Santander, Banca March y Bankinter gestionan cuatro de cada diez euros en sicavs | Mercados Financieros
Las sicavs son un vehículo en vías de extinción. Las sociedades de inversión colectiva de capital variable, el vehículo que durante décadas fue utilizado por las familias españolas más ricas para canalizar sus inversiones, han desaparecido impulsadas por un cambio normativo que entró en vigor en 2022 y que implicaba el endurecimiento de su tributación. ¿Todas? ¡No! Un grupo de 500 de estos vehículos resiste, todavía. De ellas, el 46% están gestionadas por Santander, Banca March y Bankinter, entidades que logran mantener su predominio en este mercado, tanto por activos bajo gestión como por número de vehículos.
Muy lejos quedan ya las 2.300 sicavs que había en diciembre de 2021, y más aún las 3.400 que llegaron a operar allá por 2016 coincidiendo con la plena ebullición de unos vehículos que llegaron a amasar más de 34.000 millones de euros gracias a una fiscalidad más que atractiva. Un patrimonio que las gestoras han ido en este tiempo transfiriendo a otros activos, como los fondos de inversión clásicos, potenciando sus divisiones de gestión discrecional de carteras, o los fondos de capital riesgo, aprovechando el régimen transitorio puesto en marcha por el Gobierno y evitando así los peajes fiscales.
Los palos en las ruedas de las sicavs comenzaron cuando unos partidos recién aterrizados en el panorama político nacional, Ciudadanos y Podemos, lanzaron propuestas para estrechar el cerco a estas figuras. Y que se concretaron en 2019 en el pacto de gobierno de PSOE y Unidas Podemos que incluía una normativa que buscaba acabar con la figura de los mariachis de las sicavs, hombres de paja utilizados hasta entonces para completar el número mínimo de accionistas.
Así, desde 2022 solo pueden beneficiarse del impuesto de sociedades al 1% aquellas sicavs que tengan más de 100 socios con una inversión mínima de 2.500 euros cada uno. Tras un 2022 en el que todas las sicavs tuvieron que retratarse ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y anunciar cuáles serías sus planes, solo persisten bajo esta fórmula un grupo de irreductibles 500 vehículos, según datos de Inverco, la asociación sectorial, a cierre de 2023. La mayor parte ha optado en este tiempo por su disolución y liquidación, mientras que las que se mantienen son, con independencia de su tamaño, las que cuentan con un perfil más marcado de inversión colectiva. Muchas de las grandes fortunas han aprovechado además para desaparecer del escrutinio público, puesto que antes debían retratarse ante la CNMV.
De las aún existentes, el 46% está gestionado por tres entidades financieras: Santander, Banca March y Bankinter, que aglutinan a 231 sicavs y que han reforzado casi sin pretenderlo su papel en este segmento, y sin realizar una gestión activa, a pesar de su fuerte contracción, tanto en número de vehículos como en pérdida de patrimonio.
Santander ha reducido sustancialmente el número de sicavs que gestiona –de 399 a 123 en dos años–, así como el patrimonio gestionado, que se sitúa ahora en 3.241,8 millones de euros, un 35% inferior al de hace dos años. Un tercio del total del patrimonio está en Gesprisa, la sicav del fundador de Pronovias, Alberto Palatchi.
Banca March, por su parte, ha laminado el 80% de los vehículos de este tipo que gestionaba pero manteniendo buena parte de sus activos bajo gestión –ha reducido el patrimonio gestionado un 12,8% en dos años–. Para ello ha fomentado la inversión en sus tres sicavs institucionales: Torrenova, Lluc y Bellver, que en los últimos dos años han ganado en partícipes y en patrimonio gestionado. Bankinter, por su parte, gestiona solo 16 sicavs.
Frente a ellos está BBVA AM, que ha dado carpetazo casi total a las sicavs. A cierre de 2023 gestionaba solo tres vehículos, eso sí, con un patrimonio de 724,3 millones de euros. La mayor de ellas es Morinvest, vehículo de Alicia Koplowitz que tiene delegada su gestión en el family office Omega Capital, que a cierre del primer semestre contaba con 616,9 millones de patrimonio y 296 accionistas.
Entre las gestoras que han aprovechado los cambios fiscales para elevar su presencia en el segmento de las sicavs están Creand WM, La Muza y Cobas. Creand WM ha aumentado el patrimonio que gestiona a través de sus 20 sicavs en un 24,7%, hasta los 549,69 millones de euros. La Muza, la sicav de la familia Urquijo, ha incrementado un 18,8% su patrimonio bajo gestión y Cobas, por su parte, lo ha hecho en un 5%.
Crece la sicav de Juan Abelló
Arbarin. Entre las gestoras que cuentan con más patrimonio en sus sicavs está Arbarin, del inversor Juan Abelló. A cierre de 2023 contaba con un patrimonio de 269.147 millones, superior al que mantenía dos años antes. El vehículo, que suma 227 accionistas, registraba una rentabilidad del 13,31% a cierre del primer semestre de 2023 y borraba así las pérdidas del 12,62% anotadas un año antes. El 52,9% de su cartera es renta variable internacional.
Menos gestoras. El número de firmas que gestionan sicavs se ha ido reduciendo conforme este tipo de vehículo se ha ido disolviendo o transformando. Si en 2021 había un total de 60 firmas gestionando sociedades de capital variable, a finales de diciembre eran solo 46. Además, un total de 16 firmas cuentan con una única sicav. De todas ellas, la que gestiona más activos es la de Magallanes, que se encarga de Soixa, la sicav de Antonio Hernández Callejas, el fundador de Ebro Foods. Suma un patrimonio de 450.106 millones de euros.
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