Una excelente opción para acortar tu hipoteca, y que no pasa por amortizar el préstamo
La firma de hipotecas sobre viviendas está creciendo en Navarra. En 2024 se constituyeron en la Comunidad foral más de 5.000. En concreto, 5.519, una cifra que representa un incremento del 21,2% con respecto a 2023. El pago de la cuota hipotecaria es un gasto que se tiende a ver como una carga financiera no sólo importante, sino duradera en el tiempo y de ahí que sean muchas las familias que a diario piensan en cómo podrían ‘quitársela’ cuanto antes o, al menos, acortar su duración. El momento crucial llega de la mano de los primeros ahorros o de una liquidez extraordinaria, por ejemplo, por recibir una herencia o un premio, y no son pocos los que piensan de inmediato en la amortización anticipada del préstamo que ayuda a liquidar la deuda más rápidamente y por lo tanto a pagar menos intereses a largo plazo. Lo piensan, sobre todo, aquellos que como razona Carlos Taberna, socio director de Abante Asesores en Navarra, «a nivel psicológico conviven muy mal sabiendo que tienen una deuda pendiente y prefieren amortizarla cuanto antes». Pero, ¿es la amortización la mejor opción para acortar la hipoteca?
Para este experto, la amortización puede no ser lo más sensato, sobre todo, asegura, «si se puede obtener una rentabilidad igual o superior al coste de financiación y utilizar ese dinero para invertir». De lo que se trata, sostiene, es de seguir pagando la cuota de la hipoteca y, al mismo tiempo, sacarle partido al dinero que se tiene ahorrado acudiendo al mercado financiero. «Hay productos de ahorro y de inversión, como los fondos de inversión, que ayudan a generar un patrimonio a largo plazo y a rentabilizar el dinero que tenemos ahorrado actualmente para no perder poder adquisitivo con el paso del tiempo», asegura este especialista.
Recuerda que una parte importante de los préstamos hipotecarios son a largo plazo, generalmente a 30 años, por lo que el ahorrador va a disponer de un gran horizonte temporal para invertir de forma periódica mes a mes y beneficiarse de una de las principales ventajas de la inversión a largo plazo: el interés compuesto. «Nosotros siempre decimos que el tiempo es el mejor aliado a la hora de hacer crecer nuestro dinero. Albert Einstein definió el interés compuesto como la mayor fuerza del universo. Consiste en reinvertir los intereses que nos van generando nuestras inversiones». Según explica, «con el fondo de inversión, y sin necesidad de incrementar el esfuerzos de ahorro anual, la cartera va creciendo exponencialmente porque la ganancia se reinvierte periódicamente. Cada año el capital que invertimos es mayor porque los intereses que se van generando se suman al capital inicial para producir más intereses y así sucesivamente».
Para Taberna, entre las ventajas del fondo de inversión está que permite que el ahorrador diversifique sus inversiones y pueda acceder al mercado financiero de una forma «global, eficiente, con una gran flexibilidad y ventajas fiscales». Hay que tener en cuenta que con este producto el ahorrador puede traspasar su inversión de un fondo a otro sin tener que tributar por ello lo que, por ejemplo, le permitirá modular su perfil de riesgo y cambiarse a un fondo de inversión más conservador cuando se acerca la fecha de su objetivo con una ventaja adicional: sólo pagará impuestos por las ganancias patrimoniales que haya generado en el momento en el que haga el reembolso. «En el caso de las personas que inviertan en fondos de inversión para obtener un capital suficiente con el que amortizar la hipoteca en unos años, cuando llegue el momento deben plantearse si les conviene más seguir invirtiendo y rentabilizando su dinero o amortizar el préstamo», detalla.
Con todo, conviene no perder de vista que no hay una solución única para cada persona. «Los números pueden salir mejor o peor, pero si no encajan en sus plantes, en sus objetivos vitales y en su proyecto biográfico, entonces no tiene sentido». Por eso, antes de ponerse a hacer cuentas deberá hacer un ejercicio de planificación financiera para valorar su situación teniendo en cuenta sus necesidades y circunstancias personales además de las implicaciones financieras y fiscales de cualquier decisión. Es lo que los especialistas llaman tener una foto global del patrimonio para ver si es o no la mejor opción. Además, se si opta por la amortización del préstamo, deberá tener en cuenta en qué nivel se encuentra el Euríbor y la hipoteca y si le conviene más reducir cuota o plazo.













