La pyme canaria que vigila el canal de Panamá desde el aire

La pyme canaria que vigila el canal de Panamá desde el aire



Hacia un futuro mejor por Ec Brands

Aerolaser System desarrolla tecnología geoespacial para la digitalización, captura y análisis de datos en cualquier ubicación del mundo. Acaba de recibir el Premio Pyme del año otorgado por Banco Santander

Imagina una red de cables eléctricos serpenteando a través de una montaña remota cubierta de vegetación. Cuando atraviesan los picos, suspendidos entre torres metálicas, continúan su camino traspasando bosques, barrancos y laderas rocosas. La compañía eléctrica necesita inspeccionar esas líneas: problemas como cables desgastados, torres dañadas o árboles demasiado altos alrededor, podrían causar incendios forestales o cortocircuitos. Tradicionalmente, esto implicaría largas semanas de trabajo con técnicos en el terreno, escaladores y vuelos de reconocimiento. Ahora, la tecnología ha dado un giro a este escenario.

“Utilizamos tecnología propia, desde sistemas láser hasta cámaras y sensores, para estudiar la forma de la tierra en diferentes escalas que traducimos en cartografías. Movilizamos estos sistemas en coches, barcos, helicópteros o drones para inspeccionar los terrenos. Después, con inteligencia artificial y algoritmos, analizamos esos datos para construir un producto que le resulte útil al usuario”. Son palabras de José María Luque Sillero, uno de los dos fundadores de Aerolaser System, una pyme canaria especializada en el desarrollo de tecnología geoespacial para la digitalización, captura y análisis de datos en cualquier ubicación del mundo.

Su tecnología se aplica en sectores como energía, infraestructuras, transporte, medioambiente, planificación territorial y usos civiles y militares. Han trabajado con instituciones públicas y privadas en más de 30 países, desde Portugal hasta Alemania, Austria, Colombia o Panamá, donde precisamente acaban de finalizar un proyecto. “Trabajamos para la Autoridad del Canal de Panamá realizando un vuelo anual para monitorear la masa arbórea adyacente al lago Gatún, por donde transitan los barcos. Hemos realizado vuelos con tecnología LiDAR y fotogrametría”, cuenta Tomás. El objetivo es mapear la densidad y estado de la vegetación, identificando árboles o ramas que podrían caer y obstruir las rutas de navegación o afectar la infraestructura del canal, como las líneas eléctricas cercanas.

Los sensores LiDAR (Light Detection and Ranging, por sus siglas en inglés), combinados con GPS y sistemas inerciales (IMU), son los que capturan los datos geoespaciales de alta precisión. La empresa coloca estos sensores en distintos tipos de aeronaves que sobrevuelan las áreas específicas y registran millones de puntos por segundo, creando una «nube de puntos» que representa la geometría del área escaneada. Esta información permite generar modelos digitales del terreno y de la superficie, mapas topográficos de alta resolución, representaciones 3D de infraestructuras, vegetación o edificaciones.

“Hemos llevado a cabo operaciones en 30 países ejecutando lo que denominamos misiones, que consisten en desplazarnos a un lugar específico durante un período de entre 15 y 30 días para recopilar estos datos geoespaciales. Una vez recolectada la información, la trasladamos a nuestro centro de procesamiento para analizarla y obtener los resultados”, explica José María. Ahora, su objetivo es pasar de estas misiones temporales a una internacionalización más permanente. Tal y como añade, “actualmente contamos con una oficina en São Paulo, Brasil, y estamos considerando expandirnos con una representación fija en Panamá”.

“Nuestra ubicación en Canarias representó un desafío al principio, pero logramos convertirlo en una ventaja al desarrollar sistemas compactos y fáciles de transportar”

Gracias a su tecnología, Aerolaser acaba de recibir el XVIII Premio Pyme del año 2024 otorgado por el Banco Santander y la Cámara de Comercio. “Entre más de 2.500 empresas que participaron, para nosotros ha sido como recoger el Goya a la mejor compañía de España”, asegura Tomás. Este galardón pretende reconocer el desempeño de las pequeñas y medianas empresas, “cuya actividad es fundamental para la creación de empleo y riqueza”, matizan desde la entidad. Y es que, tal y como añade Tomás, “más allá de la buena trayectoria en números de nuestra empresa, este premio da valor a todo el esfuerzo que hemos hecho durante muchos años. Nos da ese reconocimiento nacional que en muchas ocasiones nos ha faltado, y esto al final alienta más que los propios resultados”.

Ser una empresa afincada en las Palmas de Gran Canarias no siempre ha sido fácil para ellos, según relatan sus fundadores. Aunque ahora el panorama es diferente: “Nuestra ubicación en Canarias representó un desafío al principio. Sin embargo, logramos convertir este obstáculo en una ventaja al desarrollar sistemas compactos y fáciles de transportar. Gracias a esto, la internacionalización ha sido un proceso relativamente sencillo porque nuestros equipos son altamente portátiles y se pueden instalar rápidamente en una amplia variedad de aeronaves locales”.

¿Cómo comenzó todo?

José María y Tomás estudiaron juntos en la Universidad de las Palmas de Gran Canaria. Tras graduarse en 1996, ambos crearon sus propias empresas por separado. José María se especializó en líneas eléctricas mientras que Tomás se enfocó en temas marinos. Hasta que un buen día, decidieron unir sus caminos: “José María me llamó por teléfono para proponerme un proyecto. Había tenido la idea de montar sensores en drones para realizar estos mapeos, un concepto completamente futurista para esa época”, relata Tomás.

Comenzaron con recursos propios, sin financiación externa ni subvenciones. Entre 2004 y 2008 trabajaron en paralelo con sus compañías individuales, cuyos ingresos sostenían el proyecto de investigación y desarrollo. Querían crear un sistema de cartografía aérea portátil, económico y competitivo frente a las grandes infraestructuras de las multinacionales, “que dependían de aviones y elevados costes operativos”, explican. Hasta que en 2008 el proyecto alcanzó otra dimensión.

“Ese año tuvimos la madurez suficiente para formalizarnos como empresa”, explica Tomás. El siguiente momento clave llegó en 2012, cuando la empresa no solo operaba sus propios sensores, sino que logró vender su tecnología a terceros. Con el tiempo, absorbió las compañías individuales de sus fundadores, integrando todas sus operaciones y expandiéndose a nuevos nichos de mercado.

Aerolaser acaba de inaugurar sus nuevas instalaciones en Las Palmas de Gran Canaria, algo que, según cuentan los fundadores, ampliará su capacidad: “Hemos concentrado todo el esfuerzo en este nuevo centro tecnológico. Creemos que esto nos abrirá muchas oportunidades para avanzar en la industrialización y el desarrollo de productos tecnológicos de alta demanda. Además, aspiramos a incursionar en el sector aeroespacial y comenzar a comercializar nuestros productos a nivel internacional. Nos encontramos en un momento clave para lograrlo, aunque será necesario establecer las alianzas estratégicas adecuadas y encontrar los canales de comercialización idóneos. Estamos plenamente enfocados en este proceso”.

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