Valencia lanza un plan de 120 millones para asegurar el agua en la ciudad tras las crisis de la DANA y el apagón

Valencia lanza un plan de 120 millones para asegurar el agua en la ciudad tras las crisis de la DANA y el apagón



Después de lo vivido hace casi un año con la DANA y tras la experiencia también reciente del apagón en toda la Península Ibérica, la alcaldesa de Valencia María José Catalá quiere asegurar que la capital valenciana tenga garantizado el agua ante cualquier emergencia o crisis. Para ello ha anunciado en el debate sobre el estado de la ciudad un plan de infraestructuras hídricas críticas 2026-2031.

Una planificación que prevé absorber 120 millones de euros para convertir la capital valenciana «en la primera gran ciudad de toda Europa que va a ser autosuficiente en el suministro de agua potable en situaciones críticas o en situaciones de emergencia», según la alcaldesa del PP.

El primer objetivo del Ayuntamiento es asegurar el suministro al menos hasta las 48 horas en situaciones de crisis, para que en una fase posterior pueda producir su propia agua potable en base al agua del nivel freático de la ciudad, con un acuífero de 2.500 hectómetros cúbicos de agua.

El plan contempla construir cuatro nuevos pozos municipales y cuatro plantas potabilizadoras dentro de la ciudad para potabilizar el agua del nivel freático en caso solo de urgente necesidad, además de tener prevista la adquisición de «macrogrupos electrógenos» para asegurar el funcionamiento de las plantas potabilizadoras en caso de apagón.

En su intervención en el Debate sobre el estado de la ciudad tras una DANA que en octubre del año pasado se cobró la vida de 16 personas en el municipio, Catalá ha considerado que la seguridad será una prioridad. «Seguridad es la palabra de este curso político, la vida a todos nos ha llevado por este camino y creo que es una responsabilidad de luces largas, de mirada amplia de este ayuntamiento».

La alcaldesa reconoció que la DANA y el apagón «mostraron la fragilidad que tenemos en determinadas cuestiones» respecto a «suministros básicos como el agua potable», pese que durante la catástrofe natural y pese al corte del canal del Júcar-Turia, una de las dos vías de suministro del área metropolitana, se aseguró que no había riesgo en el suministro. Un peligro que la propia Catalá sí reconoció con el apagón del que responsabilizó al Gobierno central.

Según, María José Catalá, el plan «blindará el suministro de agua» para garantizarla a todos los vecinos en caso de producirse cualquier emergencia» y con la intención de ser «autosuficientes». «Con este plan, si todo fallara, Valencia podría producir agua potable propia y nuestros vecinos podrían estar tranquilos», ha insistido.

Ampliación de las redes

El plan recoge la renovación de 8,6 kilómetros de tuberías arteriales críticas, canalizaciones que «actúan en estos momentos como autopistas de agua potable» y cuya rotura «supondría el desabastecimiento de un tercio de la ciudad, el descenso de la presión de un cuarto de la ciudad o el desabastecimiento de las pedanías del sur», ha explicado la alcaldesa.

Entre estas medidas también se encuentra la ampliación de la red de baja presión y la incorporación de los pozos municipales existentes a esta red. «Valencia y París son las únicas grandes ciudades europeas que tienen una doble red. La red de agua potable y otra de usos secundarios que nosotros utilizamos para riego y baldeo. Es una red que se llama red de baja presión y queremos incrementarla y ampliarla para que el mantenimiento del riego y del baldeo se haga al cien por cien en las zonas verdes con agua de pozo, al igual que el baldeo, para ser mucho más sostenibles y, sobre todo, para ahorrar en agua potable», ha añadido Catalá.

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