“La austeridad no ha funcionado en ningún país del mundo”, dice Lula
La décima reunión de la junta de gobernadores del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) de los BRICS se celebró este viernes en Río de Janeiro, marcando un hito importante para la cooperación económica entre las naciones emergentes. Los temas centrales giraron en torno a la colaboración, nuevos formatos de financiamiento, la reducción de la vulnerabilidad económica y el desarrollo sostenible.
En un evento cerrado, Dilma Rousseff, presidenta del NBD, dio la bienvenida a los asistentes, que incluían a embajadores, cónsules generales y presidentes de bancos centrales. Rousseff destacó la creación del banco en 2015 como una respuesta a los enfoques y condicionalidades impuestas desde organismos financieros internacionales, subrayando las proyecciones para la próxima década.
- Creación del Nuevo Banco de Desarrollo
- Perspectivas para la Próxima Década
- Nuevas Formas de Financiamiento
- Gobernanza y Cooperación
Creación del Nuevo Banco de Desarrollo
El NBD fue fundado en 2015 con el objetivo de movilizar recursos para proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible en los países BRICS y otras economías emergentes. Dilma Rousseff explicó que el banco se estableció como una alternativa a las instituciones financieras tradicionales, ofreciendo una respuesta más equitativa y sin condicionalidades estrictas.
Rousseff subrayó que el NBD no busca reemplazar a ninguna entidad existente, sino complementar las estrategias de desarrollo global. «No pretendemos sustituir a nadie, pero buscamos demostrar que hay más de una manera de promover el desarrollo», afirmó la presidenta del banco.
Perspectivas para la Próxima Década
Durante su intervención, Dilma Rousseff destacó la importancia de consolidar el liderazgo del NBD en la próxima década. El banco tiene como misión principal promover un desarrollo equitativo, sostenible y autónomo en un mundo multipolar, donde múltiples centros de poder económico y político coexisten.
Rousseff afirmó que, aunque la primera década del NBD sentó las bases, el futuro requerirá un fortalecimiento continuo para enfrentar desafíos globales como el cambio climático, la desigualdad económica y la inestabilidad financiera. «Apenas estamos empezando. En nuestra primera década, el NBD sentó las bases. En la próxima década, debemos consolidar nuestro liderazgo para un desarrollo equitativo, sostenible y autónomo en un mundo multipolar», concluyó.
Nuevas Formas de Financiamiento
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, también participó en la apertura de la reunión, enfatizando la necesidad de innovar en los métodos de financiamiento para superar el déficit de inversión existente en muchos países en desarrollo. Lula destacó que el NBD es más que un banco para países emergentes; representa la posibilidad de un nuevo modelo de desarrollo más justo.
Lula argumentó que los métodos tradicionales de financiamiento, basados en la austeridad y las condiciones impuestas por instituciones financieras internacionales, han fracasado en mejorar las condiciones económicas de los países más pobres. «El modelo de austeridad no ha funcionado en ningún país del mundo. La supuesta austeridad, regida por las instituciones financieras, ha empobrecido aún más a los países», afirmó.
Gobernanza y Cooperación
Rousseff también abordó la estructura de gobernanza del NBD, destacando la igualdad entre los miembros y la legitimidad de su misión. La gobernanza equitativa es fundamental para garantizar que todas las naciones participantes tengan voz y voto en las decisiones estratégicas del banco.
Además, se hizo hincapié en la cooperación como pilar para reducir la vulnerabilidad económica de los países en desarrollo. «Los aranceles, las sanciones y las restricciones financieras se utilizan como herramientas de subordinación política. Y el sistema financiero internacional sigue siendo profundamente asimétrico, imponiendo las mayores cargas a quienes tienen menos recursos. La situación exige más cooperación, no menos», declaró Rousseff.
Lula también hizo un llamado a los inversores globales, señalando que es necesario demostrar al mundo que es posible construir un modelo de financiamiento sin condiciones restrictivas. Este enfoque busca no solo aliviar la pobreza actual, sino también evitar que las economías de los países más vulnerables se deterioren aún más en el futuro.
El liderazgo del NBD se considera crucial para contrarrestar la falta de dirección clara a nivel internacional, especialmente en ámbitos como la acción de la ONU y la gestión de crisis humanitarias. Rousseff y Lula coincidieron en la necesidad de un liderazgo más fuerte y coordinado para enfrentar los desafíos globales contemporáneos.
El NBD también se posiciona como un actor clave en la financiación de proyectos de infraestructura verde y sostenible, alineándose con los objetivos globales de reducción de emisiones y mitigación del cambio climático. Estos proyectos no solo benefician a los países receptores, sino que también contribuyen al bienestar global y a la estabilidad ambiental.
El NBD continúa expandiendo su alcance y su capacidad de influencia, consolidándose como una institución financiera fundamental para el futuro económico de las naciones emergentes. Con una misión clara y un enfoque inclusivo, el banco está bien posicionado para liderar iniciativas que promuevan un crecimiento económico más equitativo y sostenible en todo el mundo.















