro, Pablo Gil recomienda aplicar una estrategia conocida como Dollar Cost Averaging (DCA). Esta técnica consiste en realizar aportaciones periódicas a la inversión, sin importar las fluctuaciones del mercado. “A partir de ese instante, ese ahorro puedes destinarlo en estilo DCA, o lo que es lo mismo, inversiones periódicas de manera diversificada para reducir riesgos y aprovechar el largo plazo”, explica el economista.
La ventaja principal de esta estrategia es que reduce el impacto de la volatilidad del mercado. Al invertir la misma cantidad cada mes, se compran más participaciones cuando los precios bajan y menos cuando suben, promediando el coste de adquisición con el tiempo. Esta metodología es ideal para personas con poca experiencia, ya que elimina la necesidad de intentar predecir el mejor momento para invertir.
Diversificación: el escudo del inversor
Pablo Gil pone especial énfasis en la diversificación de la cartera. Es decir, no poner todos los huevos en la misma cesta. La idea es repartir el dinero invertido en distintos tipos de activos, como renta variable y renta fija, independientemente de lo que ocurra en los mercados. “Una parte que vaya, por ejemplo, a renta variable, y otra a renta fija. Son aportaciones que se hacen de forma periódica”, indica Gil.
La renta variable incluye acciones o fondos que pueden ofrecer mayor rentabilidad, pero con mayor riesgo. La renta fija, por otro lado, representa instrumentos más conservadores como bonos o depósitos. Al combinar ambos, se logra un equilibrio entre riesgo y rentabilidad, lo cual es fundamental para quienes se inician en el mundo financiero con recursos limitados.
Evitar errores comunes al comenzar a invertir
Comenzar en la inversión puede ser una experiencia transformadora, pero también frustrante si no se tienen claros ciertos principios básicos. Según Pablo Gil, uno de los errores más habituales entre los nuevos inversores es buscar resultados rápidos o dejarse llevar por las emociones del mercado. La impaciencia, la falta de formación o seguir consejos de dudosa procedencia pueden llevar a pérdidas significativas.
El experto también alerta contra el intento de “acertar el momento exacto” para entrar o salir del mercado. Esto suele llevar a comprar caro y vender barato, el error clásico. Por ello, insiste en que lo mejor es invertir periódicamente con una estrategia definida y evitar decisiones impulsivas basadas en el miedo o la euforia.








