La entrada de Turkish Airlines en Air Europa busca poner punto y final al rescate del Gobierno
Air Europa busca poner punto y final al polémico rescate del Gobierno tras la pandemia con la entrada de la aerolínea Turkish Airlines en su accionariado por 300 millones de euros. A falta de que se haga oficial a través de un comunicado, la aerolínea turca concederá a la compañía de la familia Hidalgo un préstamo de 275 millones, que se transformarán en acciones una vez que esté la operación autorizada por los organismos reguladores competentes, y destinará otros 25 millones a la compra de acciones. El objetivo de Globalia con este dinero es pagar el controvertido crédito que vincula a la compañía con el Gobierno de Pedro Sánchez.
La pandemia del Covid-19 arrastró a la segunda aerolínea española a una grave crisis financiera, que incluyó la frustrada compra por parte de IAG, la matriz de Iberia. En 2019, la principal aerolínea española anunció la adquisición de su competidora por valor de 1.000 millones de euros, pero el coronavirus puso en pausa la operación y la llevó a ser renegociada en 2021 a mitad de precio. Finalmente, la Comisión Europea alegó problemas de competencia e Iberia desistió el verano pasado de seguir en su empeño.
A esto se suma el rescate de la aerolínea por parte del Gobierno español. Por un lado, el Ejecutivo concedió a Air Europa un crédito avalado por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) de 141 millones. Por otro, le lanzó un balón de oxígeno de 475 millones de euros a través del fondo de rescate de empresas estratégicas gestionado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI): 240 millones con un crédito participativo y otros 235 millones de euros de otro ordinario, que vencerán en noviembre de 2026, seis años después de haberlos firmado y que la aerolínea quiere saldar antes.
Air Europa no fue la única aerolínea que entonces acudió a la SEPI, también lo hicieron otras como Volotea, Air Nostrum o Plus Ultra. Pero su operación ha estado en el ojo del huracán por su asociación con la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez. El juez que investiga a Begoña Gómez, Juan Carlos Peinado, ha tratado, sin éxito, de investigar el rescate de Air Europa por parte del Gobierno de Pedro Sánchez. Pero hasta en tres ocasiones la Audiencia Provincial de Madrid ha frenado al magistrado al considerar que las pesquisas que él ha intentado promover han quedado “fuera del objeto de la investigación».
Además, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil apuntó en un informe que el exministro de Transportes José Luis Ábalos pudo haber recibido una dádiva a cambio de favorecer el rescate de la compañía española. En concreto, los agentes desvelan que Ábalos disfrutó, justo después del rescate, de unos días de vacaciones “gratis” en un chalé ubicado en Málaga. Por eso, consideran que pudo tratarse de una contraprestación por facilitar las ayudas: «Esto sale gratis por las molestias generadas», le dijo Koldo García a su entonces jefe.
Autorización del Gobierno
El Gobierno español tiene también algo que decir respecto a la entrada de Turkish Airlines en Air Europa, puesto que debe dar su autorización a la compra, en virtud de la normativa de control de inversiones, ya que se trata de la entrada de capital extranjero en una empresa estratégica española con un porcentaje superior al 10% de su capital social. La aerolínea, de mayoría estatal turca, se convertirá, así, en el segundo accionista de Air Europa, con entre el 26% y el 27% del capital, por detrás de Globalia y por delante de IAG.
Tanto Globalia como IAG han mantenido su participación del 80% y del 20%, respectivamente, tras acudir proporcionalmente a la ampliación de capital finalizada el pasado diciembre para evitar que Air Europa entrase en causa de disolución el año que viene debido a las pérdidas que lleva acumulando desde la pandemia y el deterioro de su patrimonio neto tras agotarse la moratoria de dos años aprobada por el Gobierno. Entonces, Air Europa ejecutó una ampliación de capital por valor de 65 millones de euros, suscrita íntegramente por Globalia, mientras IAG realizó una aportación de 16 millones. Air Europa explicó que esta ampliación sería suficiente por sí sola para completar el cierre del presente ejercicio, así como para fortalecerse de cara a sus «planes de expansión a largo plazo».
Air Europa, que abrió el pasado mes de mayo una ruta con Estambul, confía en que la entrada de Turkish Airlines en su capital sirva para reforzar las operaciones sus operaciones en dos de los grandes aeropuertos del mundo: en el caso del aeropuerto de Madrid Barajas, al conectar Europa con Latinoamérica, y en el caso del aeropuerto de Estambul, al conectar con Asia.
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