La Caixa vuelve a Cataluña y apuntala el regreso de las grandes empresas tras el procés

El pacto –de amplio calado no solo económico, sino también político– fue comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y se ha firmado «atendiendo a que ya no se dan las circunstancias» que provocaron esa huida temporal en 2017. Es cierto que las especulaciones en torno al movimiento circulaban desde hace tiempo en el mundo empresarial y en los corrillos financieros. Pero no por ello su confirmación es menos relevante.

Todo lo contrario, sobre todo porque apuntala el goteo de empresas que decidieron abandonar Cataluña y ahora se replantean su vuelta, en un momento de menor tensión política con el socialista Salvador Illa al frente de la Generalitat. De hecho, nada más salir a la luz, el Ministerio de Economía calificaba la decisión de «muy buena noticia» y la interpretaba como «una señal más del impacto positivo de la normalización de la situación política y económica de Cataluña».

Lo cierto es que la relación entre el Gobierno y Criteria se ha estrechado en estos últimos tiempos, con la entidad convertida en uno de los principales inversores en empresas estratégicas del país. También en Telefónica, donde Criteria no se opuso a la elección de Marc Murtra como presidente tras el cese de Álvarez-Pallete. No es baladí que Murtra pertenezca al patronato de Fundación Bancaria Caixa desde 2021. A raíz del movimiento, la empresa de telecomunicaciones pasó así a estar liderada por un afín a Moncloa, lo que podría beneficiar a Criteria a medio plazo.

Lo importante es que el cambio de sede –que no implicará ajustes en la ubicación de los trabajadores, que en la mayoría de los casos seguían operando en Barcelona– abre el camino a otras empresas que esperaban el paso de los grandes para tomar su decisión. Ya lo hizo el pasado 22 de enero Banco Sabadell. Y ahora todos los focos se desvían hacia CaixaBank, el banco del que Criteria es el principal accionista.

La sede social de la entidad financiera permanece todavía en Valencia. Y según fuentes cercanas así se quedará, al menos de momento. El banco dirigido por Gonzalo Gortázar remite, de hecho, a las declaraciones que el consejero delegado emitió el 30 de enero cuando, durante la presentación de resultados, zanjó el debate sobre un posible traslado: «No vamos a cambiar ni a mover la sede», recalcó.

Pese a reconocer que las circunstancias en Cataluña «han mejorado y eso es muy bueno para todos», insistió en que tras la absorción de Bankia, la CaixaBank de hoy es diferente a la que salió de Barcelona en aquellas conflictivas circunstancias. El directivo apeló a las raíces de Bankia –nacida de la fusión de la valenciana Bancaja y la madrileña Caja Madrid y que tenía su sede en la capital del Turia en el momento de la operación– para justificar esta vocación de permanencia. «Por eso hablamos de ese carácter indefinido y reafirmamos nuestra voluntad de que no vamos a mover la sede», subrayó entonces.

Al margen de la versión oficial, la realidad es que en el mercado lleva tiempo especulándose con su retorno a Cataluña. Y ahora, con el reciente movimiento de Fainé, la vía del regreso parece más abierta que nunca. No hay que olvidar que la fundación comandada por el empresario catalán es el único accionista de Criteria que, a su vez, ocupa un lugar de referencia en Caixabank con un 31,9% del capital.

Saldo negativo

Aunque los traslados empresariales tras la tensión política del ‘procés’ se concentraron en 2017 y 2018, cuando los cambios de domicilios sociales rondaron los 2.500 anuales, la paradoja es que todavía hoy el saldo entre entradas y salidas continúa en terreno negativo. La comunidad perdió el año pasado 371 sociedades, según los datos que recopila la consultora Informa D&B. Cataluña suma así 40 trimestres como la región que más empresas pierde por cambio de sede social en beneficio de Madrid. En términos anuales, el 23% de las empresas que llegaron a suelo madrileño en 2024 procedían de Cataluña.

Ahora la tendencia podría cambiar. Sobre todo por la enorme influencia que tanto Fainé como la propia Criteria –con movimientos de inversión muy relevantes en el último año– atesoran en el mundo empresarial. Al igual que en el caso de Banco Sabadell –el primero en tomar la decisión de volver a Cataluña–, La Caixa tiene fuertes raíces con la autonomía desde su fundación como Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros de Cataluña y Baleares en 1904 por el abogado Francesc Moragas, con el apoyo de entidades de la sociedad civil catalana. Desde sus orígenes, la fundación se ha caracterizado por un fuerte compromiso social que, según indican, mantendrá en Baleares y la ciudad de Palma de forma «inalterable».