Santander AM mueve fichas: así blindan sus carteras ante el tsunami arancelario tras el 9 de julio

Santander AM mueve fichas: así blindan sus carteras ante el tsunami arancelario tras el 9 de julio



¿Cómo está posicionando Santander AM sus carteras tácticas de cara a lo que pueda pasar después del 9 de julio?

Las estamos posicionando de forma cautelosa, de forma prudente, ya que todavía tenemos algo de incertidumbre sobre cuál va a ser el nivel de aranceles final y cómo, sobre todo, van a digerir las economías estos aranceles en términos de crecimiento y de inflación. Ahí lo que estamos prefiriendo son activos de calidad, activos que tengan mayor visibilidad y se vean menos afectados por los aranceles. En este sentido, preferiríamos la parte de la renta fija, también la parte de crédito, de elevada calidad y no tanto los activos con más volatilidad o que se vieran afectados más por noticias negativas. 

Dicho esto, también lo que queremos hacer es tener una exposición más o menos neutral, con lo que tendríamos exposición alcista a través de derivados para así podernos cubrir en eventos más negativos.

Con la normalización monetaria en EEUU y Europa, ¿qué fases de rotación estratégica entre duración, crédito y divisas estáis implementando en vuestras carteras?

Actualmente los mercados están, aproximadamente, aumentando nuestra expectativa de tipos, tanto para la FED como para el Banco Central Europeo y los principales bancos centrales.

Desde el punto de vista de la FED, sí que creemos que van a estar en este período de pausa, una pausa activa, esperar y ver a ver cuál es el efecto de los aranceles, pero los tipos reales actuales y el entorno económico que estamos esperando para la última parte del año nos daría margen para unas bajadas de tipos de interés. Con lo que ahí estaríamos empezando a tener alguna posición de duración ligera y prefiriendo los tramos más cortos-intermedios.

Desde el punto de vista del Banco Central Europeo, creemos que el grueso de las bajadas ya está hecho. Podríamos tener alguna bajada adicional en caso de que el escenario económico se deteriore más, para darle ese soporte a la economía europea. Pero, en general, vemos oportunidades en estrategias de renta fija sobre todo a través de carry, tanto en la parte de soberanos como en la parte de crédito, y ahí en esa parte también nos gustaría la parte de investment grade en este momento. Tras las valoraciones aprovecharíamos cualquier evento de volatilidad para volver a tomar algo de riesgo en crédito más arriesgado. Por el momento estamos cómodos en crédito investment grade y en los bonos soberanos. 

El período de vacaciones de verano es positivo para la renta fija, ya que tradicionalmente hay menos emisiones y las carteras siguen invertidas; con lo que tenemos ese efecto positivo por la estacionalidad en renta fija. Con lo que en verano, aún más, estaríamos apostando por esta estrategia de carry.

En un contexto de moderación de inflación, ¿qué señales macro estáis usando como desencadenantes para reequilibrar las carteras?

Lo principal es saber cómo se está normalizando esta inflación. Por componentes, estamos siguiendo la parte de bienes muy de cerca, la parte de servicios y ver las dinámicas más recientes. No solo estamos viendo la cifra del año sobre año, también vemos las cifras mensuales y para tener referencias de cuál es la dinámica de la inflación utilizamos medidas como tres meses anualizados, seis meses anualizados en cada una de las partidas.

Ahora lo principal y sobre todo en Estados Unidos va a ser intentar adivinar o intentar ver de una forma prematura cuál es el efecto de los aranceles y para esto lo vamos a ver, tanto en la inflación de bienes como por el lado de servicios, ver si estos aranceles están ya causando alguna debilidad en algunos de los componentes más cíclicos de la inflación. Con lo que por el lado de la inflación es clave mirarlo por componentes al igual que en otros indicadores de actividad que también estamos monitorizando de forma muy cercana. Datos, por ejemplo, de mercado laboral, no solo lo que sería el dato, como decía antes, el general, el que se publica en las pantallas, sino también verlo por componentes. Por ejemplo, hacer esa disección en el dato de empleo, el último dato de empleo que fue positivo y sorprendió la alza cuando lo diseccionamos vemos que hay componentes que no estarían dando una señal tan positiva; el dato de creación de empleo más cíclico sale más debilitado, por ejemplo, y lo que estaría dando una señal más positiva es un componente más relacionado con el empleo público que no tiene esa importancia cíclica para determinar la salud del ciclo. También lo vemos a través de indicadores de confianza, de consumo, de inversión y el consumo también nos estaría dando alguna señal de debilidad.

