Sánchez aboca a España a una ‘guerra’ con EE.UU. e hipoteca el gasto militar hasta 2035

Sánchez aboca a España a una ‘guerra’ con EE.UU. e hipoteca el gasto militar hasta 2035



España llegó a la Cumbre de la OTAN siendo un «problema» -el presidente estadounidense Donald Trump dixit- y salió de la Cumbre de la OTAN siendo un problema para la Alianza Atlántica. «Estamos de acuerdo en que estamos en desacuerdo», resumió el secretario general de la organización, Mark Rutte, ante la postura de Pedro Sánchez. La declaración conjunta suscribe que todos los aliados deben cumplir con el 5% de inversión en defensa antes de 2035, pero el presidente español se aferra con firmeza al «suficiente y realista» 2,1%. ¿Consecuencias? Washington amenaza con una guerra comercial contra España y la imposición del doble de aranceles. «Es el único que se niega a pagar pero al final lo harán», concluye Trump.

La declaración de la OTAN en La Haya no deja lugar a interpretaciones: los aliados se comprometen a invertir el 5% de su PIB para 2035; el 3,5% irá destinado a capacidades estrictamente militares y el 1,5%, a inversiones colaterales, como infraestructuras o ciberseguridad. “Los Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza del Atlántico Norte, nos hemos reunido en La Haya para reafirmar nuestro compromiso con la OTAN”, esboza el documento, reiterando el compromiso colectivo de todos los asistentes.



Pero Pedro Sánchez considera que España está sometida a una excepción, tras su reciente intercambio de cartas con Mark Rutte, que le permitiría invertir únicamente el 2,1%. A su juicio, ese es el presupuesto necesario para cubrir con los objetivos de capacidades, que se refieren a los militares, buques, aviones y vehículos que España pone a disposición de la Alianza para la defensa colectiva.

La posición de Sánchez, no obstante, choca con la de Mark Rutte y Donald Trump. El presidente de Estados Unidos ya ha anticipado una guerra comercial con España: “Es el único que no paga, vamos a hacer que pague el doble porque su economía va bien. Es el único que se niega a pagar pero al final lo harán”.

Crisis España-Estados Unidos

La relación entre Moncloa y la Casa Blanca no ha sido nada favorable tras la llegada del republicano; cabe recordar que Trump ya incluyó a España en el bloque de los BRICS en un desliz que muchos consideraron premeditado. Ahora, el presidente de Estados Unidos considera que “es tremendo lo que han hecho” [en relación a España] y que es “el único país que se va a quedar en el 2%”: “Pero al final nos lo van a tener que pagar porque no voy a permitir que eso ocurra”.

¿Y el secretario general de la OTAN? Rutte admite las desavenencias con Sánchez, pero defiende la flexibilidad del acuerdo e incide en que España “tendrá que dedicar el 3,5% [del PIB en defensa] como el resto de los aliados [de la Alianza Atlántica]».

Con esta confusión, Sánchez busca una salida digna ante la encerrona en que se había convertido la Cumbre de La Haya -todos los acuerdos deben aprobarse por unanimidad y España era el gran obstáculo para lograrlo- y, al mismo tiempo, satisfacer a sus socios de Gobierno. Sumar da por buenas las explicaciones del presidente del Gobierno y considera que no habrá una inversión superior al 2,1%. Podemos denuncia que se haya firmado un acuerdo que contempla el 5% de inversión en defensa. Y el resto de partidos antimilitaristas torpedearán cualquier iniciativa que suponga un incremento de las capacidades de las Fuerzas Armadas.

Hipoteca presupuestaria

Porque, más allá de los términos porcentuales, el acuerdo suscrito en La Haya también habla de plazos. Todos los aliados deberán alcanzar el 5% antes del año 2035, pero habrá una revisión estratégica en 2029. Balón largo de Pedro Sánchez, ante un panorama político en España más que incierto. Y, al mismo tiempo, una hipoteca para el futuro que, según ha anticipado, él no está dispuesto a asumir y que tampoco ha acordado con ninguna fuerza parlamentaria.

En un contexto de convulsión política nacional e internacional es difícil anticipar cuál será el escenario a medio plazo. En la comparecencia tras la Cumbre, Sánchez aseguró que sería el candidato del PSOE en las elecciones “de 2027”, dando a entender que no contempla un adelanto electoral a pesar de los escándalos que acorralan a su Gobierno. Y que no hay otra opción que no pase por él mismo, a pesar de las voces internas que le piden que dé un paso a un lado.

Tampoco es fácil adivinar quién se sentará en el Despacho Oval de la Casa Blanca en esas fechas… y el valor que tendrá el compromiso suscrito este miércoles en La Haya, teniendo en cuenta que Donald Trump ha sido su principal valedor.

Elementos que avivan la confusión en la que se mueve Pedro Sánchez y, así, sobrevivir a la Cumbre de la OTAN, por un lado, y, por el otro, satisfacer a sus electores y socios habituales.

Pedro Sánchez junto a los líderes de la OTAN

 







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