¿Invertir en oro? Estas 5 materias primas podrían superar su rendimiento en 2026
En 2025, las materias primas han mostrado una notable resiliencia, con el índice TR de Bloomberg subiendo un 7% desde enero hasta septiembre, pese a la guerra comercial, los aranceles y las tensiones geopolíticas. El comercio no se ha desplomado, sino que se ha desviado hacia Asia y África, manteniendo la demanda.
Según los expertos, destacan el Oro, la Plata y el cobre, con el oro como gran protagonista, impulsado por un dólar debilitado, la compra de unas 1.000 toneladas anuales por parte de los bancos centrales y factores como incertidumbre comercial, tensiones geopolíticas y déficits fiscales de más de 3 billones de dólares proyectados en EEUU para la próxima década. Se prevé que el oro pueda alcanzar los 3.850 dólares por onza en 2026.
Y aunque podría haber cierta presión a corto plazo sobre materias primas cíclicas, el consenso es que el riesgo a la baja es limitado gracias al potencial estímulo de China y a un probable ciclo de recortes de tipos en EEUU.
Riesgos y factores fundamentales a tener en cuenta
Hasta ahora, desde Vontobel, a través de Kerstin Hottner, directora de materias primas de Quantitative Investments señalan que los elevados márgenes han permitido absorber la mayor parte de los aranceles, pero en el cuarto trimestre ese impacto llegará al consumidor. Esto puede reducir la renta disponible y el gasto en 2026, debilitando el crecimiento económico y, con ello, la demanda de materias primas. Aun así, confían en que la Reserva Federal tenga margen para recortar tipos, y creen que los metales preciosos serán una buena cobertura ante estos riesgos macroeconómicos.
En cuanto a factores fundamentales, a medio y largo plazo, Kerstin Hottner ve que la oferta, la demanda y las existencias siguen siendo los factores clave para el mercado, mientras que a corto plazo son los eventos geopolíticos o incluso el clima los que generan volatilidad. Y añade que “pese a guerras y sanciones, el abastecimiento de petróleo siempre ha llegado al mercado cuando la demanda lo ha requerido, y aunque los flujos comerciales se han reestructurado, el suministro no se ha visto afectado. Por eso, la prima de riesgo geopolítico que infló los precios en 2022 se ha ido reduciendo con el tiempo”.
Por su parte, Gabriel Justiniano, analista de fondos de inversión de Tressis afirma que los inversores deben vigilar las dinámicas de oferta y demanda, así como el impacto de la geopolítica y las tensiones comerciales, que están influyendo tanto en metales preciosos como en materias primas básicas. “De cara a 2026, se suman riesgos por cambio climático y transición energética, que pueden aumentar la volatilidad. Para mitigar estos riesgos, la diversificación de cartera es clave para reducir la concentración y amortiguar posibles shocks del mercado”.
¿Qué hay más allá del oro?
Está claro que el oro no para de alcanzar máximos históricos, incluso, como hemos comentado antes, se prevé que pueda alcanzar los 3.850 dólares por onza en 2026, pero ahí más.
Nitesh Shah, Head of Commodities and Macroeconomic Research, WisdomTree señala que en 2025, “el Platino ha sido el activo más rentable gracias a un déficit de oferta persistente y a la demanda sostenida de vehículos con motor de combustión, mientras que la plata mantiene su papel de inversión apalancada al oro, subiendo históricamente un 1,4% por cada 1% que sube el oro. El estaño también se mantiene fuerte por su papel clave en la electrificación y su bajo peso en los costes de producción, lo que limita su sustitución. Por su parte, el cobre roza los 10.000 dólares por tonelada, impulsado por la fuerte demanda, problemas de suministro en minas y medidas de China que podrían reducir aún más la producción refinada”.
En este sentido, también está de acuerdo en ello Alberto Roldán, profesor de finanzas y economía que comenta que el platino y plata están repuntando, impulsados no solo por su papel como refugio, sino también por su uso industrial. “La corrección del amplio gap de precios frente al oro ha reforzado este movimiento, mientras que el impulso común para todos los metales preciosos sigue siendo la expectativa de recortes de la Fed y su capacidad para reflejar el riesgo macro y geopolítico”.
Fuente: Investing. Gráfico Plata
Por su parte, en Tressis afirman que predecir qué materias primas liderarán en 2026 es complejo por la influencia de factores macroeconómicos, geopolíticos y climáticos. “En los últimos años, las agrícolas han repuntado por el clima, mientras que platino y plata han brillado por su demanda industrial y su rol de refugio. En energía y metales industriales, la transición energética y la inversión en infraestructuras seguirán siendo clave. Por ello, la mejor estrategia es vigilar los fundamentos de cada mercado y mantener una cartera diversificada para equilibrar riesgos y oportunidades”.
