Ignacio Galán, el ‘arquitecto’ de un gigante energético mundial
En un panorama donde los relatos se desvanecen como azucarillos, los resultados de Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, se alzan como faro de una gestión empresarial excepcional. Su trayectoria es la de un visionario que ha transformado una pequeña compañía en un portaaviones global.
Cuando llegó a la eléctrica en 2001, después de haber creado Airtel -hoy Vodafone- y multiplicar por 30 la valoración de la teleco que se enfrentó al monopolio de Telefónica, puso en marcha una estrategia de crecimiento basada en la energía verde y la reducción de emisiones antes que nadie.
En los últimos 25 años, Iberdrola ha invertido 175.000 millones para consolidar su posición de liderazgo y expandirse desde España a Estados Unidos y el Reino Unido, países que ahora suponen dos terceras partes de su negocio. Junto a Iberdrola se ha producido un despliegue de empresas españolas que se han expandido al mundo. Esto le ha permitido dar servicio a más de 100 millones de personas en todo el planeta.
Pocos hubieran imaginado que el sueño inversor de un grupo de empresarios vascos se convertiría en el coloso que es hoy Iberdrola. Galán ha sido el artífice, un empresario con una personalidad inconfundible que ha impulsado al liderazgo cada empresa por la que ha pasado.
La solidez de su gestión es tal que, para un accionista experimentado, recomendar la compra de acciones de Iberdrola a su nieto es sinónimo de una apuesta ganadora. Los inversores que compraron acciones de Iberdrola en 2001 y hayan reinvertido los dividendos han obtenido una rentabilidad superior al 1.400%. Es un dato. Otro es que Iberdrola supera los 100.000 millones de capitalización, 10 veces más que en 2001. Además, se ha consolidado como la mayor eléctrica de Europa y una de las dos mayores del mundo, con un valor superior al de todas las energéticas españolas juntas y a la suma de todas las eléctricas de países como el Reino Unido, Alemania, Francia o Italia. La compañía, en máximos históricos en Bolsa, se encuentra a un paso de convertirse en la primera multinacional global del sector.
Galán, con una actitud en el trabajo que trasluce una segunda juventud, no solo ha demostrado una habilidad sin igual para el crecimiento empresarial, ha sabido adelantarse en un terreno hoy fértil: el de la transición energética. Iberdrola es el referente global en energías renovables y redes inteligentes.
Es cierto que el éxito a menudo despierta recelo y envidia, pero, despojados de prejuicios, la acumulación de logros de Ignacio Galán no admite controversia. Mientras las palabras pueden ser cera que se derrite al paso de un telediario, los hechos de su gestión son de acero. Por eso, hoy la prestigiosa universidad pública Pompeu Fabra le entrega el premio Business Person of the Year.














