Miedo a la mano de Moncloa: se disparan las consultas de empresas internacionales por el intervencionismo
Miedo a un creciente intervencionismo del Gobierno en España. Grandes empresas y fondos internacionales con distintos focos de actividad están intensificando las consultas a bufetes ante el temor de que Moncloa imponga nuevas condiciones en los sectores en los que operan, según trasladan a Vozpópuli fuentes en contacto permanente con este tipo de inversores.
El Gobierno, como prometió Pedro Sánchez en la víspera del Foro de Davos de 2024, cada vez está más volcado en erigirse como un actor protagonista de los movimientos empresariales en España. El último capítulo del intervencionismo ha sido el de Talgo, donde la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, el brazo inversor de Moncloa, ha desembarcado en su capital después de que el Ejecutivo rechazara la OPA de la empresa húngara Magyar Vagon por «seguridad nacional». Un año después, entró en la ferroviaria pagando una prima de más del 40%.
Pero las consultas entre los inversores extranjeros a los departamentos regulatorios en España de grandes despachos internacionales han aumentado especialmente tras la intromisión en la OPA del BBVA, según ponen de relieve las fuentes consultadas. La fecha que marcó el punto de inflexión fue el 24 de junio. Ese día, el Consejo de Ministros imponía condiciones severas para torpedear el intento de compra del Sabadell por parte del grupo de La Vela.
La CEOE criticó la intromisión en la OPA del BBVA por la incertidumbre que provoca en los inversores
De forma inesperada, prohibía la fusión de ambas entidades al menos durante tres años así como también cualquier ajuste de plantilla ligado a la operación. Unas condiciones que amenazan las sinergias que justifican la adquisición, pero que no parecen haber servido al menos para que el BBVA tire la toalla.
Preocupación para invertir
Como transmiten en privado asesores de grandes empresas internacionales, el intervencionismo político es una de las principales preocupaciones antes de tomar la decisión de invertir. Entre los grandes fondos de inversión se ha instalado una imagen de «país provinciano», lo que está alejando al país de jugar un papel relevante en los mercados financieros, más allá de la retracción en el número de operaciones corporativas, del 17% hasta julio, según datos de TTR Data.
La Comisión Europea vigila que Moncloa no vulnera los principios de la libertad de empresa y la libre circulación de capitales
Al mundo empresarial no le gusta este tipo de medidas intervencionistas. Sobre todo, para atraer a inversores extranjeros, que en su radiografía para elegir destino fijan como línea roja la inseguridad jurídica y la injerencia política.
“No podemos estar 14 meses en una inestabilidad continua. El Gobierno podía haber hecho hace un año lo que finalmente ha hecho. Se ha politizado mucho la operación”, criticó Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, unos días después de que Moncloa impusiera dichas condiciones a la OPA del BBVA.
Se encienden las alarmas en Bruselas
Sin ir más lejos, la Comisión Europea ha abierto un expediente a España por entrometerse. Desde Bruselas se cuestiona la discrecionalidad del Consejo de Ministros por alargar el examen de Competencia durante meses, hasta la conocida como fase 3, que daba potestad a Moncloa para endurecer las condiciones. El Ministerio de Economía se amparó en la Ley de Defensa de la Competencia de 2007, que le posibilita imponer condiciones más severas por interés general.
Otro de los capítulos de intervencionismo que movió los cimientos del mundo empresarial fue el regreso del Estado al capital de Telefónica 26 años después
En los despachos comunitarios se encendieron las alarmas hace tiempo. En julio de 2024, abrió el procedimiento conocido como EU Pilot, en el que intercambia información con los estados miembros acusados de un posible incumplimiento de los tratados de la Unión Europea. Hay dos principios básicos que se teme que el Gobierno puede vulnerar: la libertad de empresa y la libre circulación de capitales.
Otro de los capítulos de intervencionismo que movió los cimientos del mundo empresarial fue el regreso del Estado al capital de Telefónica 26 años después, con la entrada de la Sepi con un paquete de acciones del 10%. Pero el culmen se produjo a inicios de este año, cuando Moncloa promovió el relevo del presidente José María Álvarez-Pallete por Marc Murtra.














