Nuestros niños brillan por los que no pueden
La Escuela de Danza y Comedia Musical de Fredes Insa ha sido distinguida con el Premio Ciudad de Jerez a la Solidaridad, un reconocimiento que pone en valor la labor humanitaria de su fundadora y su equipo a través de la cultura y las artes escénicas. Fredes Insa, directora y fundadora, confiesa a lavozdelsur.es sentirse «muy contenta, muy satisfecha y muy sorprendida» por la distinción, que considera una gratificación doble: «Cuando las cosas se hacen con corazón, la mayor satisfacción es ver que el proyecto sale adelante, y encima el Ayuntamiento te lo reconoce».
Este premio tiene su origen en el musical solidario La Fábrica de los Sueños, una iniciativa anual de la escuela que se celebra desde hace nueve años en Jerez y Sevilla, con un objetivo claro: apoyar la lucha contra el cáncer infantil. «Queríamos crear algo que año tras año hiciera que la gente se reuniera para rememorar, pensar, celebrar y luchar contra esta enfermedad«, explica Insa.
La producción moviliza a más de 500 personas sobre el escenario y utiliza más de 1.200 trajes de vestuario. Todo, desde la puesta en escena hasta la organización, se realiza con un único fin: llenar teatros y recaudar fondos destinados a mejorar la calidad de vida de los niños con cáncer y sus familias.
Una historia personal convertida en solidaridad
La idea surgió de una experiencia personal de su directora: hace nueve años le diagnosticaron cáncer. Tras superar la enfermedad, decidió canalizar su pasión por los musicales hacia una causa solidaria. «El proceso es muy duro, y pensé que afortunadamente me pasó a mí y no a mis hijas. Hay tantas familias con niños pasando por esto… tenía que poner mi pasión al servicio de ellos«, relata a este medio.
Su objetivo no era solo la recaudación de fondos, sino también ofrecer momentos de alegría y entretenimiento a los niños y sus familias. «Si puedo sacar una sonrisa a un niño enfermo viéndolo, lo haré. Cada año llevamos a los niños oncológicos, según lo decidan los médicos, a disfrutar del espectáculo y de ese rato de diversión», asegura la mujer.
El musical se realiza gracias al apoyo de patrocinadores de todo tipo, desde grandes entidades como La Caixa, Fundación Cajasol o Solera Motor, hasta colaboradores más pequeños que se involucran completamente con el proyecto. Los propios alumnos también contribuyen adquiriendo su vestuario y participando activamente en la producción, sumando un esfuerzo colectivo que hace posible cada edición.
Alumnos comprometidos y conscientes
La escuela cuenta con alumnos de todas las edades, desde los cuatro hasta los ochenta años. Fredes destaca la conciencia de los estudiantes respecto al objetivo solidario: «Les explicamos que no suben al escenario para brillar ellos, sino para brillar por los niños que no pueden hacerlo por su enfermedad. Intentamos cultivar valores de solidaridad y entrega a los demás». Este enfoque educativo forma parte de la filosofía de la escuela, donde el desarrollo artístico se combina con la formación en valores y empatía.
Desde enero, cuando se anuncia la próxima edición del musical, la emoción se palpa en la escuela: nervios, ilusión, entusiasmo y, en ocasiones, frustración cuando algo no sale a la primera. «Son momentos llenos de vida, alegría y emoción. Cada alumno aprende que su esfuerzo tiene un impacto real en la vida de otros», señala Insa.
Reconocimientos y expansión
Además del Premio Ciudad de Jerez a la Solidaridad, la labor de Fredes Insa ha sido reconocida recientemente a nivel autonómico con la Bandera de Andalucía 2025, lo que supone un impulso adicional para seguir desarrollando proyectos solidarios.
La escuela, fundada tras la recuperación de Fredes y asentada inicialmente en Jerez, cuenta actualmente con una sede en Sevilla, consolidando así un proyecto artístico y humano que combina la pasión por los musicales con la entrega a los demás. Con nueve ediciones del musical solidario a sus espaldas, cientos de alumnos involucrados y la implicación de la comunidad, Fredes Insa se ha convertido en un ejemplo de cómo el arte puede transformarse en un vehículo de solidaridad, esperanza y apoyo.












