La empatía y el amor se dan cita en Urgencias
Si uno creyera en esas cosas, diría que apellidarse Alegría y descubrir una vocación temprana por la Medicina eran señales difíciles de ignorar. Porque esta doctora, que hoy acumula tres décadas como médica de Urgencias, empezó pronto a intuir que la forma en que se aproximaba a los pacientes influía tanto en su proceso de sanación como en ella misma; cosas que todos sus años de carrera y especialización no habían conseguido abarcar. Buscando respuestas, empezó a viajar y a interesarse por otras culturas, y comprobó de primera mano cómo los pacientes mejoraban cuando eran tratados con empatía y amor. Pero hablar de la relación entre las emociones y las patologías de cualquier tipo no siempre ha sido fácil: cuando, hace 30 años, conversaba con sus compañeros sobre la posibilidad de que, por ejemplo, un miedo estuviera detrás de un dolor de espalda, se reían y no la tomaban en serio.
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