Unas 30 familias de Tarragona y Barcelona denuncian una «estafa» de dos millones de euros a cargo de un grupo inversor
Unas 30 familias y más de 2 millones de euros invertidos y perdidos. Esto es lo que denuncia la asociación de afectados —con sede en Tarragona pero con miembros en Barcelona— por el grupo inversor OPS Capital, ante lo que definen como «un caso de estafa«. En el ojo del huracán, un empresario tarraconense, Román Lantaron, al que acusan de urdir un conglomerado de empresas y de haber hecho desaparecer cantidades millonarias de dinero, que habría afectado a familias que confiaron en él para invertir sus ahorros.
Tras dos años esperando la respuesta de la Justicia sobre el caso, las familias afectadas por el grupo empresarial ha decidido pasar a la ofensiva y hacer público su caso. Gerard Campos, presidente de Afectados por OPS Capital, acompañado de uno de sus abogados, Felipe Serrano, explica a EL PERIÓDICO la situación en la que se encuentran y que reclaman justicia. «Es como si el sistema judicial no quisiera protegernos», lamenta Campos.
La asociación presentó en junio de 2023 una querella criminal contra Román Lantaron en el juzgado de instrucción de Tarragona, al que acusan de graves delitos económicos. El caso de Campos ilustra, aseguran, lo que hacía el grupo empresarial OPS Capital, con varias empresas asociadas, todas propiedad de Lantaron.
«Todo se basaba en la amistad y la confianza: Lantaron era un amigo al que todos los afectados conocíamos, no podíamos desconfiar de él», señala el presidente de la asociación. Pese a los reiterados intentos, EL PERIÓDICO no ha logrado contactar con el empresario Lantaron.
«Tratamos de sacar nuestro dinero pero no fue posible»
En 2021, Gerard Campos, maestro de Tarragona, se quedó sin trabajo. Su pareja estaba embarazada, por lo que buscó una alternativa económica. «Fue mi prima la que nos puso en contacto con Román; él era amigo de su marido y ya habían invertido sus ahorros. Yo me había quedado sin trabajo y necesitaba dinero», narra Campos. Tras una primera reunión con el empresario, en su propio despacho, Campos decidió invertir el poco dinero que le quedaba, en parte, fascinado por las cantidades que ganaba su prima.
«Ella había sacado 60.000 euros en un año y medio, esto era difícil de ignorar; yo era la primera vez que invertía y me costó muy poco, el retorno era muy alto», explica el afectado. Otro elemento a tener en cuenta era que Campos conocía a Lantaron de su etapa en el colegio, cuando compartieron equipo de básquet. «Al principio es tan fácil que parece complicado de creer, pero era alguien muy cercano y al que teníamos muy al abasto», reconoce Campos. El empresario, asegura, les explicó que dentro de OPS había tres trabajadores que se encargaban del cambio de divisas y de estar pendientes de las nuevas ‘start-ups’ para poder invertir en las mejores. «Al cabo de dos días ya había firmado y había hecho la transferencia de 20.000 euros, que era el mínimo por participar», dice.
OPS Capital es un conglomerado de por lo menos 7 empresas de inversión. Todas ellas están registradas entre 2020 y 2022, y la mayoría ya están dadas de baja en el registro, tras tres o cuatro años de ejercicio. Román Lantaron aparece como representante o administrador único de muchas de ellas, y todas tienen o tenían domicilio fiscal en Barcelona, excepto una, que lo tiene en Blanes. Son sociedades que, según la asociación de afectados y su abogado, tienen dependencia con la empresa matriz, OPS Capital 2021 SL.
Un caso similar es el de Joan Marc, jubilado de Tarragona. El proceso de captación, a través de la confianza y en un momento complicado, a nivel económico y familiar, son el denominador común de los casos de afectados. «Yo quise hacer la prueba, no había invertido nunca en nada y me lo creí; Lantaron tiene esa capacidad de encantarte y convencerte cuando hablabas con él», explica Joan Marc. Él empezó primero con pequeñas cantidades y una rentabilidad asegurada del 15%, que al funcionar, volvía a invertir.
Pero a partir de 2023 todo empezó a salir mal para Gerard Campos, Joan Marc y para el resto de afectados. Ellos explican que primero recibieron un correo de Román donde les explicaba que, en una declaración de Hacienda, le habían «bloqueado las cuentas por un documento mal redactado» y que no podría hacer movimientos. «En ese momento, todos tratamos de sacar nuestro dinero pero ya no fue posible; ya no nos contestó más a las llamadas», dice Campos. Tan fácil como había aparecido, Román Lantaron, responsable de un grupo empresarial, desapareció.
«Es un caso típico de estafa piramidal»
«La estafa se construye a partir de un sistema de confianzas«, revela el abogado de la asociación, Felipe Serrano: «Debemos entender que los primeros inversores, con una pequeña cantidad, sí reciben los beneficios, y de este modo atraen a más inversores. Con la entrada de más capital se pueden cubrir las inversiones anteriores, siempre y cuando después lleguen más participantes». «El problema llega cuando se dejan de captar nuevos inversores y el castillo de naipes cae solo», explica el abogado en conversación con este medio.
Los afectados se agruparon en la asociación y decidieron querellarse contra el empresario. «Es un típico caso de delito de estafa piramidal, donde no hay unas inversiones reales sino que se trabaja con el capital que entra, captado por la confianza de los inversores», dice Serrano. La acusación señala varios presuntos delitos, entre los cuales la falsificación de documentos, la administración desleal y el alzamiento de bienes. «Yo no entiendo como puede ser tan fácil estafar tanto dinero a tanta gente; nosotros éramos fáciles de engañar y caímos en la trampa, pero no debe volver a pasar», lamenta Campos.
«Ahora, el primer objetivo es que se devuelva todo el capital, que se haga justicia, y el segundo es evitar más casos«, señala el abogado, que continúa: «Estos son ejemplos de los dramas humanos que hay detrás de estos delitos, en unas personas que se sienten desamparadas por un sistema judicial que no funciona«. La acusación ha pedido también medidas cautelares, como la retirada del pasaporte a Lantaron y el bloqueo de todas sus cuentas, algo que no se ha concedido. «OPS Capital es un chiringuito financiero con el que se corre un riesgo muy alto y que no tiene ninguna autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores», afirma Serrano.
La asociación de Afectados por OPS Capital, al ver que la justicia no daba ninguna respuesta y que el caso ha pasado de los juzgados de Tarragona a los de Barcelona y, nuevamente, a Tarragona, han querido hacer pública la sensación de «abandono» que sienten. «Te sientes estafado y engañado, esto te sienta muy mal; y te rompe la economía familiar y las relaciones personales«, aseguran Gerard Campos y Joan Marc, ambos con una «situación muy tensa» en casa tras el caso de la estafa.
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