La ‘spin-off’ barcelonesa Gyala Therapeutics avanza en el tratamiento de leucemias y levanta 3 millones de euros para iniciar ensayos clínicos
Desde hace cinco años, en Barcelona, funciona una spin-off biotecnológica fundada por el Hospital Clínic de Barcelona y el Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi Sunyer (IDIBAPS). Bajo el nombre de Gyala Therapeutics, trabaja para encontrar un tratamiento eficaz contra leucemias y otros cánceres hematológicos difíciles de tratar.
Entre ellos destaca la leucemia mieloide aguda (LMA), que representa el 30% de los diagnósticos en adultos. También la leucemia linfoblástica aguda de células T (LLA-T), aún más rara, que supone alrededor del 25% de los casos en adultos. En ambas enfermedades, los pacientes tienen entre un 40% y un 50% de probabilidades de recaída o resistencia a la quimioterapia inicial. Y, cuando esto ocurre, las alternativas terapéuticas son prácticamente inexistentes.
O al menos, así era hasta ahora. Porque Gyala Therapeutics acaba de publicar en la revista científica Leukemia los resultados del desarrollo preclínico de su programa GYA01, que han mostrado una eficacia prometedora. “Estos resultados se están viendo reafirmados después de que otros grupos en Estados Unidos y Reino Unido estén llegando a las mismas conclusiones, lo cual puede ser una confirmación de que nuestro desarrollo funciona”, explica a EL PERIÓDICO el doctor Claudio Santos, CEO de Gyala Therapeutics.
Recientemente, esta biotech formada por un equipo de cinco personas ha cerrado una ronda de inversión de 3 millones de euros con la participación de Invivo Partners —gestora de capital riesgo fundadora de la spin-off—, Nara Capital y el CDTI Innovación (Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades).
Con esta inyección, la empresa acumula ya casi 8 millones de euros captados, de los cuales 2,5 millones provienen de programas nacionales como NEOTEC y Proyectos de Colaboración Público-Privada. “Próximamente recibiremos otra suma importante por parte de entidades públicas, que será clave para avanzar en el ensayo y ofrecer lo antes posible esta terapia a los pacientes”, asegura el CEO.
El Clínic y el IDIBAPS han tratado a más de 500 pacientes mediante CAR-T
El programa desarrollado por la empresa se centra en una terapia celular CAR-T, un tratamiento de última generación que aprovecha el sistema inmunitario del paciente para destruir el cáncer. En la práctica, se extraen linfocitos T (glóbulos blancos), se modifican en laboratorio para que fabriquen un receptor especial —el CAR, Chimeric Antigen Receptor— y, una vez reinyectados, actúan como un radar capaz de localizar y destruir de forma precisa las células tumorales.
En este caso, la innovación consiste en dirigir la terapia contra la proteína CD84. Aunque desde hace tiempo se intuía que podía ser una diana prometedora en cánceres hematológicos, hasta ahora no había pruebas sólidas. El Clínic y el IDIBAPS, referentes en este campo y liderados por el doctor Manel Juan, llevan más de una década desarrollando terapias CAR-T y han tratado a más de 500 pacientes, lo que los situaba en una posición única para dar el paso.
La innovación se encuentra en la proteina CD84
¿Por qué esta proteína y no otra? “Vimos que la CD84 se encuentra muy sobreexpresada en las células leucémicas más agresivas y apenas aparece en tejidos sanos”, cuenta Santos. Esa doble condición permite atacar el tumor sin dañar la médula ósea ni otros órganos, uno de los grandes retos de las terapias actuales. Además, se detecta incluso en subtipos de peor pronóstico, lo que abre la puerta a tratar pacientes sin opciones. Por ello, los investigadores consideran que CD84 podría convertirse en una diana terapéutica transversal, útil no solo en leucemias sino también en otros cánceres de la sangre.
“La evidencia preclínica obtenida confirma que GYA01 es una terapia CAR-T con gran potencial, respalda a CD84 como una diana panhematológica y establece una base sólida para avanzar hacia ensayos clínicos en pacientes con LMA y LLA-T”, explica la doctora Nela Klein-González, directora médica de Gyala Therapeutics.
La ‘spin-off’ acaba de cerrar una ronda de 3 millones para realizar su ensayo clínico
El siguiente paso será llevar esta innovación a pacientes reales. Para ello, la empresa debe iniciar un ensayo clínico, que prevé arrancar en el segundo semestre de 2025. “El 80% de nuestro esfuerzo ahora mismo está puesto en avanzar hacia ese ensayo”, asegura Santos. ¿Y el otro 20%? «Lo dedicamos a presentar nuestros resultados a empresas activas en terapias celulares de cara a una posible venta en el futuro”.
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