Los lácteos serán el producto de más rápido crecimiento la próxima década
Así lo reflejan las proyecciones de las Perspectivas Agrícolas publicadas por la OCDE y la FAO, que anticipan un crecimiento per cápita significativo en el consumo de lácteos frescos y procesados a nivel mundial.
Los productos lácteos son esenciales en la dieta de millones de personas, pero su consumo no se comporta igual en todas las regiones. Mientras en los países desarrollados se prevé un crecimiento más moderado, en las economías emergentes el dinamismo será notable gracias a la combinación de crecimiento económico y expansión de la población.
Este contexto crea oportunidades para productores, procesadores e inversores en toda la cadena de valor de los lácteos.
El crecimiento de la demanda mundial
Las cifras de la OCDE y la FAO señalan que los productos lácteos serán el producto de más rápido crecimiento la próxima década, impulsados sobre todo por Asia, Oriente Medio y África. Se estima que el consumo global per cápita de lácteos frescos aumente un 11%, con incrementos particularmente pronunciados en países como India y Pakistán.
En estas naciones, tanto los ingresos como la población están en expansión, lo que multiplica la demanda de alimentos de mayor valor nutritivo y culturalmente apreciados.
En contraste, en regiones desarrolladas como Europa y América del Norte el consumo per cápita de leche líquida seguirá una ligera tendencia a la baja, aunque compensada por una mayor demanda de productos lácteos procesados.
Esta evolución refleja un cambio en los hábitos de los consumidores, que priorizan quesos, manteca y yogures frente a la leche fresca.
Más lácteos procesados y nuevas preferencias
Las proyecciones también destacan un crecimiento notable en la proporción de productos lácteos procesados en la dieta global. Se espera que estos productos, especialmente el queso, aumenten su participación en el consumo total de sólidos lácteos, con un incremento del 13% per cápita en los países en desarrollo y un 8% en los desarrollados.
La manteca y las leches en polvo también experimentarán un aumento de la demanda en mercados donde aún son percibidas como productos de lujo o prácticos para la industria alimentaria.
Las preferencias de los consumidores están evolucionando, lo que genera desafíos y oportunidades para los fabricantes. Las dietas bajas en grasa y el interés por alimentos menos ultraprocesados están influyendo en la composición y presentación de los lácteos.
Al mismo tiempo, los consumidores valoran cada vez más los productos ricos en proteínas, lo que refuerza la demanda de yogures, sueros y proteínas en polvo.
Factores económicos y demográficos
El hecho de que los lácteos serán el producto de más rápido crecimiento la próxima década también tiene raíces demográficas y económicas. Se proyecta que la población mundial alcanzará los 8.700 millones en 2033, con un fuerte crecimiento concentrado en países de bajos ingresos.
La combinación de más personas y más ingresos en estas regiones incrementa la demanda, mientras que en las economías maduras el motor principal seguirá siendo el poder adquisitivo más que el tamaño de la población.
En paralelo, las mejoras en la infraestructura de procesamiento y distribución permiten que los lácteos lleguen a nuevos mercados. Esto es especialmente relevante en Asia y África, donde el consumo actual todavía es relativamente bajo frente a Europa o Norteamérica, pero el potencial de crecimiento es enorme, sobre todo en sectores como la restauración y los snacks.
Competencia y desafíos para el sector
El crecimiento previsto en la próxima década también viene acompañado de retos para el sector lácteo. La competencia por las materias primas será intensa, ya que se espera que la demanda global supere la capacidad de producción en varias regiones exportadoras. En Europa, por ejemplo, la autosuficiencia láctea se prevé que caiga ligeramente del 115% al 110% para 2035.
Además, las alternativas de origen vegetal están ganando terreno en mercados como Europa y Norteamérica, lo que obliga a los productores de lácteos a adaptarse a un entorno más competitivo.
Sin embargo, las percepciones sobre estos productos son diversas y, en algunos mercados, comienza a surgir escepticismo hacia los alimentos ultraprocesados de origen vegetal.
La proyección es clara: los lácteos seguirán siendo un componente central en la alimentación mundial.















