Un estreno para olvidar en el Ibercaja Estadio | Nuestro deporte

Segunda derrota de la temporada por 1-3 del Real Zaragoza en el primer partido de la temporada en casa, ante el Andorra. El equipo aragonés mereció más en la primera parte, pero volvió a desaprovechar sus oportunidades y, la segunda, se convirtió en una pesadilla con un jugador menos. Los aficionados se marcharon a casa decepcionados y preocupados. 

La decepción en la afición del Real Zaragoza al abandonar el Ibercaja Estadio era palpable en un estreno negro con una dura derrota ante un recién ascendido. Es complicado ganar partidos cuando el rival es superior en las dos áreas. En ataque, el equipo genera ocasiones, eso es una buena noticia, pero las desperdicia una detrás de otra. Y en el área propia, las llegadas del rival se cuentan prácticamente por goles en contra. El vestuario y el entrenador ven el vaso medio lleno, pero la verdad es que el Zaragoza no ha podido empezar peor.

Fue el primer partido de liga en el Ibercaja Estadio, y desde luego, el estreno será recordado por la decepción de los aficionados. Algunos, incluso se marcharon antes de que terminara el partido. Fue un golpe muy duro, del que el Real Zaragoza tiene que recuperarse cuanto antes, con una victoria.

El peaje de la derrota va mas allá de los tres puntos. Dani Tasende, en una disputa con un rival, notó un pinchazo en el gemelo derecho en el minuto 63 y pidió el cambio, con claros gestos de dolor. Pomares, que vio la roja por agarrar a Lautaro cuando se iba solo hacia la portería zaragocista  tendrá que cumplir un partido de sanción. Mientras, Paulino no participó en el partido al arrastrar molestias musculares.

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