Los problemas de Tesla continúan: sus ventas en Europa siguen en caída libre

Los problemas de Tesla continúan: sus ventas en Europa siguen en caída libre



Durante el mes de mayo, las acciones de Tesla no lograron revertir la tendencia negativa que ya se venía manifestando desde abril. Mientras que competidores europeos y chinos ganan presencia, la compañía de Elon Musk pierde terreno en algunos de los mercados que más impulsaron la transición eléctrica en la última década.

Desplome en mercados clave para Tesla

Uno de los casos más representativos es el de Portugal, donde las matriculaciones de vehículos Tesla cayeron un 68 % respecto al mismo mes del año anterior. El contraste es aún más llamativo si se considera que el mercado general de coches eléctricos en el país creció un 24 %. Este desequilibrio indica que el retroceso de Tesla no obedece a un enfriamiento del sector, sino a una pérdida de interés específica en la marca.

Francia tampoco ha sido una excepción. Con solo 721 unidades vendidas en mayo, el descenso del 67 % en este mercado tradicionalmente fuerte para la compañía señala un deterioro serio en la percepción del producto o la estrategia comercial. La caída es aún más preocupante si se toma en cuenta que se trata de uno de los peores resultados en más de tres años en ese país.

La competencia gana terreno rápidamente

Tesla ya no es la única opción para quienes buscan vehículos eléctricos de alto rendimiento. Marcas chinas como BYD y otras firmas europeas han mejorado de forma significativa tanto sus modelos como sus precios. En abril, BYD superó por primera vez a Tesla en ventas en Europa, registrando un crecimiento del 169 %. A su vez, firmas como Skoda, Ford y Citroën triplicaron sus matriculaciones de eléctricos en comparación con el año anterior.

Esta aceleración de la competencia parece haber tomado a Tesla con una gama de productos algo desfasada. A pesar de la fidelidad de algunos usuarios, el mercado exige novedades constantes y precios competitivos, especialmente en un segmento que crece a pasos agigantados y donde las ayudas públicas para la compra de coches eléctricos suelen estar condicionadas por el valor del vehículo.

El discurso de Musk y la presión accionarial

Durante el Foro Económico de Catar, Elon Musk negó que existan problemas de demanda para Tesla. Atribuyó la caída de ventas a la debilidad económica general del continente y afirmó que «todos los países europeos están pasando apuros». No obstante, los datos parecen desmentir su visión, al mostrar que el interés por los vehículos eléctricos no ha disminuido, sino que se ha redirigido hacia otras marcas.

La presión sobre Musk se ha incrementado también desde el lado corporativo. Críticas a su exposición política y su rol en el gobierno de Trump han deteriorado su imagen pública, lo que ha afectado indirectamente a Tesla. Además, la junta directiva se encuentra revisando su retribución, con la posibilidad de que reciba un nuevo paquete de opciones sobre acciones que aumente su participación en la compañía.

Noruega, una excepción que confirma la regla

En contraste con la tendencia general, Noruega ha mostrado un sorprendente crecimiento del 213 % en las ventas de Tesla, alcanzando las 2.600 unidades en mayo. Este repunte se ha atribuido principalmente al éxito del nuevo Model Y y a una agresiva campaña de financiación sin intereses. Aunque positiva, esta recuperación puntual no compensa las pérdidas en otros mercados clave.

Lo que sí demuestra es que, con una estrategia de producto actualizada y condiciones comerciales atractivas, Tesla aún tiene margen para recuperar terreno. Los analistas coinciden en que la marca necesita urgentemente renovar su gama y ofrecer opciones más competitivas si quiere mantenerse en la lucha por el liderazgo europeo.

Los otros desafíos de Tesla

La situación en Europa es un síntoma de una problemática más amplia. En Estados Unidos, su mercado más importante, las matriculaciones cayeron un 5 % en el primer trimestre del año, mientras que el segmento eléctrico en general creció un 17 %. Esto sugiere que el problema no es exclusivo de Europa, aunque allí se está manifestando con mayor intensidad.

En China, aunque las entregas de mayo se estiman en 39.000 unidades —un aumento mensual—, representan una caída interanual del 30 %. El país asiático sigue siendo crucial para Tesla, ya que representó el 40 % de sus entregas globales en el primer trimestre.

El desafío para Elon Musk es claro: actualizar su propuesta comercial, reconectar con el público europeo y ofrecer vehículos que se ajusten a las nuevas exigencias del mercado. De lo contrario, la caída actual podría convertirse en una tendencia estructural difícil de revertir.

¿Será capaz Tesla de responder a tiempo? Por ahora, los datos no juegan a su favor.



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