Tendría que haber un disquete que hablara y dijera qué hacer
Un jubilado que vive en Madrid ‘se pelea’ con un cajero automático al no saber qué opción tiene que elegir de las muchas que le aparecen en la pantalla, al no entender del todo qué significa cada una. Una situación que se repite a menudo y que tiene que afrontar con resignación y tranquilidad, especialmente desde que los cajeros se empezaron a adaptar a la nueva normativa que los obliga a actualizarse.
Roberto hace cola frente a un cajero mientras cuenta su experiencia con estas máquinas para hacer operaciones bancarias, dando también una solución práctica, «que hubiera un disquete que te hablara y te dijera los pasos que tienes que ir dando». Aunque parezca una broma, su comentario es un reflejo de lo que viven muchos de nuestros mayores cada día cuando tienen que realizar cualquier operación bancaria.
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Según su experiencia, cada vez que van a sacar dinero en efectivo se convierte en una aventura, ya que la complejidad de los bancos puede con ellos, impidiéndoles avanzar al igual que lo hace la tecnología. De ahí que también cada vez se esté reduciendo más el uso de dinero en efectivo, que parece que tiende a desaparecer.
La ley obliga a los cajeros a adaptarse
Pero este problema no ha sido ignorado y los bancos ya han llevado a cabo modificaciones en sus sistemas automáticos. En base a la última normativa, incluida en la Ley 11/2023, los nuevos cajeros están obligados a incluir mejoras como letras más legibles, instrucciones por voz, compatibilidad con audífonos, braille y una altura adecuada para personas con movilidad reducida.
Estos cambios son más que necesarios para gente de avanzada edad, según explica Juana para Telemadrid, otra jubilada que vive en la capital. No obstante, esta pensionista no cree del todo en el cambio, ya que según confiesa: «Creo que están haciendo algo, pero no sabemos lo que es, a lo mejor lo ponen más pequeño en vez de más grande».
Y es que ya no aguantan más con esta situación: «Es muy complicado, hay palabras que no se entienden, la letra es muy pequeña y tampoco se entiende y tenemos que pedir siempre ayuda de dentro para que salgan, por lo que están trabajando más fuera que dentro».
Juana, como muchos otros pensionistas, necesita ayuda para sacar dinero cada vez que visita un cajero aún con todas las mejoras para adaptarlos a las personas mayores. Roberto piensa igual. Él también asegura que no es nada fácil para las personas mayores, y por eso insiste en que la mejor solución sería que el propio cajero explicara paso a paso lo que hay que hacer.
Cada vez menos cajeros antiguos y sucursales bancarias
A día de hoy, aún quedan en funcionamiento unos 47.000 cajeros antiguos en España, que seguirán operando durante varios años. Mientras tanto, los nuevos van llegando poco a poco, pero su uso todavía genera dudas entre los mayores.
Con todo, hay que tener en cuenta que prácticamente todas las entidades bancarias que operan en España pusieron en marcha desde hace unos años un plan para reducir el número de oficinas bancarias. Hace unos años había más de 45.000 sucursales en todo el país y ahora quedan menos de la mitad, lo que no ayuda a las personas de avanzada edad, que cada vez tiene más difícil tratar de forma presencial con el personal de banca para realizar sus operaciones.
Debido a estas nuevas medidas, este colectivo espera recibir facilidades para que cada vez que tengan que hacer una gestión no se sientan incapaces cada vez que se ponen a mirar una pantalla.














