no toca tipos y esperará a Jackson Hole para aclararse en medio de una gran división
La Reserva Federal ha decidido mantener los tipos por quinta vez consecutiva, en un encuentro marcado por la mayor división del Comité Federal del Mercado Abierto que se ha visto en décadas. El banco central advierte de que se ha producido «una moderación en el crecimiento de la actividad económica en la primera mitad del año», pero ve al mercado laboral fuerte y a la inflación «algo elevada», por encima de su objetivo. Además, se ha confirmado que, por primera vez en 30 años, dos miembros del Comité Federal disienten de lo que ha votado el presidente Jerome Powell: Michelle Bowman y Christopher Waller han votado a favor de bajar los tipos de interés.
En la reunión de junio, el gráfico de puntos, que ilustra cómo creen los miembros de la Fed que evolucionará el precio del dinero en el futuro, mostró una gran división en el banco central, con casi la misma cantidad de miembros anticipando uno o dos recortes de tipos este año que aquellos que esperan dos bajadas o más. La incertidumbre en torno al impacto de los aranceles de Donald Trump ha vuelto a impedir que haya cambios de política monetaria, y marca un camino complicado para la Fed en los próximos meses, dividida entre aquellos que quieren intentar impulsar a la economía estadounidense con bajadas de tipos, y los que creen que esto es demasiado peligroso con una inflación todavía por encima del objetivo.
Sin embargo, el matiz en el discurso oficial de la Fed apunta a que cada vez más miembros pueden estar incliándose por una bajada de tipos después del verano, en el encuentro de septiembre. Bowman y Waller pueden haberse convertido en los dos miembros del Comité Federal del Mercado Abierto que marquen el camino de los tipos de interés en los próximos meses.
Robert Lind, economista de Capital Group, explica sobre el resultado de la reunión que «el impacto total de los recientes acuerdos comerciales aún no se ha materializado, lo que deja a las autoridades responsables de la política económica en una situación de delicado equilibrio entre la ralentización del crecimiento y el riesgo de inflación persistente». Lind añade cómo «estamos empezando a ver los primeros signos de debilidad en la economía estadounidense. Es probable que el impacto de los aranceles eleve la inflación al tiempo que ralentiza el crecimiento, lo que ejercerá más presión sobre la Reserva Federal. Parece plausible una modesta relajación de la política monetaria a finales de este año, pero la flexibilidad de la Fed podría verse limitada si la inflación se muestra más obstinada de lo esperado», confirma.
Como ya se ha explicado, el hecho de que ya haya dos miembros votando a favor de un recorte de tipos, mientras la Fed matiza su mensaje y se muestra más preocupado por el crecimiento económico, indica una mayor inclinación del banco central de cara a un recorte en la próxima reunión, en septiembre. Eso sí, a pesar del cambio en el mensaje oficial de la Fed, los inversores están manteniendo la cautela, sin grandes movimientos en los mercados financieros en los minutos posteriores a la publicación del mensaje. De hecho, se sigue descontando, con la misma probabilidad, cercana al 65%, un recorte de tipos en el encuentro de septiembre.
Florian Ielpo, de la gestora Lombard Odier IM, declara ahora a la agencia Bloomberg que «nos encontramos con entre uno y dos recortes de tipos descontados hasta el año que viene, una situación de indecisión, en un momento en el que los mercados y las finanzas estadounidenses reclaman claridad».
La decisión de mantener los tipos en el rango del 4,25% y el 4,50% refuerza la independencia política de la Fed y del propio Jerome Powell, blanco de insultos y de ataques de Donald Trump. En este sentido, Scott Bessent, secretario del Tesoro, había reclamado al inicio de la jornada «más imaginación» al banco central en su toma de decisiones. Según Bessent, posible candidato para sustituir a Powell cuando concluya su mandato en mayo de 2026, la «falta de apertura de mente ha congelado a la Reserva Federal».
La mirada de los inversores también está puesta en este momento sobre los votos de Waller y Bowman, que finalmente han roto con el voto de Powell y con el consenso de la Fed. En este sentido, Chris Senyek, analista jefe de Wolfe Research, habían señalado que, si uno o ambos disienten de Powell, sumado a la presión política sobre el jefe de la autoridad monetaria, «el mercado comenzará a asumir un recorte de tipos en septiembre». Sin embargo, Senyek sostiene que esta interpretación podría cambiar dependiendo de los datos económicos o del discurso de Powell en la reunión de Jackson Hole, que tendrá lugar a finales del mes de agosto.


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