Fuente: Investing. Gráfico Platino
Desde Vontobel creen que en los próximos meses, los metales industriales podrían sufrir por el enfriamiento de la demanda china, tras meses de compras anticipadas por aranceles, normativas y subsidios. Esto ya se refleja en mayores existencias en China. Sin embargo, este retroceso podría ser una oportunidad de entrada hacia finales de 2025, ya que en 2026 se espera un ciclo alcista apoyado por estímulos del gobierno chino para sostener su objetivo de crecimiento del 5%, recortes de tipos de la Reserva Federal y un fuerte impulso del gasto público y militar en EE. UU. y Europa.
Pablo García, director general de Divacons Alphavalue dice que el foco está en oro, plata y cobre: “la plata ha alcanzado niveles cercanos a 41 dólares, el cobre mantiene una alta demanda impulsada por la electrificación pese a su volatilidad, y ambos, junto al oro, concentran actualmente la atención del mercado”.
Y por último, Sergio Ávila, analista de IG destaca que el petróleo muestra una fuerte subida, pero mientras no supere con claridad la media de 200 días, que sigue bajista, el movimiento no se considera confirmado. “Si logra romperla y hace un pullback, se abriría un escenario alcista para entrar con una barrera call; si falla en ese intento y el estocástico cae por debajo de 80, el escenario sería bajista, dando opción a una barrera put para aprovechar una posible caída”.
¿Están caras o baratas? ¿Cómo podemos acceder a ellas?
Los expertos explican que el precio de las materias primas está guiado por la oferta y la demanda, pero también por factores como el clima, los eventos geopolíticos y la evolución del dólar, lo que complica evaluar si están caras o baratas. Ejemplos recientes lo ilustran: el café brasileño ha sufrido por fenómenos climáticos y ahora enfrenta presión extra por el arancel del 50% de EEUU, mientras que los metales preciosos e industriales y el petróleo parecen caros, en parte por la debilidad del dólar y la baja de reservas en la OCDE. En cambio, el gas natural y los cereales se mantienen baratos por menor demanda y cosechas récord. Por lo que las condiciones macro, geopolíticas y climáticas son determinantes clave en los precios actuales.
En cuanto al acceso a ellas, desde Tressis, Gabriel Justiniano recomienda invertir en materias primas mediante ETFs de réplica física o futuros, ya que ambos están respaldados directamente por el activo subyacente y evitan discrepancias entre el precio de la materia prima y el del vehículo de inversión.
Algo en lo que coincide Alberto Roldán, que cree que para un inversor no especializado, la mejor opción es invertir en ETFs, por su accesibilidad y eficiencia. “Como alternativa, se puede considerar la inversión en compañías mineras, aunque esta requiere mayor conocimiento y experiencia, por lo que resulta más adecuado delegar el análisis y la gestión en profesionales especializados”.
Mientras que desde WisdomTree, Nitesh Shah afirma que los ETP son la vía más eficiente y transparente para invertir en materias primas, ya que permiten exposición directa sin las complicaciones de la propiedad física ni la gestión activa que exigen los futuros. Además, “evitan el riesgo corporativo de las acciones de materias primas, renovando contratos de forma sistemática y transparente, lo que simplifica la inversión y mantiene la exposición al activo subyacente”.
Estrategias y consejos para el inversor
En este sentido, desde WisdomTree advierten de que para gestionar el riesgo en materias primas es clave ajustar dinámicamente la exposición a lo largo de la curva de futuros y mantener una diversificación sólida, incorporando activos poco correlacionados como el oro o los créditos de carbono. En una cartera equilibrada de acciones y bonos, creen que el peso óptimo de materias primas debería situarse entre el 17% y el 24%. Y en cuanto a las estrategias, “las asignaciones estratégicas a largo plazo resultan más adecuadas para la mayoría de los inversores, ya que capturan tendencias estructurales y aportan cobertura, mientras que las posiciones tácticas a corto plazo deben reservarse para perfiles con mayor experiencia, convicción y tolerancia al riesgo”.
Mientras que el profesor de finanzas y economía, Alberto Roldán señala que “invertir en materias primas exige un alto nivel de análisis económico y geopolítico, ya que factores como la fragilidad institucional y la dependencia externa complican el equilibrio del sistema internacional y hacen difícil acertar en este mercado”. En una cartera diversificada, para un perfil tradicional tipo 60/40, “lo recomendable es destinar al menos un 10% al oro de forma estructural y un porcentaje similar a otros activos clave como combustibles fósiles o uranio, evitando concentraciones excesivas”. Y en cuanto a estrategias, “la mejor opción para la mayoría es centrarse en tendencias de largo plazo y mantener una base sólida de inversión, evitando dejarse llevar por titulares o estrategias especulativas que solo son aptas para inversores muy experimentados”.
En conclusión, las materias primas se confirman como un activo clave en 2025, combinando oportunidades de crecimiento con riesgos que exigen gestión cuidadosa. El oro lidera el mercado, acompañado por plata, platino y cobre con gran potencial. La diversificación y la visión de largo plazo son esenciales para invertir con éxito. Los ETFs y ETPs se posicionan como las herramientas más eficientes y accesibles. Y la disciplina y el análisis riguroso son la clave para aprovechar este mercado sin excesos.
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