La reducción de la jornada laboral
Y ello indiscutiblemente, puede llegar a ocasionar un detrimento en la productividad e irrogar por ende perjuícios económicos a las empresas.
Además de que realmente en numerosos tipos de negocio resulta ser muy dificultoso su puesta en práctica o incluso imposible, por el propio ser de ese preciso negocio.
Sería bueno indudablemente que los trabajadores cobrasen igual, trabajando menos horas, si se rebaja al final la jornada laboral. Aunque la manera de conseguirlo es la piedra angular de este interesante asunto, pues existen bastantes interrogantes sobre ello.
Por lo que se debe decir que establecer un descenso en las horas laborales, manu militari, por decreto, que tenga un carácter general, no es la solución adecuada, como está intentando sacar adelante el Gobierno a través de su ministerio que lidera Yolanda Díaz. Pues obviamente cada tipo de Negocio tiene sus características singulares y no puede ser, como se suele decir coloquialmente, café para todos. Ya que sólo hay que pensar para ilustrarlo, en que evidentemente un geríatrico tiene una forma de trabajar muy diferente a la de un restaurante, por citar un ejemplo.
Por lo que hay que estudiar detenidamente este tema, analizando negocio por negocio las características laborales que poseen, sin generalizar, para hacer factible esta propuesta y no perjudicar a ninguno, si es posible.












