Son colas normales en estas fechas
Cuatro vuelos cancelados y pantallas que reflejan normalidad en la mayoría de salidas programadas este sábado 16 de agosto en el aeropuerto de Barcelona-El Prat. Así transcurre la primera jornada de las dos huelgas paralelasque afectan a los servicios de tierra —conocidos como ‘handling’— y que, por primera vez este verano, coinciden: la convocada por la compañía Menzies se suma a la ya iniciada el viernes por Azul Handling, filial de Ryanair. Hasta el mediodía, la actividad se desarrolla con relativa estabilidad: solo se han registrado dos cancelaciones de vuelos de British Airways con destino a Londres y otras dos de Air Canada, estas últimas debido a una huelga global de auxiliares de vuelo en Canadá, sin relación con los paros en España.
En la Terminal 2 (T2), donde opera principalmente Ryanair —en huelga desde el viernes—, se observan largas colas en los mostradores, una imagen que no sorprende a los trabajadores consultados por EL PERIÓDICO. Varios empleados de la aerolínea low-cost explican que estas aglomeraciones son habituales en pleno mes de agosto y en un puente como el del 15, que este año ha caído en viernes. «No he notado demasiada afectación de momento, tampoco ayer; son colas normales en estas fechas«, comenta un trabajador que no ha secundado el parón.
Pasajeros del aeropuerto de Barcelona-El Prat durante la jornada de huelga de trabajadores de Ryanair. / Zowy Voeten
Por su parte, un compañero que sí tiene previsto sumarse a la huelga, pero que ha trabajado bajo servicios mínimos, atribuye la aparente normalidad a la amplia cobertura de estos servicios, que evita que el impacto sea visible en la operativa. Precisamente, este es uno de los principales motivos de malestar del sindicato convocante, UGT, que denuncia que los servicios mínimos, que cubren hasta el 85% de la plantilla según el Ministerio de Trabajo, son tan amplios que dificultan que se perciba el efecto real de la huelga. Según el sindicato, la empresa ha declarado «protegidos» todos sus vuelos durante las franjas de paro, lo que obliga al personal en servicios mínimos a atenderlos en su totalidad. Esto implica que, pese a la huelga, los vuelos continúan operando normalmente porque el personal que debería estar en paro está obligado a trabajar, lo que desde la UGT consideran un boicot al parón.
«No estamos aquí de forma gratuita ni voluntaria», ha denunciado el responsable de UGT del sector aéreo, Josep Ramírez, en declaraciones a los medios de comunicación desde el aeropuerto este sábado. «Los derechos de los trabajadores deben respetarse», ha añadido. El sindicato mantiene sus reivindicaciones y por ahora no tiene prevista ninguna mediación ni con Ryanair -a través de la empresa Azul Handling- ni con Menzies.
El personal de tierra de Ryanair, contratado a través de su filial Azul Handling, inició la huelga el viernes y continuará con paros todos los miércoles, viernes y fines de semana hasta final de año, salvo que se alcance un acuerdo. Los trabajadores denuncian falta de estabilidad laboral, escasa conciliación y exceso de horas extra. No obstante, la operativa general no presenta grandes afectaciones. Así lo corrobora la experiencia de una familia que este sábado regresa a París y que, en conversación con este diario, asegura que han llegado a pensar que la huelga estaba desconcovada ante la aparente normalidad en los mostradores. «Al ver que todo va con normalidad hemos pensado que ya no habría huelga». Desde Ryanair recuerdan que el sindicato convocante representa solo al 20% de la plantilla de Azul Handling.
Pasajeros afectados en la terminal T1 del aeropuerto de Barcelona-El Prat durante la jornada de huelga. / Zowy Voeten
En la T2, frente a los mostradores de check-in de Ryanair, se repite una imagen común: viajeros sentados en el suelo con sus maletas ante la falta de asientos y a la espera de que se abra la facturación de su vuelo. Algunos afectados explican que, tras los avisos de huelga en los medios, decidieron llegar con antelación, y se han encontrado con que el check-in todavía no está disponible. Un grupo de pasajeros que vuela dentro del territorio nacional, entre ellos varios azafatos de la compañía irlandesa en vacaciones, coincide en que no han notado grandes cambios en la operativa habitual. La mayoría de trabajadores de Azul Handling que se encontraban en servicio durante la jornada han declinado hacer declaraciones.
Sin colas en los puntos de información
La sensación de «normalidad» que transmiten varios testimonios recogidos por este medio también se refleja en los puntos de información de ambas terminales. No hay colas ni afluencia destacable de viajeros solicitando asistencia, más allá de algún pasajero despistado que requiere detalles sobre su vuelo. Tampoco hay acumulación de usuarios en los espacios de atención al cliente de las aerolíneas afectadas, puntos especialmente concurridos cuando se aglutinan las afectaciones en los vuelos.
Además de Ryanair, otras compañías como British Airways, Emirates, American Airlines, EasyJet, Turkish Airlines y Norwegian pueden verse afectadas por la segunda huelga convocada este sábado, protagonizada por el personal de tierra del Grupo Menzies. Esta movilización involucra a más de 600 trabajadores en cinco aeropuerto españoles responsables de tareas esenciales como facturación, embarque y manejo de equipajes. Está prevista para los días 16, 17, 23, 24, 30 y 31 de agosto.
Pasajeros afectados en la terminal T1 del aeropuerto de Barcelona-El Prat durante la jornada de huelga de trabajadores de Ryanair. / Zowy Voeten
En la Terminal 1 (T1), la más moderna y con mayor tráfico internacional, la calma es aún más evidente. En esta terminal es donde se concentran la mayoría de aerolíneas afectadas por la huelga de Menzies, que debuta este sábado. Más allá de las dos cancelaciones hacia Londres, no se registran grandes colas ni retrasos significativos. Las pantallas muestran la mayoría de los vuelos en hora y los viajeros consultados aseguran que todo transcurre con normalidad; muchos incluso desconocían la existencia de las huelgas. «Me acabo de enterar por ti», desliza un viajero. Otros han sufrido más. «Teníamos miedo porque tenemos una escala, y un retraso en el primer vuelo podría complicarnos el viaje», comenta una pareja catalana cuyo viaje con Emirates no ha sufrido alteraciones. Tampoco han recibido ninguna notificación de la aerolínea respecto a los paros, algo que se repite entre otros pasajeros.
Por ahora, la actividad en El Prat se mantiene dentro de los márgenes habituales de agosto: colas y esperas puntuales, pero sin caos generalizado.
Suscríbete para seguir leyendo