¿Aquí qué es lo importante? Ver cuál es el efecto negativo que estamos teniendo de precios más altos por los aranceles y por otro lado, ver si la actividad se está viendo debilitada y nos está contribuyendo a esa moderación de la inflación en mayor medida de lo que en principio estaríamos esperando.

El movimiento de inflación sí que es claro a la baja. Podemos tener algo de incertidumbre, sobre todo, en Estados Unidos por el efecto de los aranceles en principio temporal, pero hay que monitorizar los indicadores macro, como también posibles disrupciones en las cadenas de suministro que podrían ser provocadas por los aranceles. Con lo que la imagen es mucho más compleja de lo que a priori podría ser, pero controlando cada una de las variables clave creemos que podemos llegar a tener una imagen mucho más certera y más cercana de lo que realmente está pasando en las economías.

¿Cómo integráis en tiempo real riesgos geopolíticos, especialmente en divisas y exposición regional?

Nosotros lo que tenemos en el análisis de riesgos es nuestro mapa, que nos sirve para posicionar los riesgos que tenemos identificados desde un punto de vista de probabilidad de ocurrencia, de un riesgo determinado, definido como un evento que podría alterar nuestro escenario económico o bien un evento que podría generar volatilidad, una disrupción o un efecto, una ventana de volatilidad en mercado; y luego, el impacto que podría tener. Vamos analizando estos riesgos que hemos identificado, los diferentes componentes que podrían afectar, cómo va a ir afectando la probabilidad de ocurrencia y si el impacto va siendo mayor o menor.

Aquí la clave es y, sobre todo, los riesgos geopolíticos no es tanto de que el evento pase, sino el efecto que tiene en tanto en cuanto puede modificar las variables determinantes de nuestro escenario económico. Hemos visto el último evento geopolítico que fue el conflicto entre Irán e Israel, donde el efecto en mercado fue limitado. Tuvimos unos días donde el precio del petróleo subió al alza, fue muy momentáneo, los fundamentales del petróleo estarían apuntando a precios más bajos y como el conflicto no se vio muy duradero en el tiempo, el efecto en petróleo no tuvo impacto en lo que sería las expectativas de crecimiento e inflación. Y, por tanto, no tuvo un efecto significativo en los activos de riesgo ni en los bonos. Con lo que al final es la importancia de intentar ver si el efecto de estos riesgos va a afectar al escenario económico o no y entonces tendríamos que ajustarlo o bien si afecta al mercado puede ser una oportunidad para aprovecharnos en la vuelta y la normalización hacia nuestro escenario de riesgo o hacia un mercado más reflejando los fundamentales.

¿Qué eventos clave después del 9 de julio consideráis más relevantes para modificar significativamente la asignación táctica?

Por un lado, creemos que después de 9 de julio va a haber todavía mucho más titular. Ya lo hemos visto como esta semana Trump decía podemos alargarlo hasta el 1 de agosto y ha puesto ya niveles más altos para Japón, Corea, etc. y se espera que se vayan acelerando estos acuerdos con Estados Unidos.

Después del 1 de agosto ahora si lo cogemos como fecha de referencia, creemos que todavía esto no habrá acabado. Conocemos como Trump le gusta ir modificando fechas, como le gusta ir introduciendo nuevos focos de atención y ahí, por un lado la clave va a ser cómo este escenario nuevo, más proteccionista con aranceles de Estados Unidos al resto del mundo va a afectar en la combinación crecimiento-inflación y claro para ver cómo se está eso trasladando a las economías monitorizamos datos de crecimiento, monitorizamos datos de inflación para así poder hacer un mejor diagnóstico de lo que sería las economías y los mercados.

Con lo que muy atentos a lo que serían los datos de crecimiento de inflación para ver si tenemos ese filtro ya de los aranceles. Y por otro lado ver también los bancos centrales, sobre todo, ya en la última parte del año donde esperamos que la Reserva Federal vuelva a hacer ese recorte de tipos de interés en la última parte del año probablemente ya señalizando algo en septiembre, sino bajándolos efectivamente. Y dependerá de los datos que vayamos teniendo durante verano que esperamos que, ya incluso podamos empezar a ver los primeros efectos de la inflación en los datos publicados este verano, tanto en la inflación de julio, que se conocerá en agosto, como posteriormente. Con lo que muy atentos a los datos y en consecuencia actualizaremos nuestro escenario económico.



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