La banca europea pide quitar barreras para potenciar las operaciones transfronterizas

La banca europea pide quitar barreras para potenciar las operaciones transfronterizas



La Asociación Europea de Mercados Financieros (Afme) considera que las divergencias en la regulación y supervisión bancaria entre los diferentes países europeos frena el potencial del sector para crecer más allá de las fronteras nacionales, por lo que llama a unificar reglas y eliminar barreras para competir con otras grandes potencias.

En un informe sobre el estado de la Unión Bancaria publicado este martes, la organización — que representa a más de 150 entidades europeas de servicios financieros, incluidos grandes bancos — destaca que existen barreras fruto, sobre todo, de la discreción que se da a los Estados para aplicar las normas comunitarias.

«Los bancos en Europa afrontan un laberinto de reglas nacionales, esquemas de garantía de depósitos fragmentados y prácticas supervisoras incoherentes. Esta complejidad hace que, por ejemplo, potenciales fusiones transfronterizas se tornen en negociaciones costosas e interminables, desalentando la consolidación que podría hacer al sector más competitivo», apunta la directora de Capital y Gestión de Riesgo de AFME, Caroline Liesegang.

El documento subraya que en Europa los servicios bancarios transfronterizos siguen siendo «mínimos» y las fusiones y adquisiciones transfronterizas han caído en las últimas dos décadas, lo que limita la consolidación y el aumento de la eficiencia del sector.

Afme estima que los grupos bancarios de la UE tienen difícil lograr economías de escala más allá de los 450.000 millones de euros en activos debido a la fragmentación regulatoria y las persistentes barreras, lo que también mina su competitividad frente a sus rivales globales.
Entre las «lagunas» detectadas, Afme considera «crítica» la falta de exenciones transfronterizas a los requisitos de capital y liquidez — que eximirían de que cada entidad de un grupo tenga que cumplir los requisitos nacionales de manera individual— puesto que ello dificulta la transferencia de recursos entre la matriz y las subsidiarias y desanima a las entidades a operar más allá de sus fronteras. Esto hace que más de 225.000 millones de euros en capital y 250.000 millones en liquidez estén «atrapados» en subsidiarias de grandes bancos, señalan. Y consideran que los requisitos de fondos propios y pasivos que la UE exige son «excesivos» en comparación con EE UU.



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