Miquel Sàmper, Consejero catalán de Empresa, Trabajo y Desarrollo Digital: «No nos gusta la opa del BBVA porque el Sabadell es una figura cohesionadora de Cataluña»
Miquel Sàmper, consejero de Empresa, Trabajo y Desarrollo Digital de la Generalitat de Cataluña, deja claro que no les gusta la opa del BBVA sobre … el Sabadell, «que además no ha sido amistosa», porque la entidad catalana es una «figura cohesionadora e identitaria», y de salir adelante se perdería esa conexión entre el banco y Cataluña. La entrevista se desarrolla en el Hotel María Cristina de Donostia, epicentro del Zinemaldia, donde su consejería organizó el lunes un encuentro con más de 200 personalidades del ámbito gastronómico, económico e institucional con motivo de la designación este año de Cataluña como Región Mundial de la Gastronomía. Su consejería también colabora con el festival.
–El BBVA acaba de mejorar la opa del Sabadell, a la que se opone el Gobierno catalán. ¿Cree que saldrá adelante?
–El Gobierno de Cataluña se ha mostrado siempre claro, creo que fui yo el primero en decirlo, que nosotros preferiríamos que no se produjese. Que no se produjese porque la figura del Banco de Sabadell para nosotros es una figura cohesionadora e identitaria. No nos gusta que esta entidad con tanto arraigo en Cataluña deje de tener ese principio de realidad, de conexión entre el banco y Cataluña.
–¿Qué incidencia tendrá sobre el tejido empresarial si los accionistas aceptan la opa?
–El Gobierno catalán ha dejado claro que no está a favor de la concentración bancaria, que entendemos que ese tipo de modelo no es bueno y que, por tanto, no nos gusta. Y es una opa que no parte de una negociación.
–No es amistosa.
–El BBVA ha decidido absorber la entidad catalana porque se lo permite el mercado y le da igual lo que piense la entidad vallesana. No nos gusta que se haya hecho de esa manera, pero, si los accionistas le acaban diciendo que sí, lo respetaremos y reinventaremos nuestro sistema. Si Cataluña ha demostrado algo a nivel económico en toda su historia es que es resiliente y tiene una capacidad de adaptación increíble. Por tanto, tiraremos para adelante con la misma certeza que en cualquier otra situación.
Prohibición europea
«Nosotros estamos plenamente convencidos de la descarbonización, del vehículo para 2035 y de la industria»
–Laboral Kutxa quiere reforzar su presencia en Cataluña. ¿Es una mercado atractivo?
–He estado ahora con ellos. Efectivamente, están haciendo una expansión en Cataluña y pretenden abrir más oficinas en la propia Barcelona y también en el área metropolitana –Terrassa, Sabadell–. El cooperativismo en Cataluña tiene muchísima tradición. Igual tiene más incluso que Euskadi, a pesar de no tener un modelo o un ejemplo tan potente como es el de Mondragon, que es irrepetible. Por lo tanto, nos parece muy bien.
–Josu Jon Imaz, CEO de Repsol, lamentaba recientemente que la prohibición de los motores de combustión a partir de 2035 por parte de Europa se revertirá pero que llegará tarde.
–Nosotros presentamos en enero en Bruselas el plan del vehículo eléctrico porque sí que nos creíamos que en el año 2035 se iba a acabar la posibilidad de comprar un vehículo de combustión fósil, y estamos en ello de lleno. Ha originado una penetración media entre eléctrico y híbrido de las nuevas matriculaciones del 20% en menos de un año, cuando antes era del 12%. De hecho, hemos batido el récord de peticiones del Moves. Nosotros estamos plenamente convencidos de la descarbonización, no sólo con el tema del vehículo, sino también en la industria. Es uno de los cinco ejes que tenemos en nuestra economía actual y en cómo enfocamos la empresa.
–Cataluña está en máximos históricos de afiliación, cuatro millones, como Euskadi y el conjunto de España. Pero hay más trabajadores pobres que nunca.
