vender casi un millón de coches eléctricos al año

vender casi un millón de coches eléctricos al año




El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) nació con una serie de objetivos muy ambiciosos. Aumento de renovables, reducción de emisiones contaminantes, mayor electrificación… y, en mitad de un documento que supera las 700 páginas, había una mención expresa a los vehículos eléctricos: se prevé tener un parque de 5,5 millones de coches de esta tecnología para 2030.

Este plan, ideado por la exministra Teresa Ribera antes de irse a Bruselas —y que ahora deberá ejecutar en una primera fase la actual vicepresidenta, Sara Aagesen—, se trata de la hoja de ruta energética para el sector y los inversores. No es de obligado cumplimiento, ni existen sanciones administrativas por no alcanzar los objetivos. Pese a todo, es el documento por el que se guían las empresas para saber dónde mover su dinero el próximo lustro, y también existen compromisos públicos; sobre todo, en materia fiscal.

Además, el plan es transversal y unos movimientos afectan al resto. Por ejemplo, en materia de movilidad eléctrica, el aumento de coches con esta tecnología tendría un impacto directo en la reducción de emisiones y, en menor medida, en variaciones de la demanda eléctrica. Todo ello por no hablar de la necesidad más inminente o no de invertir en puntos de recarga. El problema es que los planes a 2030 no llevan una senda muy optimista.

En lo que va de año —de enero a junio—, según Anfac, una de las principales patronales de la automoción, la venta de automóviles eléctricos puros ha sido de 52.000 unidades. De este grupo se eliminan los vehículos electrificados, que son los híbridos en todas sus versiones, y que emiten CO2 a la atmósfera porque tienen motor de combustión.

El dato es positivo. En lo que va de año, en todos los meses se están vendiendo más coches eléctricos que en 2024. Aunque también hay matices: casi la mitad van al canal profesional. También hay que señalar que existen planes de ayuda. Pero, en todo caso, el dato es positivo. El problema llega cuando se hace la proyección del próximo lustro y los números no cuadran.

970.000 coches al año

Según las datos que maneja el sector de la automoción, 2024 cerró con 530.000 vehículos eléctricos. Si atendemos a la progresión que hay en 2025, que estará por encima de las 100.000 matriculaciones, el resultado final sería cerrar el año en poco más de unas 630.000 unidades puramente electrificadas.

Bajo esta previsión, para llegar a los 5,5 millones de vehículos eléctricos en 2030 habría que introducir más de 970.000 coches al año con esta tecnología en el parque móvil. Una media que supera los 80.000 automóviles al mes, cuando ahora se están dando cifras récord de 11.000.

En estos momentos, el número de matriculaciones totales, incluyendo los vehículos de motor a combustión y los híbridos, llega en el mejor de los años al millón de unidades. El supuesto objetivo que plantea el Pniec sería una sustitución total de esta tipología de venta dentro de seis meses. Algo que se antoja irreal.

No despega la demanda

Ese ‘boom’ que debe darse en los próximos años tendría que acompañarse de dos factores que ahora mismo no se observan en el negocio de la automoción: el coste de los coches y el desarrollo de la infraestructura.

El Gobierno ha intentado activar diversos planes de ayuda para fomentar la compra de vehículos eléctricos, pero no han surtido efecto —o, al menos, no todo el esperado—. Por parte de los fabricantes, los precios siguen estando altos para el nivel de renta de los consumidores españoles. Y, a priori, no se esperan bajadas significativas en las diferentes marcas.

Por lo que respecta a la infraestructura y el desarrollo de puntos de recarga, expertos consultados por ABC aseguran que, en estos momentos, hay un red lo suficientemente robusta para garantizar el suministro eléctrico al parque actual. Sin embargo, señalan, no hay planes acorde para soportar esa supuesta llegada de un millón de coches eléctricos al año. Además, recuerdan que la burocracia no es especialmente ágil para fomentar el desarrollo de estos postes. Pese a todo, sería una de las cuestiones donde hay mayor agilidad. Aunque quedan importantes asuntos por resolver, como sería la recarga en los domicilios.

Ayudas y polémicas

Por lo que afecta al factor económico, el Gobierno asume que ha llegado la hora de retirar las ayudas. El Pniec deja claro que «en el periodo 2025-2030 se estima que se habrá alcanzado la paridad de precio en vehículos ligeros y no será necesario apoyo público como ayudas a fondo perdido para adquisición de vehículos». El plan de energía español no puede ser más claro. De hecho, fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica insisten en que habrá una bajada de precios en muchos modelos de coches eléctricos, y esto será un impulso.

Pese a todo, el Pniec se guarda un as en la manga. Estiman que en el sector «sí se necesitarán sistemas de apoyo (fiscales, ‘e-credits’, etc.) para seguir impulsando el despliegue de infraestructura de recarga, especialmente para vehículos pesados por sus requerimientos de potencia, tanto la vinculada a flotas como la de acceso público, y en zonas de sombra, pues estas inversiones en infraestructura de recarga suelen resultar menos atractivas para el sector privado».

Con todos estos condicionantes, parece que los puntos de recargan avanzan acorde al número de vehículos, aunque existe el problema de que que si se quiere alcanzar el objetivo del Pniec, que ya es complicado, también lo es avanzar con la infraestructura.



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