La ruleta de la fortuna china: cuando el funcionario del Partido Comunista tambin es un empresario e inversor millonario



Las mejores fiestas de postn en Shanghai las organiza el Consulado italiano. En la ltima alquilaron un viejo palacio de estilo europeo a pie del Bund, la cntrica pasarela que hay junto al ro Huangpu y que parte en dos a la capital financiera. Abundaban los aperitivi y la barra libre de buen vino de la Toscana. En una sala haba un violonchelista y en otra un Dj pinchando techno. Los negocios se hacan en el jardn, donde se juntaban en corrillos empresarios extranjeros, millonarios chinos y altos funcionarios del Partido Comunista (PCCh).

En aquella fiesta haba un tipo espigado que rondaba por todos los crculos. En su primera tarjeta de presentacin apareca como dueo de una empresa que vende vinos de Shandong, en la costa este, la zona vincola por excelencia de China. Su segunda tarjeta era la de un director general de una empresa que fabrica robots para cuidar a ancianos en residencias y hospitales. Tambin contaba que era inversor en una farmacutica y en una empresa de videojuegos.

Con la alegra del flujo libre de alcohol ayudando a soltar la lengua, Liu, que as se apellidaba este hombre de negocios, tambin guardaba en el bolsillo de la americana otra tarjeta ms sobria, la de un alto cargo del PCCh en el gobierno de Anhui, una provincia al este de China. Adems, Liu es uno de los casi 3.000 delegados que se renen anualmente en el Parlamento chino.

Su viaje a Shanghai era para hacer buenos contactos empresariales aprovechando la fiesta del Consulado italiano. No era el nico trabajador del partido en aquel evento que estaba all no por su cargo pblico, sino por sus negocios privados. «Aqu todo est conectado», reconoca otro miembro del PCCh que estaba invitado como socio de una importante agencia inmobiliaria.

Al da siguiente, Liu, el de los vinos y robots, regres a su oficina de Hefei, la capital de Anhui, que fue una de las ciudades pioneras en invertir en empresas privadas, sobre todo en tecnolgicas relacionadas con semiconductores e inteligencia artificial. El gobierno de la ciudad tambin est metido en la industria automotriz. Al principio la pandemia, adquiri el 17% de Nio, un gran fabricante de vehculos elctricos que no estaba pasando por su mejor momento.

En 2021, esta empresa se recuper vendiendo ms de 90.000 coches y obteniendo ganancias. Fue entonces cuando Hefei, como si se tratara de un codicioso inversor privado, se quit de encima casi toda su participacin en Nio, ganando cinco veces ms que su inversin inicial. Hefei tambin ha tirado de fondos de inversin que financia para comprar su participacin en empresas extranjeras como el fabricante holands de chips Nexperia.

Los gobiernos locales de China, que controlan las ventas de tierras, llevan desde los aos de aperturismo del pas estrechando lazos con las empresas privadas tirando de una sencilla receta: ofrecindoles suelo muy barato, subsidios y exenciones fiscales que atraigan a las compaas a sus dominios, para despus invertir en ellas. Un informe realizado conjuntamente por investigadores de la Universidad de Chicago, la Universidad Tsinghua (Pekn) y la Universidad China (Hong Kong), que analizaba a ms de 37 millones de empresas registradas en el pas asitico, descubri que muchas de ellas tenan como propietarios o mximos accionistas a ms de 40.000 agencias estatales, desde el Ejecutivo central hasta gobiernos de ciudades y pueblos.

«En 2019, de los 7.500 propietarios individuales ms ricos, casi la mitad tenan al menos una empresa que inclua una agencia estatal entre sus inversores. La tendencia da como resultado empresas que no son totalmente de propiedad estatal pero tampoco empresas realmente privadas. Es esta zona gris y turbia, que creo que es la estructura corporativa dominante en China hoy en da», explica uno de los investigadores, el profesor Chang-Tai Hsieh, de la Universidad de Chicago.

Hsieh pone un ejemplo claro: de las seis nuevas empresas de vehculos elctricos ms grandes del pas, cinco tienen a gobiernos locales como inversores minoritarios, mientras que otros inversores mayoritarios son empresas que a su vez son propiedad de estas mismas administraciones, donde trabajan funcionarios que tambin tienen sus negocios e inversiones en el sector privado.

Un pozo de corrupcin

Todo esto ha sido un pozo de corrupcin dentro del PCCh. Muchos ricos mandos utilizan su influencia para prosperar en los negocios, o dan un empujn a sus hijos para que lo hagan en su nombre. Pero no se puede decir que Pekn haga precisamente la vista gorda: desde que el presidente Xi Jinping lleg al poder en 2012, una vasta campaa anticorrupcin se ha llevado por delante a al menos un milln y medio de funcionarios de todos los niveles. Cada vez est ms controlado el movimiento del dinero que sale de los cuadros del PCCh, como se conoce a los funcionarios que gestionan los asuntos del partido, que vienen a ser tambin los asuntos estatales dentro del sistema unipartidista chino.

Hace unos das, la agencia que persigue la corrupcin, la Comisin Central de Inspeccin Disciplinaria, prohibi a los funcionarios que invirtieran en fondos de capital privado, que suelen requerir inversiones mnimas de un milln de yuanes (128.000 euros). «El objetivo es abordar los innumerables riesgos de corrupcin que acompaan a los cuadros que indirectamente toman acciones de empresas. La prctica, que los convertira en accionistas indirectos de compaas, es esencialmente similar a gestionar ilegalmente una empresa y debera abordarse en consecuencia», reza el informe publicado.

Los medios estatales dijeron que las autoridades haban descubierto casos de funcionarios que brindaban beneficios a grupos en los que haban invertido a travs de estos fondos, incluida la ayuda a las empresas para vender acciones en los mercados pblicos. «Obtuvieron enormes ganancias despus de la salida a bolsa de la empresa», contina. El ao pasado, el partido ya exigi a los altos funcionarios y a sus familiares que informaran sobre cualquier inversin o cargo que desempearan en el sector privado. La ruleta de la fortuna a la que jugaban los funcionarios chinos, ya no gira tanto como antes.

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