Inclusión y sostenibilidad como modelo de negocio en España

Inclusión y sostenibilidad como modelo de negocio en España



Al mismo tiempo, el 25 % de las empresas que participan en el estudio fueron fundadas antes del año 2000. Así, nos encontramos con un contexto interesante, en el que existen empresas afianzadas, con décadas de experiencia y recorrido y también cierta inquietud por crear más iniciativas de este tipo.

Inclusión social: clave en este tipo de empresas

“Cuando empezaron las empresas sociales en España, en los años sesenta y setenta, lo más importante que hacían era generar empleo para colectivos desfavorecidos, para personas con capacidades diferentes; es decir, personas con enfermedades mentales, discapacidades físicas, etcétera”, señala Alfred Vernis, profesor del Departamento de Dirección general y Estrategia en Esade.

“Este primer aspecto socioeconómico tiene muchísima importancia, aunque muchas veces no se le da la suficiente. Pensemos que algunas de estas personas, de no haber sido por estas iniciativas, estarían en su casa, consumiendo recursos públicos e impidiendo que sus familiares trabajaran. Sin embargo, se han incorporado a la fuerza laboral de nuestro país, pagan sus impuestos y permiten que sus familiares también trabajen”, señala Vernis.

Hoy en día, y de acuerdo con los resultados del estudio de Esade, el empresariado social en España sigue priorizando los fines sociales. En concreto, el bienestar de los colectivos más vulnerables. Los dos sectores que cuentan con más representación de este tipo de empresas son los que tienen que ver con la salud y el trabajo social y con la educación.

Casi siete de cada diez empresas sociales benefician a grupos específicos de personas

Como consecuencia, casi siete de cada diez empresas sociales benefician a grupos específicos de personas, como las que sufren problemas de salud mental, los desempleados de larga duración o las mujeres y las niñas. De acuerdo con Esade, lo más habitual es que las empresas sociales se adapten y se especialicen para responder a las necesidades específicas de un sector en concreto y así fomentar la inclusión social.

La sostenibilidad medioambiental también tiene su hueco

Del mismo modo, los tres Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS) que resultan más relevantes para estas empresas son el ODS número 10 (Reducción de las desigualdades), el 8 (Trabajo decente y crecimiento económico) y el 5 (Igualdad de género). Aquellos que tienen que ver con el medioambiente –como el 13 (Acción por el clima) o el 15 (Vida de ecosistemas terrestres)– reciben menos atención.

Eso no quiere decir que no existan iniciativas ligadas al medioambiente. “Tenemos un buen ejemplo en Sylvestris, un proyecto que desde hace más de 15 años se dedica a la repoblación forestal en lugares impensables utilizando drones y contratando trabajadores inmigrantes por toda la geografía española”, ejemplifica Vernis.



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