La justicia avala las primeras sanciones a Glovo por emplear 3.500 falsos autónomos en Barcelona
Tras años pendiente de sentencia, la justicia ha avalado las primeras sanciones a Glovo por emplear falsos autónomos en la ciudad de Barcelona. El juzgado de lo social número 11 de la capital catalana ha dado por buena la actuación de la Inspección de Trabajo y obliga a regularizar a un total de 3.572 ‘riders’ que hasta 2019 operaban como trabajadores por cuenta propia para la aplicación de reparto a domicilio. Es el fallo más numeroso en cuanto a mensajeros que sale en contra de la compañía de las mochilas amarillas, que años después ve como la justicia le censura por el modelo laboral que ahora está abandonando.
«Los repartidores no organizaban su trabajo, no negociaban condiciones ni recibían el pago directamente de los clientes. Su autonomía se limitaba a elegir el medio de transporte y la ruta a seguir, lo que demuestra la existencia de las características esenciales de una relación laboral conforme al artículo 1.1 del Estatuto de los Trabajadores. El sistema de asignación algorítmica de servicios, la supervisión constante y la posibilidad de sanción revelan un poder empresarial efectivo», recoge la sentencia a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO.
Los ritmos de la justicia española no son los de entregas ultrarrápidas en los que se mueve Glovo. Barcelona, en 2019, fue la primera gran ciudad de España que censuró el modelo laboral de Glovo y determinó que sus mensajeros debían operar como asalariados, no como autónomos. Y que con dicha práctica lo que estaba haciendo Glovo era ahorrarse dinero en costes laborales. Seis años han transcurrido desde que la autoridad laboral emitió su fallo y la jurisdicción de lo social lo ha avalado. Como ha ido ocurriendo en la gran mayoría de juzgados de toda España, y con distintas compañías del ‘delivery‘, los requerimientos de la Inspección se han ido atascando y, mientras, las compañías de reparto han seguido operando con modelos que hoy se confirman fraudulentos.
Los plazos judiciales han ido a tal ritmo que la Inspección ha llegado a emitir nuevas sanciones por reincidencia a Glovo antes incluso de que se hubieran confirmado las primeras. En Barcelona, sin ir más lejos, en 2022 la autoridad laboral sancionó con 63,2 millones de euros por emplear a 8.331 falsos autónomos. No en todas las ciudades el criterio ha sido el mismo y los tribunales tumbaron, por ejemplo, en Madrid el acta de Inspección. No ha sido así en Barcelona.
Glovo tendrá que abonar los requerimientos que la Seguridad Social le reclama por esos 3.572 ‘riders’ barceloneses o seguir recurriendo judicialmente. Parte de esos repartidores han recibido en las últimas semanas propuestas de contrato laboral, pues la compañía, después de varios varapalos judiciales e inmersa en una investigación por delitos penales contra los derechos de los ‘riders’, ha decidido cambiar de modelo laboral y no repartir más con autónomos. El objetivo de la compañía es culminar la transición hacia su modelo laboral antes de julio.




.png?1750344811&w=150&resize=150,150&ssl=1)

.png?1750076098&w=150&resize=150,150&ssl=1)






.png?1749639761&w=150&resize=150,150&ssl=1)
.png?1749559682&w=150&resize=150,150&ssl=1)