–Estamos en las cifras más positivas desde 2008, con un paro por debajo del 8%, que además no es real, porque se trata de un paro estructural, de personas que no pueden o no quieren trabajar y con falta de mano de obra. Esos datos objetivamente tan positivos no se acaban de trasladar directamente a las economías de las personas. Deberíamos de revisar cuál es la capacidad que han de tener nuestros trabajadores para poder vivir con más dignidad. Nuestro programa sociológico, económico y político es el de la prosperidad compartida, que supone generar el máximo número de riqueza que podamos y repartirla en el máximo número de personas y del territorio, y ahí estamos. Tenemos que hablar con las patronales, tenemos que intentar conseguir mejorar todos los convenios colectivo. Vamos a estar muy firmes en intentarlo.
Prosperidad compartida
«Hay que revisar qué capacidad han de tener nuestros trabajadores para poder vivir con más dignidad»
–La reducción de jornada, una de las medidas estrella de Yolanda Díaz, no ha podido salir adelante por la negativa de Junts, también presionados por los empresarios catalanes. Ella insiste en que volverá a presentarla. ¿Saldrá adelante?
– Tenemos que sacar una lección, que es que las leyes hay que llevarlas al Parlamento cuando están bien cocidas. Probablemente había una cierta falta de cocción. Eso implica tener a los agentes sociales, también a las patronales, a las cámaras de comercio y a los propios partidos políticos. Yo pienso que acabará saliendo. La reducción de jornada seguramente es más que legítima en los tiempos que vivimos de conciliación, de defensa de los derechos de los trabajadores, pero hay que trabajarlo algo más y hay que explicarlo bien. Sobre todo, hay que procurar que esa reducción de jornada no afecte a la competitividad y, por tanto, a la eficiencia y la eficacia en la producción. Yo pienso que es una fruta que está madurando, que aún no está lo suficientemente madura como para que caiga del árbol, pero que acabará cayendo. También se cuestionó en su momento la subida del Salario Mínimo Interprofesional y no ha tenido los efectos negativos que se decía.
–El modelo vasco, con pactos para cerrar el Estatuto, como el de la pasada semana, sobre las prestaciones por desempleo, ¿debe ser un ejemplo para ustedes?
–Este es un ejemplo, por supuesto que sí, y muy acertado. Es una competencia que en aquellas comunidades que pretendan gestionarlo y que tengan capacidad para hacerlo, como es el caso de Euskadi y de Cataluña, debería de estar muy cerca de los trabajadores. Hay muchas cosas que si las tienes cerca se gestionan mejor. Evidentemente, todo lo que gira en torno al mercado de trabajo y todo lo que gira en torno a la calidad del trabajo y la ocupación de todos los trabajadores y trabajadoras de Euskadi o de Cataluña en este caso, es positivo, por tanto, un acierto y sí, un ejemplo para seguir.
«Euskadi y Cataluña podrían tejer una alianza ante un gobierno PP-Vox»
Ante el auge de la extrema derecha en todo el mundo, también en España y Cataluña, Miquel Sàmper considera que no resultaría difícil tejer una alianza entre Euskadi y Cataluña para frenar un posible gobierno del PP y la ultraderecha de Vox. «No sé si ambas comunidades deben de configurarse como un hipotético escudo contra una política más centralizadora provocada por PP y Vox, si es que llegaran a gobernar. Pero con toda probabilidad, si eso llegase a suceder, seguro que tendríamos alianzas fáciles de tejer, porque han sido tejidas en muchos momentos de nuestra historia», remarca. Considera que Junts no tumbará el Gobierno de Sánchez «porque saben que supondría abrir la puerta a un gobierno PP-Vox». Apunta que después de que el Constitucional «cepillara el Procés», ahora el Gobierno de la Generalitat «está en una fase de pragmatismo para intentar conseguir lo mejor para el pueblo de Cataluña, como ha hecho Euskadi históricamente, y con el convencimiento de que el diálogo es la herramienta más eficaz». Finalmente, defiende la necesidad de que Cataluña recaude el IRPF dentro del acuerdo para el nuevo modelo de financiación singular.












