La cooperativa Dikar del Grupo Mondragon se interesa por Ternua para salvarla del concurso
La cooperativa arrasatearra Dikar -integrada en la Corporación Mondragon y especializada en el sector de la caza, equipamiento y ropa para actividades al aire libre- … se ha interesado por la unidad productiva Ternua, según ha podido confirmar este periódico. Un movimiento en paralelo al proceso concursal voluntario del conglomerado Ternua Group, y que se produce tras el aval de los juzgados a la venta de otro de los negocios, Loreak Mendian, a uno de sus propios fundadores.
Aunque hay negociaciones en marcha y se trata de una operación que aún puede estar lejos de cristalizarse, fuentes conocedoras del proceso apuntan que este movimiento encaja con la estrategia de Dikar de reforzar su presencia en el segmento de ropa ‘outdoor’, donde busca crecer de forma orgánica y mediante adquisiciones complementarias. De hecho, una parte del personal de Ternua Group -compuesto por unos 180 trabajadores- ha pasado recientemente a trabajar en la citada cooperativa.
El interés de Dikar surge en un momento clave para el grupo textil de Arrasate, que desde el 13 de junio se encuentra en concurso voluntario de acreedores ante el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Donostia-San Sebastián, con una deuda global cercana a 16 millones de euros. La compañía, que agrupa las marcas Ternua, Loreak Mendian, Astore y Lorpen, busca asegurar la continuidad de su actividad y proteger el empleo, objetivo con el que trabaja la administración concursal, ejercida por Salaverria y Uzkudun (Mazarredo Auditores).
Continuidad de 18 empleos
Dentro de este proceso, Ternua Group ya ha cerrado una operación relevante. El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Donostia autorizó el 15 de septiembre la venta de la unidad productiva de Loreak Mendian a favor de Borobitex S.L. por un importe de 800.000 euros, según consta en la resolución judicial a la que ha tenido acceso este periódico.
Borobitex es una sociedad limitada de nueva creación con sede en Irun, constituida en junio por tres trabajadores vinculados a la marca, entre ellos Víctor Serna, uno de sus fundadores. La operación garantiza la continuidad de 18 empleos y contempla la subrogación de los contratos laborales, así como la transmisión de la propiedad industrial e intelectual, el ‘know-how’, los archivos comerciales, las bases de datos, el fondo de comercio y el inmovilizado material. También se mantienen los arrendamientos de las tiendas de Madrid, Donostia y Bilbao, junto con las licencias necesarias para operar. Además, la compradora asumirá ciertos créditos laborales y obligaciones con la Seguridad Social.
El auto judicial detalla que Borobitex cuenta con compromisos firmes de financiación externa por parte de El Calero Inversiones S.L. y Warriors Inversiones S.L., dos inversores independientes que aportarán hasta 1,5 millones de euros para el pago de la adquisición y el relanzamiento del negocio. Este respaldo, acreditado mediante carta formal, refuerza «la continuidad, solvencia y capitalización del proyecto», según el propio texto judicial.
Pese a todo, la venta de Loreak Mendian no estuvo exenta de objeciones. Fogasa y varias entidades financieras presentaron alegaciones cuestionando el precio, la forma de pago y la relación entre los fundadores de Borobitex y la concursada. También se apuntó una posible infravaloración frente a la tasación global de Import Arrasate S.L., matriz del grupo, cifrada en 28,3 millones de euros. Sin embargo, el juzgado consideró que la operación era «razonable, transparente y ajustada a la Ley Concursal», destacando que se limita exclusivamente a la unidad de Loreak Mendian. La resolución aclara además que los impulsores de Borobitex no son administradores ni socios de Ternua Group, sino trabajadores con experiencia y solvencia técnica respaldados por financiación independiente.
Escenario complicado
La venta de Loreak Mendian supone un alivio parcial en un escenario complicado. Ternua Group, con sede en Arrasate y planta de fabricación en Etxalar (Navarra), sigue buscando soluciones para las otras unidades del grupo, entre ellas Lorpen y Ternua, su marca insignia. No obstante, esta última ha despertado mucho interés en el mercado por su reputación, gran posicionamiento y valores de arraigo en el territorio.
En los últimos años, la caída del consumo global de ropa y calzado –más del 20% desde 2022– golpeó de lleno al sector y dejó a Ternua sin margen financiero. En 2023 superó los 34 millones de euros de ingresos, pero cerró en negativo. En 2024, la facturación descendió hasta 29,2 millones, confirmando una tendencia que desembocó en el actual concurso.











:format(jpg):quality(99):watermark(f.elconfidencial.com/file/bae/eea/fde/baeeeafde1b3229287b0c008f7602058.png,0,275,1)/f.elconfidencial.com/original/7b8/421/046/7b842104688d3deb68b6de20659e0bd4.jpg?w=150&resize=150,150&ssl=1)


