La digitalización, una oportunidad de inversión estratégica
Aquellas compañías capaces de aprovechar el potencial de los datos, la tecnología y el talento digital no solo están resistiendo mejor el cambio, sino que están generando ventajas diferenciales sostenidas en el tiempo.
Esta transformación no es solo tecnológica, es estructural. Desde nuestra experiencia en Making Science, observamos cómo las organizaciones que integran datos, tecnología y talento en procesos interconectados ganan velocidad, adaptabilidad, solidez y eficiencia operativa. Esa es la diferencia entre una empresa que resiste y una que lidera. La digitalización permite anticiparse al mercado, automatizar con inteligencia, y poner al cliente en el centro de decisiones más ágiles y eficaces.
En este sentido, el papel de la inteligencia artificial en este proceso es decisivo. La encuesta anual de Boston Consulting Group a más de 200 directores de marketing revela que el 71% planea invertir más de 10 millones de dólares anuales en GenAI en los próximos tres años. La generación de vídeo, la personalización avanzada y los agentes inteligentes se encuentran entre las prioridades más inmediatas de los CMO, lo que anticipa un cambio profundo en la forma en la que se gestionan las relaciones con los clientes, los procesos internos y la activación de los datos.
En paralelo, sectores clave como el retail, el turismo o la banca están mostrando casos de éxito donde la digitalización ha permitido no solo ganar eficiencia, sino abrir nuevas líneas de ingresos, redefinir modelos de relación con el cliente o automatizar operaciones con un retorno directo en rentabilidad. La madurez tecnológica alcanzada, junto con una mayor capacitación de los equipos y una visión estratégica de largo plazo, ha convertido a muchas de estas compañías en líderes de sus industrias.
Para el inversor, este contexto representa una ventana de oportunidad única. Hoy más que nunca, la transformación digital no solo define la competitividad de las compañías, sino también el potencial de quienes las acompañan en ese proceso. Invertir en quienes están en el centro de esa transformación, impulsando la innovación tecnológica, generando conocimiento aplicado y conectando a marcas y usuarios a través de la inteligencia artificial, es apostar por el presente y el futuro del crecimiento económico.
La digitalización ya no es una promesa, sino una realidad con impacto tangible en márgenes, eficiencia y generación de nuevas líneas de negocio. En este contexto, dirigir el capital hacia compañías que lideran la implementación de tecnologías como la inteligencia artificial, la automatización avanzada o la activación de datos representa una estrategia de inversión alineada con los vectores de crecimiento más relevantes del mercado debería convertirse en una apuesta ganadora. Identificar y acompañar a los actores que están facilitando esta transformación permite posicionarse con visión a largo plazo en sectores en plena redefinición.














