los hombres usan más el retiro anticipado
La brecha de género que existe en el mercado laboral se traslada, una vez llega la edad de retiro, a las pensiones de jubilación. Aunque en los últimos años las diferencias salariales entre hombres y mujeres se han ido homogeneizando, la diferencia en la pensión todavía es de un 30%, nueve puntos porcentuales menos que hace veinte años. La brecha, no obstante, no es solo dineraria, sino que también afecta a la edad de jubilación. Y es que, según el Barómetro de las pensiones elaborado por el Instituto Santalucía, las mujeres se jubilan diez meses más tarde de media que los hombres. Además, estos últimos hacen mayor uso de las nuevas modalidades de jubilación (en vigor desde el mes de abril) y anticipan más su retiro que las trabajadoras.
«Probablemente, una de las razones fundamentales que lleva a las mujeres a retrasar su salida del mercado de trabajo sea que suelen llegar a las edades próximas a la jubilación con carreras laborales más cortas y, por tanto, jubilarse más tarde le permite mejorar la cuantía de su pensión. Además, las mujeres tienen más dificultades para cumplir los requisitos de acceso a la jubilación anticipada», explica el documento elaborado por el instituto de estudios de la aseguradora.
En el mes de abril, entró en vigor la reforma de la jubilación anticipada, parcial y demorada y las brecha de género ya se ve reflejada en estas nuevas modalidades. Aunque el retiro a la edad ordinaria es el más común las mujeres (67,8%) utilizan más esta opción que los hombres (53,6%). Y por lo que se refiere a la jubilación anticipada, «también existe un claro impacto de género» pues el porcentaje de hombres que utiliza esta modalidad, en sus distintas opciones, es 11,5 puntos porcentuales superior al de las mujeres. Según las cifras expuestas por el centro de estudios, solo una de cada tres jubilaciones anticipadas corresponde a las pensionistas.
«En lo que se refiere a la jubilación anticipada parcial, las diferencias de género pueden deberse a que históricamente los hombres han ocupado más puestos de trabajo en sectores que facilitan este tipo de jubilación, como la industria y la construcción», explica el documento. «La jubilación anticipada con bonificación es una modalidad que permite reducir la edad ordinaria a ciertos colectivos (mineros, bomberos, policías locales, etc.) por razón de ejercer una actividad penosa, peligrosa o tóxica. Tradicionalmente, la presencia de la mujer en estos sectores laborales ha sido reducida y, por ello, la mayoría de los jubilados por esta modalidad son hombres», agregan.
En concreto, hasta el mes de mayo, el 18% de los nuevos jubilados anticiparon su retiro de forma voluntaria; un 4% de forma involuntaria; el 12% de ellos lo demoró; el 8% hizo uso del retiro parcial, y un 4% se jubiló de forma anticipada y con bonificación.
Estos porcentajes contrastan con los de las mujeres. Un 14% de ellas usaron la jubilación anticipada voluntaria (frente a un 2% de la involuntaria); un 10% la demorada; un 5% la parcial, y un 1% la anticipada con bonificación.
Un 17% de diferencia en los nuevos pensionistas
Por otro lado y volviendo al aspecto monetario de la diferencia por género, aunque a la brecha que presentan en la pensión media de jubilación, la distancia entre mujeres y hombres se reduce «de forma considerable», hasta el 17,5%, entre las nuevas altas de jubilación. En concreto, esta brecha ha caído 36 puntos porcentuales en los últimos 20 años, pasando del 53% en 2005 al 17% de hoy.
Esto refleja, según el Instituto, «una clara tendencia a la convergencia» gracias a la mayor incorporación de la mujer al mercado laboral, la reducción de la brecha salarial (15,7% en 2023) y las medidas correctoras del sistema de pensiones (integración de lagunas, complemento a mínimos, complemento por brecha de género, entre otras).












