La ‘hipoteca’ de gasto y deuda de la Generalitat ya supera los 70.500 millones de euros
La situación de infrafinanciación crónica que vive la Comunitat Valenciana no solo es un problema a corto plazo, un dolor de cabeza para los consellers de turno a la hora de pagar a los proveedores, para afrontar las nóminas en un momento de tensión de tesorería, para tener recursos que invertir cada año en educación o en sanidad. La bola de la deuda acumulada por la falta de recursos va a estar ahí, y creciendo, hipotecando el futuro del autogobierno valenciano, lo que pone el foco del debate en cuestiones como la reforma del modelo, la condonación de la deuda que rechaza el actual Consell o las rebajas fiscales a las rentas altas.
La Cuenta General de la Intervención respecto a la situación de las arcas autonómicas en 2024 desvela que los compromisos de gasto con cargo a ejercicios futuros se han disparado a más de 70.500 millones de euros. De ellos, el grueso corresponde a la deuda: el 92 %, es decir, 65.359 millones de euros, entre el principal y los intereses. Y eso que es un cálculo conservador de lo que supondrá la losa de los intereses. Para poner en contexto, basta recordar que este 2025, con la reconstrucción de la dana y el presupuesto más alto de su historia, la Generalitat prevé gastar 32.300 millones. Así las cosas, la Generalitat debería disponer de todos sus recursos durante dos años y medio (sin gastar ni un euro en colegios, hospitales, emergencias, justicia, nóminas, etc) para poder deshacer la deuda acumulada durante décadas. Esa es su magnitud.
Desglosando esa cifra, estos 70.500 millones, entre los compromisos de gasto a futuro destacan, al margen de la deuda, las conselleries con más peso inversor. Educación encabeza este gasto para los siguientes años con casi 1.400 millones ya previstos, seguida de la Conselleria de Sanidad (1.131 millones), Medio Ambiente (1.126) y Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda (907). La cola la cierran Presidencia, Innovación y Agricultura, sin superar el centenar de millones previstos para los próximos años.
Con todo, la deuda es lo que hipoteca el futuro. En este 2025, donde el Consell ha reservado 9.604 millones para afrontar deuda, el coste solo de los intereses ya supera los 1.082 millones de euros. En los próximos tres ejercicios (2026-2028) el gasto en intereses no baja de los 800 millones cada año. El cálculo del precio del dinero se ha disparado por la subida de los tipos. En 2021, por ejemplo, los cálculos de la Intervención eran pagar intereses a lo largo de los años por valor 1.209 millones. Hoy, ese cálculo es casi cinco veces mayor: 6.600 millones, aproximadamente.
El problema de fondo
Mientras no se solvente el problema de la infrafinanciación, esta hipoteca de deuda seguirá creciendo. La situación va mejorado: las aportaciones a través del sistema de financiación son superiores a las de años pasados. En 2025 llegarán del sistema 15.883 millones, la mayor cifra de la historia. Pero desde 2002, la autonomía está a la cola de la financiación por habitante en relación al resto de comunidades, siendo la que menos recibe y por debajo de sus necesidades. Ahora mismo, la Generalitat está reclamando un aumento de ingresos al año de 1.782 millones para igualarse a la media.
¿Cuál es el problema? Que la administración autonómica, al terminar cada año con déficits monstruosos, nunca puede amortizar deuda, ni siquiera hacer frente a los vencimientos con sus propios medios. Al contrario, se va refinanciando, engordando las cantidades a futuro, aumentando el peso de una mochila que todo el mundo asume que nadie a pagar. Ahora mismo, el principal acreedor de la C. Valenciana, que lleva años fuera de los mercados financieros, es el Estado, que va cubriendo y refinanciando esos vencimientos a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).
En este sentido, una de las soluciones que se plantean es la de la quita de la deuda. En el marco de las negociaciones bilaterales entre el Gobierno central y la Generalitat de Catalunya, el Ejecutivo planteó para el resto de comunidades una rebaja de su deuda, y en el caso de la Comunitat Valenciana se traducía en condonar unos 11.200 millones, casi el 20 % del montante actual de deuda, una acción que además supondría una rebaja importante de intereses. El Consell de Carlos Mazón, alineando con el PP, ha rechazado abordar esta cuestión.
Suscríbete para seguir leyendo













