La odisea de tener una casa antes de los 30: el 80% compraría una pero solo el 25% es propietario

La odisea de tener una casa antes de los 30: el 80% compraría una pero solo el 25% es propietario



La vivienda se ha convertido en los últimos años en uno de los principales, sino el que más, problemas sociales de Castilla y León y de España. Y su cruda realidad se vuelve más hiriente cuando los números se ponen encima de la mesa para poner negro sobre blanco la odisea que supone para los jóvenes el acceso a una vivienda en propiedad. Dos tercios de los castellanos y leoneses entre los 18 y los 30 años viven de alquiler y solo uno de cada cuatro lo hace en una vivienda en propiedad. Y es que la juventud recurre al alquiler ante la imposibilidad de comprar, ya que más del 80 por ciento de las personas jóvenes emancipadas en la Comunidad que viven de alquiler compraría una casa si tuvieran la oportunidad. Datos que saca a la luz el estudio ‘Tocando techo. La juventud frente al problema de la vivienda’, elaborado por el Consejo de la Juventud de Castilla y León, que destaca que la mayor parte (82,8%) de los jóvenes emancipados comparte vivienda para compartir gastos. Únicamente el 17% vive en solitario por la incapacidad para hacer frente en solitario al pago de un alquiler o una hipoteca.

El coste medio de un alquiler de una vivienda completa en la Comunidad, según la encuesta, ronda los 526 euros, mientras que seis de cada diez personas compró una casa por menos de 100.000 euros. La media de amortización de la hipoteca es 15,3 años y casi la mitad necesitó ayuda para pagar la entrada a la vivienda, teniendo en cuenta la escasa capacidad de ahorro, que es de 17.500 euros, tal y como explicaron durante la presentación del informe la presidenta del Consejo de la Juventud, Sandra Ámez, quien estuvo acompañada por el presidente del CES, Enrique Cabero; la presidenta de la FRMP, Ángeles Armisén; y la directora general de Vivienda de la Junta, María Pardo.

El informe, que se ha elaborado tras la realización de 500 entrevistas entre jóvenes de 18 a 30 años, hace hincapié en que el camino a la emancipación no es «estable», ya que el 43% de los encuestados tuvo la «suerte» de vivir en una sola vivienda, desde que decidieron salir del hogar familiar pero casi la mitad, el 47%, ha pasado por entre dos y cuatro viviendas. 

La presidenta del Consejo de la Juventud, Sandra Ámez, apuntó que hablar de vivienda es abordar el presente y futuro de Castilla y León pero también de oportunidades y la atracción y la retención del talento en la Comunidad. Añadió que, a pesar de las dificultades, existe un «fuerte» deseo de acceder a una vivienda en propiedad. «La situación actual refleja una juventud con aspiraciones de independencia, pero con serias limitaciones estructurales. La estabilidad laboral y el acceso a una vivienda accesible son las principales dificultades». En este sentido, Ámez reclamó políticas públicas que faciliten la emancipación juvenil.

Por su parte, el presidente del CES de Castilla y León, Enrique Cabero, apostó por la necesidad de incorporar nuevas medidas de los poderes públicos en política de vivienda y mayor colaboración institucional para incorporar medidas de ayuda para los jóvenes. Por último, la directora general de Vivienda, María Pardo, aseguró que toda la política de la Junta tiene como «prioridad» a los jóvenes. En este punto se refirió a la línea de los avales puesta en marcha el año pasado de la que ya se han beneficiado a 1.200 familias jóvenes en la Comunidad.

Solo uno de cada cuatro jóvenes logra ahorrar más de 300 euros

La precariedad económica, con muchos jóvenes que no cuentan con un salario como «fuente principal» de ingresos, al percibir menos de mil euros netos mensuales y disponer de una capacidad de ahorro «muy limitada»; la inestabilidad laboral, con contratos temporales o a tiempo parcial; el elevado precio de la vivienda y la dificultad para encontrar casas en el medio rural abocan a que la tasa de emancipación juvenil en Castilla y León alcanzara el 14,4 por ciento en el primer semestre de 2024, que son cuatro décimas menos que la media nacional. Y es que, un 39% de jóvenes gana menos de 1.000 euros netos al mes y un 41% se sitúa entre los 1.000 y los 1.999.

Tras pagar suministros y la vivienda, el ahorro medio ronda en torno a los 255 euros mensuales, pero sólo uno de cada cuatro jóvenes logra ahorrar más de 300 euros. En cambio, casi la mitad, un 47%, ahorran menos de 100 euros al mes y un 43% tiene que recurrir a ahorros previos para llegar a fin de mes. «Al final, cuando abordamos con esta escasa capacidad de ahorro, vemos que también tiene un impacto directo en las personas jóvenes», añadió Ámez. Aunque la mayoría, un 68 por ciento, paga la vivienda con sus ingresos, casi un 19% necesita ayuda parcial y en un 13% de los casos se encargan íntegramente de esa totalidad del pago otras personas. 





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