La batalla de los bancos ante los dividendos, ¿quién paga más al inversor?
La interminable OPA Hostil presentada el año pasado por BBVA sobre Banco Sabadell ha abierto de nuevo la caja de los truenos sobre una de las cosas que más gustan a los inversores de los bancos: su gran dividendo.
De hecho, para el perfil medio del inversor, especialmente el español, conservador, poco dado al trading y con gran interés por recoger ganancias vía dividendos, esta fórmula ha sido, especialmente desde la pandemia, la preferida de los bancos en España. Y este año, a pesar de los recortes continuados de tipos de interés en la eurozona, siguen siendo, con permiso de Indra, los grandes ganadores del Ibex 35 en lo que llevamos de año.
De hecho, el selectivo español ha cerrado los siete primeros meses del año con una revalorización del 24,5%, el IBEX 35 BANCOS, donde están integrados las seis grandes cotizadas españolas, un 63,25%, es decir dobla con creces su revalorización, mientras gana de calle al resto de sectores cotizados.
Primero, los bancos dejaron de pagar en especie, vía acciones, y entendieron que el pago en efectivo era el preferido de los inversores. Y después, en especial cuando se ganaba más o se desinvertía, como pagó en el caso de BBVA con sus activos americanos, se sumó la recompra de acciones.
Ambas fórmulas, de manera conjunta, en un momento en el que las remuneraciones con menos riesgo como las de los depósitos o la renta fija bajan de forma exponencial, y en un año de fuertes revalorizaciones para estos valores, todos en el Top10 del Ibex 35 se convierten en la razón perfecta para convencer de la compra de sus acciones.
Pero antes tanta posibilidad, el inversor ha de elegir. Y aquí entra la guerra abierta por sumar accionistas. Una opción que han aprovechado a las mil maravillas tanto BBVA como Sabadell.
En el caso de la entidad que dirige César González Bueno, ya, con la venta de TSB y el dividendo extraordinario propiciado por esa enajenación de la entidad británica al Santander, el aumento de la dotación con 2.500 euros para los accionistas, evidenciando así que no necesitan votar sí ante la oferta de BBVA para mejorar el valor de sus acciones, disparó su remuneración hasta el 26,2%.
De hecho, el 29 de agosto repartirá 0,07 euros por acción, 370,1 millones lo que representa repartir el 37% de lo conseguido en el primer semestre que asciende a 975 millones de euros.
Ya en diciembre, el 29 en concreto, llegará el siguiente pago, por lo que, en total distribuirá 1.300 millones de euros en conjunto sobre sus accionistas durante 2025, junto con la recompra de acciones.
En su nuevo Plan Estratégico 2025-2027, se espera que el pago en concepto de dividendos alcance los 6.300 millones de euros, con las cuantías mencionadas arriba y el reparto del 60%, el payout, de los beneficios obtenidos a lo largo y ancho de ese periodo.
Mientras, desde BBVA no quieren quedarse atrás, 36.000 millones entregará a sus accionistas en cuatro años, sumando tanto la recompra de acciones como el pago del dividendo.
Eso supone una rentabilidad por dividendo del 8% y sin tener en cuenta, en este caso, a Sabadell, para mostrar músculo financiero ante los accionistas de cara a la OPA. Tal y como destacan desde Renta 4, además 13.000 de esos millones se repartirán en el corto plazo.
Pero esta guerra abierta, implica además que el resto de entidades deben mostrar sus cartas para adquirir atractivo frente a lo que ofrece la competencia. Desde Banco Santander, el pasado 1 de julio indicó que destinará hasta 10.000 millones de euros para remunerar al accionista en forma de recompra de acciones, correspondientes a los resultados de 2025 y 2026, así como al capital excedente previsto.
La entidad refrendaba su actual política de remuneración correspondiente a los resultados de 2025, que se mantendrá igual que la aplicada para los resultados de 2024, y consistirá en una remuneración total al accionista de aproximadamente el 50% del beneficio reportado del Grupo (excluyendo impactos no monetarios y sin efecto en ratios de capital), distribuida en partes aproximadamente iguales entre dividendos en efectivo y recompras de acciones.
Ya desde Caixabank, la idea es repartir entre el 50 y el 60% del beneficio, refrendado en Consejo de Administración en enero, en dos pagos, en noviembre el primero y un dividendo complementario, que debe aprobar la Junta, en abril próximo.
El rango de reparto, entre los 885 y los 1.181 millones, sumado además al sexto programa de recompra de acciones, por valor de 500 millones de euros, anunciado en enero y comenzado en junio.
Desde Unicaja no han querido ser menos y, con motivo de la presentación de sus resultados han elevado a doble dígito la remuneración al accionista, elevando su dividendo.
En concreto, se trata del reparto de un dividendo a cuenta de 169 millones de euros, lo que equivale a 6,6 céntimos por acción, un 10% superior al dividendo repartido en 2024. Este pago se realizará el próximo 25 de septiembre y representa el 50% del beneficio neto consolidado de la entidad durante el primer semestre del año.
Y por último, Bankinter, que pagaba en junio su primer dividendo a cuenta de 2025, 0,15029 euros por acción y su rentabilidad es del 5,1% inferior a la del resto de sus competidores. Pero hablamos de tres pagos añadidos, con cargo a esos beneficios del año en curso.