Se pueden generar ingresos pasivos sobre Bitcoin o Ethereum, pero también sobre USDC o el euro tokenizado
Jorge Soriano, CEO de Criptan, que lleva varios años en primera línea del sector y destaca cómo la industria cripto ha madurado significativamente. Señala que los primeros tiempos estuvieron marcados por la falta de regulación, el “todo vale” y la proliferación de estafas. Sin embargo, en los últimos cinco a siete años se ha producido una transformación profunda: la regulación ha comenzado a imponerse, lo que ha permitido limpiar el mercado y generar un entorno más serio y consolidado.
Esto ha supuesto también un cambio en el tipo de inversor que entra en el ecosistema: si antes predominaban perfiles movidos por el FOMO y sin conocimientos reales del sector, ahora hay una base mucho más informada y estratégica, que entiende los riesgos y que busca integrar los activos digitales en una cartera diversificada.
En este nuevo contexto, Criptan ha optado por posicionarse claramente del lado del inversor y alejarse del enfoque puramente especulativo. Soriano insiste en que, aunque la especulación ha generado grandes beneficios a algunos, la mayoría de los inversores que permanecen hoy lo hacen con una visión de largo plazo, con objetivos más conservadores y con una mayor tolerancia a la volatilidad, siempre que ésta esté bien gestionada.
La propuesta de valor de Criptan se dirige, por tanto, a quienes desean mantener y hacer crecer su patrimonio de forma controlada, ofreciendo productos sencillos, regulados y con sentido financiero.
Una de las claves de su modelo es la posibilidad de generar ingresos pasivos sobre criptomonedas como Bitcoin o Ethereum, y también sobre stablecoins como el USDC o el euro tokenizado. Criptan ofrece estructuras similares a depósitos a plazo, donde los usuarios pueden bloquear sus activos durante un periodo determinado y recibir una rentabilidad a cambio.
Esta rentabilidad proviene de operaciones de lending institucional o sobrecolateralizado, siempre con una gestión rigurosa del riesgo. Según Soriano, la clave está en replicar mecanismos del mundo financiero tradicional, pero aprovechando la eficiencia del ecosistema cripto. Asegura que Criptan no realiza operaciones de trading ni se involucra en productos de alto riesgo, y que toda la operativa está orientada a ofrecer estabilidad y confianza.
Durante la conversación entre Javier Molina y Jorge Soriano, también se aborda el papel cambiante del inversor minorista. Aunque en los últimos tiempos ha perdido protagonismo frente a la entrada masiva de institucionales, Soriano sostiene que este inversor retail no ha desaparecido, sino que ha aprendido de sus errores y ahora actúa con mayor madurez.
También anticipa una nueva ola de adopción por parte de quienes aún no han entrado, pero que lo harán en cuanto perciban mayor confianza, legitimidad y facilidad de uso. En este sentido, pronostica que las stablecoins serán el puente de entrada para muchos nuevos usuarios, gracias a su estabilidad y su potencial para generar rentabilidad sobre saldos en euros o dólares tokenizados.
Sobre el futuro del mercado, Soriano se muestra optimista. Cree que todavía queda recorrido en el actual ciclo alcista, aunque no espera una explosión similar a la de años anteriores. En cambio, vislumbra un crecimiento más progresivo, pero sostenido, impulsado por avances regulatorios —especialmente en Estados Unidos—, por la normalización de las stablecoins y por la aparición de productos financieros sobre tecnología blockchain que serán cada vez más transparentes y comprensibles para el usuario medio. También anticipa que la inteligencia artificial jugará un papel clave en la experiencia de usuario, automatizando procesos y eliminando complejidad técnica.












