Las criptomonedas no están derrumbando el sueño americano; lo están renovando — Noticias de TradingView
Opinión de: Dr. Scott Lehr
A principios de los años 2000, era posible obtener un préstamo en Estados Unidos sin verificar tus ingresos o activos. Se llamaba préstamo “sin documentación” o “con poca documentación”. El objetivo era ayudar a los trabajadores autónomos o por contrato, pero se abusó ampliamente de ello. Hoy en día, los prestamistas verifican los ingresos, los activos, las deudas y el empleo.
Le guste o no a la fraternidad centralizada, el mundo financiero está cambiando. Lo que antes requería formularios W-2 de salarios e impuestos, intermediarios y expedientes de crédito, ahora se está reconstruyendo sobre la transparencia, la autonomía y una billetera de la blockchain.
Por primera vez, Washington reconoce que la riqueza no es solo tradicional, sino también digital. Durante más de un siglo, el Sueño Americano ha estado respaldado por un gran sueño: la propiedad de vivienda. Este hito financiero y psicológico señala la llegada, la estabilidad y la movilidad ascendente.
¿Qué sucede cuando la definición misma de riqueza comienza a evolucionar? ¿Qué sucede cuando tu balance no solo reside en un banco, sino también en la blockchain?
El movimiento de la FHFA
La Agencia Federal de Financiamiento de Vivienda (FHFA) anunció recientemente que Fannie Mae y Freddie Mac comenzarán a reconocer los criptoactivos como parte de las evaluaciones de solicitudes de hipoteca. Este movimiento sutil pero histórico incorpora oficialmente la riqueza digital al ámbito de la financiación de vivienda tradicional y, al hacerlo, redefine quién califica para el Sueño Americano.
Las criptomonedas no tocaron a la puerta del Sueño Americano. Las criptomonedas construyeron una puerta trasera y entraron. Este nuevo punto de entrada para la propiedad de vivienda está haciendo posible lo que la inflación y los bancos centralizados habían convertido en una quimera.
Un cambio de política con peso cultural
La mayoría de los titulares se centraron en las implicaciones inmediatas: los poseedores de criptomonedas quizás ya no necesiten activos líquidos para calificar para una hipoteca. Pero la trascendencia más profunda es filosófica. El sistema ya no pregunta: “¿Son las criptomonedas reales?”. Está admitiendo: “Las criptomonedas son riqueza”.
En 2024, Redfin informó que el 12% de los compradores de vivienda planeaban usar criptomonedas para los pagos iniciales, un aumento desde solo el 5% en 2019. Mientras tanto, las empresas están desarrollando infraestructura de préstamos que permite a las personas usar activos digitales como garantía sin desencadenar eventos de ganancias de capital.
Esto no es sobre la exageración. Esto está sucediendo. Una generación de inversores digitales que se hicieron a sí mismos ha estado operando fuera de la economía de los intermediarios. Construyeron riqueza sin permiso, a menudo sin empleo tradicional, y ahora quieren participar en el activo más tradicional de todos: los bienes raíces.
La decisión de la FHFA es más que regulatoria. Es simbólica. Señala un cambio de la exclusión a la integración.
No solo finanzas, sino libertad
Los críticos ya se están aferrando a las barandillas. Les preocupa que reconocer activos volátiles como Bitcoin en la calificación hipotecaria introduzca un riesgo innecesario. Sin embargo, los entusiastas de las criptomonedas saben y proclaman que la volatilidad no equivale a fraude. Muchas personas que defienden modelos de crédito anticuados olvidan que la crisis financiera de 2008 fue causada no por las criptomonedas, sino por un apalancamiento excesivo, deuda sintética y una falta total de transparencia.
Las criptomonedas se tratan de transparencia. Los balances de la billetera no mienten. Los contratos inteligentes no falsifican recibos de nómina. Las finanzas descentralizadas no son perfectas, pero no pretenden ser algo que no son. Eso por sí solo las pone por delante de la actividad bancaria en la sombra de Wall Street.
Esto no es solo sobre finanzas. Esto es sobre libertad. Se trata de reconocer que la riqueza del siglo XXI no siempre proviene de ahorros en dinero fiduciario o de 401(k). A veces, llega como un token, un libro mayor o un activo digital en poder de alguien que se negó a esperar a que las finanzas tradicionales los validaran. ¡Los que asumen riesgos y los revolucionarios pueden regocijarse!
De los tejados a las revoluciones
La innovación no está solo en cómo la gente compra casas con criptomonedas. Está en cómo la gente usa sus casas para comprar criptomonedas. Están invirtiendo el modelo tradicional. Los bienes raíces solían ser el sueño. Ahora, para algunos, son la plataforma de lanzamiento.
Sí, eso introduce riesgo. Y no, no todos deberían usar su casa como motor de adquisición de Bitcoin. Ahí es donde importa una regulación informada. No necesitamos resistencia al cambio, sino marcos más inteligentes que respeten la innovación mientras protegen a los consumidores.
La alternativa es peor: un sistema financiero que solo sirve a quienes se ajustan a caminos obsoletos de creación de riqueza. Los bancos centralizados a menudo se asemejan a una reliquia del pasado, pero parece que algunos están abriendo los ojos a lo que es inevitable.
El nuevo plan
Este es el nuevo plan para el Sueño Americano: la propiedad ahora incluye activos físicos y digitales; la solvencia refleja la transparencia onchain, no solo los currículos en papel; y el mercado inmobiliario debe evolucionar con su gente, no contra ella. Las criptomonedas no son una amenaza para la propiedad de vivienda. Son un catalizador para su reinvención.
No necesitamos más intermediarios. Necesitamos más puentes. Para millones de inversores, innovadores y nativos digitales, esta nueva política tiende puentes entre donde han estado construyendo y donde ahora quieren vivir.
Ubicación, ubicación, ubicación ahora es online, descentralizada y transparente.
Las criptomonedas no solo están cambiando las finanzas. Están redefiniendo lo que significa llegar.
Opinión de: Dr. Scott Lehr.
Este artículo tiene fines de información general y no pretende ser ni debe tomarse como asesoramiento legal o de inversión. Las opiniones, pensamientos e ideas expresados aquí son únicamente los del autor y no necesariamente reflejan ni representan las opiniones de Cointelegraph.