No. La vivienda no está cara, lo que pasa es que nos han robado sin darnos cuenta

No. La vivienda no está cara, lo que pasa es que nos han robado sin darnos cuenta



No. La vivienda no está cara, lo que pasa es que nos han robado sin darnos cuenta 1

Reconozco que cuando miro el mercado de la vivienda todo me recuerda a 2008, como diría Greenspan, hay una exuberancia irracional que hace que su precio se dispare. Pero depende de a lo que llames precio.

Para intentar entenderlo de forma más clara, vamos a hacer algo tan español como comparar el precio de una casa con el de una tortilla de patatas con cebolla (como debe ser). De alguna manera es nuestro “índice Big Mac” hispano.

El precio de la vivienda medido en tortillas

En 2008, el precio medio de una vivienda en España era

de unos 2.100 €/m². Una tortilla de patatas casera para 4 personas podía costar en torno a 2,50 € (patatas, huevos, cebolla, aceite y sal). Eso nos da que con 1 m² de vivienda se podían comprar unas 840 tortillas.

Hoy, en 2025, el precio medio por metro cuadrado ronda los 2,300 € (datos según Idealista), hacer esa misma tortilla cuesta unos 4,70 €. Resultado: ahora te dan unas 489 tortillas por metro cuadrado.

Así que sí: medido en tortillas, una vivienda cuesta casi la mitad que hace 17 años. 

Diréis, “es que has ido a elegir la tortilla y es que el aceite y los huevos han subido más que el resto de cosas”.

Vale, os lo compro, vamos a utilizar el activo refugio por excelencia, el oro.

El precio de la vivienda medido en oro

Otra forma de medir si hay “burbuja” es olvidarse del euro y pensar en algo más universal. El oro, por ejemplo.

En 2008, una onza de oro costaba unos 650 €. Con una casa media de 210.000 €, te hacías con unas 323 onzas de oro.

Hoy, el precio medio de una vivienda está en torno a 250.000 €, pero una onza de oro vale más de 2.100 €. Eso significa que esa misma casa cuesta hoy unas 119 onzas.

Conclusión: en oro, las casas han bajado un 63%. ¿Burbuja? No parece.

¿Y el alquiler? ¿También ha subido “tanto”?

Aquí es donde el discurso cambia. Si en lugar de comprar, miramos cuánto cuesta alquilar, la historia es diferente. Tomemos como referencia el coste del alquiler medio en España en 2008: unos 550 € al mes por una vivienda media. Y la tortilla seguía costando 2,50 €.

Con eso, pagabas tu casa con unas 220 tortillas al mes.

Hoy, el alquiler medio está ya cerca de los 950 €, y la tortilla casera cuesta, como decíamos, 4,70 €. Así que ahora necesitas unas 200 tortillas al mes.

En resumen, aunque ha subido mucho en euros, el alquiler se mantiene estable cuando lo mides en tortillas. Y si lo mides en oro, ha bajado.

Realmente me gustaría que las conclusiones fuesen distintas y que el problema de precios en la vivienda se arreglase en los próximos años pero me temo que el problema no esté tanto en los precios si no en lo que usamos para pagarlos (euros), que cada vez valen menos.

 



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