La AIJEC ficha a la fundadora y presidenta de Juno House como asesora estratégica
Para Juno House es una forma de tender nuevos puentes en plena fase de expansión. Para AIJEC, la oportunidad de desplegar una nueva estrategia que feminice algo más su asociación. La Asociación Independiente de Jóvenes Empresarios de Catalunya acaba de renovar su junta y ha aprovechado el primer acto oficial de la nueva comitiva para anunciar que han fichado a Natalie Batlle, cofundadora y presidenta del club privado femenino Juno, como asesora estratégica para potenciar el emprendimiento y liderazgo femenino dentro de la entidad.
Así lo han anunciado en la comida para socios que celebra la entidad periódicamente, en la que el nuevo presidente de la asociación empresarial, Vicenç Del Mar Mullor, ha entrevistado a Batlle ante varios de los socios. En la conversación, él ha aprovechado para enumerar lo que ha hecho la nueva junta en los pocos meses que lleva constituida: reforzar alianzas institucionales como con ESIC o el Cercle d’Economia, hacer colaboraciones con CECOT Joves o Agem, o llegar a este acuerdo con la emprendedora protagonista de la jornada, en lo que se ha planteado como la posible antesala de una colaboración más estrecha entre una y otra asociación.
De momento, la idea es que Batlle asesore a los asociados de AIJEC en materias como la igualdad, el liderazgo inclusivo o la comunicación estratégica.
Tal como ha repasado la propia empresaria, su carrera como emprendedora en Barcelona no se entiende sin su pasado. Nacida en Estados Unidos tras el matrimonio entre una americana y un investigador catalán que emigró para desarrollar su carrera allí, Batlle prácticamente empezó su andadura profesional como asesora de comunicación participando en la campaña de Barack Obama. Aquello le confirmó que estaba en la profesión adecuada para ella, y la ejerció a caballo entre Nueva York y Barcelona. “Finalmente, decidí mudarme a Barcelona, pero echaba mucho de menos New York: si no hubiese sido por eso, Juno no existiría”, resume.
Se refiere a que encontró que a Barcelona le faltaba un punto de la cultura neoyorkina. Ese ambiente de los clubs exclusivos, ese soñar grande y ese saber que todo es posible. Juno era el proyecto que respondía a todo esto, y el parón de la pandemia la ayudó a convertirlo en realidad.
Este abril, el proyecto ha cumplido su tercer aniversario, convertido tanto en club privado solo para mujeres, como en negocio que realiza eventos y genera contenidos para otras empresas, un ala que les está ayudando en la parte de obtener rentabilidad del club.
“Ahora estamos empezando a ver como podemos tener más impacto social y como disponer de un barómetro para medir ese impacto”, ha reflexionado. Además, tienen el foco puesto en expandir la marca más allá de Barcelona. Los asociados le han preguntado por ello, por qué mercados tiene en mente, pero Batlle no se ha querido mojar. La otra gran pregunta es si están abiertas a aceptar a hombres. “Como invitados, sí, como miembros…”, parecía dejar en el aire Batlle. Luego, sin embargo, ha sido algo más directa.
El mundo funciona como un péndulo, ha venido a decir, a oleadas o tendencias. “Está súper de moda durante 3 años apoyar a mujeres y luego, de golpe, no; la gente sigue pensando que apoyar a mujeres es una moda y no es una moda, es un movimiento”, se ha explicado. “Juno nació con el norte muy claro, y aunque tenemos que ir evolucionando para sobrevivir, crecer y ser más rentables, también tenemos que mantener nuestros valores”, ha zanjado.
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