Competencia exige más datos a las empresas para mejorar su comparador de precios eléctricos

Competencia exige más datos a las empresas para mejorar su comparador de precios eléctricos




El precio de la electricidad vuelve a estar disparado. Algo propio del verano, y que además recibe la zozobra de los problemas que ha habido tras el apagón de abril con el «sistema reforzado» que ha tenido Red Eléctrica durante varias semanas. En lo que va de julio hasta cuatro días han tenido un coste superior a los 90 euros el megavatio-hora (€/MWh). Y en los primeros seis meses del año, el mercado mayorista ha sido un 60% más caro que en 2024. En este contexto, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se ha puesto más exigente con las empresas eléctricas y gasistas a la hora de recopilar datos para elaborar su comparador de precios.

Esta herramienta creada por el organismo regulador nació con la vocación de ofrecer información transparente a los consumidores sobre las tarifas que tienen en el mercado las empresas energéticas. Su funcionamiento es muy sencillo: en una página web desarrollada por la CNMC, adaptada también a móviles, ofrece la posibilidad de buscar tarifas eléctricas, de gas o de manera conjunta.

En la ficha técnica, el usuario debe rellenar el consumo medio que tiene así como la potencia energética contratada, en el caso de los servicios eléctricos. Tiene un funcionamiento muy simple. Después ya se muestra la lista de tarifas y ofertas que tiene cada empresa. Salen las que representan el libre mercado; es decir, las que pueden ofertar cualquier tipo de empresa y no está controlada por el Gobierno.

Junto a estas tarifas se muestra, en este caso sí, cómo estaría el mercado regulado (PVPC). De un solo vistazo, el consumidor puede hacerse una idea inicial de qué le sale más barato, si un contrato a largo plazo con el mercado libre, o estar en el mercado que se indexa cada día. Por norma general, y ante un mercado sin sorpresas, esta tarifa regulada —que es controlada por el Gobierno y solo pueden ofertar unas pocas empresas— es más barata. No obstante, en el momento que hay alguna crisis con los precios del gas, o algo similar, entonces tiene mejor rendimiento el mercado libre.

En todo caso, el nivel de detalle es tan bueno que algunas empresas llegan a quedar en evidencia. El motivo es que actualmente los recibos de los clientes energéticos llegan con un código QR que remite a dicho comparador. En este caso, y de manera directa, ofrece una comparativa con otras tarifas del mercado, y saca las que son más baratas. Sería la máxima esencia de lo que representa un comparador de precios. Por eso, algunas comercializadoras quedan expuestas.

Toca mejorar

Toda esta parte teórica recoge algunas lagunas. El objetivo ambicioso de la CNMC era conseguir aunar en su comparador a todas las comercializadoras de luz y gas. Pero de momento no lo está consiguiendo. Este medio consultó ayer la versión de ofertas eléctricas y aparecían 20 marcas. Es cierto que de cada una de ellas salen hasta tres y cuatro promociones, pero la intención de mapear todo el sector energético queda muy lejos.

Pero el organismo regulador se ha puesto serio con este asunto desde una doble vertiente. Por un lado, la CNMC anima a las empresas a que les manden sus distintas ofertas y tarifas que presentan en sus espacios digitales. De hecho, en principio, las compañías están obligadas a hacer este ejercicio de transparencia, aunque de momento no se está cumpliendo.

Asimismo, desde Competencia se han puesto más exigentes con las empresas que remiten la información. Las compañías energéticas remiten los datos de las tarifas que tienen nuevas, así como las que tienen algún cambio en los precios o las condiciones. Por su parte, la CNMC revisa todas las ofertas al detalle, y luego las incorpora a su comparador. El problema es que estaba encontrando que la documentación no se remitía con toda la información, y el regulador insta a que se mande todo de la manera más detallada posible.



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