Los accionistas del Sabadell pagarán más IRPF que el efectivo que reciban si suman a la opa del BBVA

Los accionistas del Sabadell pagarán más IRPF que el efectivo que reciban si suman a la opa del BBVA



BarcelonaUna vez que el gobierno español ha establecido sus condiciones ante una posible fusión del BBVA y el Sabadell, que congela durante un mínimo de tres años, llega el turno de los accionistas de la entidad financiera catalana. Esto una vez que el banco de origen vasco decida si mantiene la oferta o si la retira. El hecho es que, por sus características, una combinación de intercambio de acciones y de pago en dinero, muchos de los que decidan acogerse, especialmente pequeños accionistas, podrían acabar pagando más impuesto de la renta (IRPF) a la declaración que se presentará el próximo año que la parte de efectivo que reciban.

Esta es la conclusión que se extrae de unas consultas realizadas a la dirección general de Tributos del ministerio de Hacienda por parte de la asociación de pequeños accionistas del Banc Sabadell y también por la entidad financiera, que se opone totalmente a la operación. La recomendación general es recurrir a un asesor fiscal antes de tomar una decisión si finalmente el BBVA saca adelante la operación y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aprueba el folleto de la opa. Desde el Sabadell calculan que esta situación afectaría al 88% de los pequeños accionistas que tienen depositadas las acciones en el banco, que están en torno al 80% del total.

Cuando existe una operación de este tipo basada en intercambio de acciones, el efecto fiscal es neutro, pero no cuando la parte de efectivo supera en más del 10% el valor nominal de las acciones de la entidad que se queda la mayoría del capital, como es el caso del BBVA. En este caso se considera una compraventa de acciones, que genera plusvalías y, después, una compra, con una tributación de entre el 19% y el 30%. Para las personas jurídicas (sociedad y otras entidades) es del 25%. Además, las plusvalías se calculan de acuerdo con el precio de mercado, que no tiene por qué coincidir con el de la oferta; es decir, puede ser más alto y, por tanto, tributar por un precio que realmente no se ha recibido, según las fuentes consultadas.

En el caso del BBVA, el régimen de neutralidad fiscal no puede aplicarse porque el pago en efectivo por cada acción del BBVA supera el 10% del valor nominal de las acciones. Por eso, se ve como una venta y se tributa como rendimiento del ahorro. La oferta del BBVA establece que por cada 5,3456 acciones ordinarias del Banc Sabadell se recibirá una nueva emisión del BBVA más 0,70 euros en metálico.

Un ejemplo refleja mejor el impacto fiscal. El Sabadell está haciendo unos cuantos para que sus accionistas tengan información. Un accionista persona física que hubiera comprado 10.000 acciones de la entidad vallesana el pasado abril habría invertido 16.375 euros. Este paquete tendría hoy un valor aproximado de 26.900 euros en el mercado. BBVA le ofrecerá unos 25.573 euros (1.870 acciones del banco vasco con un valor de 24.254 euros y 1.319 euros en efectivo). Para calcular la plusvalía fiscal siguiendo la normativa, debe tomarse como referencia el valor de cotización de las acciones del Sabadell (26.900 euros). De esta forma, la plusvalía fiscal –la diferencia entre el precio de compra y el de venta– alcanzaría los 10.525 euros, aproximadamente. Como conclusión, el coste fiscal se situaría entre 2.090 y 3.158 euros en función del tipo impositivo de la base imponible del ahorro que le sea de aplicación, que se mueve entre el 19 y el 30%.

El otro problema de la oferta es que lleva muchos meses por debajo de la cotización en el mercado. En concreto, desde el pasado 20 de enero. Esto significa que a los accionistas les saldría más a cuenta vender hoy en día las acciones en el parqué que acudir a la opa, porque actualmente se encuentra alrededor del 4% por debajo del precio de mercado. Por eso muchos analistas esperaban que el BBVA mejorara la oferta, pero las condiciones impuestas por el gobierno español para la fusión y operaciones como la posible venta de la filial británica del Sabadell, el TSB, modifican mucho el contexto en el que se mueve la operación.

Desde el Sabadell se reclama que el BBVA rehaga el folleto para la opa para adaptar las sinergias de la operación a las nuevas circunstancias. Carlos Torres ha afirmado que sería capaz de obtener ahorros incluso sin una fusión inicial.



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