Galán transforma Iberdrola en una empresa centrada en redes eléctricas y en Reino Unido y EE UU
Iberdrola consolida el cambio en su apuesta de modelo de negocio. Y la compañía tiene claro cuáles son «sus prioridades: las redes eléctricas reguladas; y … también cuáles son los principales destinos geográficos: el Reino Unido y los Estados Unidos». Con esa contudencia lo anota su nuevo plan estratégico. La eléctrica vasca avanza así en la apuesta por centrar su operativa en el desarrollo de las redes que transportan la electricidad desbancando así a la actividad de generación energética.
Para este plan invertirá 58.000 millones hasta 2028. Casi dos terceras partes de ese importe se irán a Reino Unido (35%) y Estados Unidos (30%), por las políticas en el desarrollo de red que han planeado ambos países. Las inversiones en la península ibérica se quedan en un 15%. Son las principales magnitudes que la eléctrica vasca ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) este miércoles y que ha presentado a inversores y analistas en Londres con motivo del ‘Capital Markets Day’.
Con esta apuesta, la empresa prevé generar un flujo de caja de 52.000 millones hasta 2028, con los que ha anunciado el pago de un dividendo acumulado de 20.000 millones a sus accionistas. Un compromiso que supone repartir entre el 65% y el 75% del beneficio cada año y para lo que Iberdrola ha fijado un suelo en el dividendo de 0,64 euros por acción. Las cifras suponen un récord al superar los 7.000 millones de beneficio anual.
Ese crecimiento se traducirá en la creación de 15.000 puestos de trabajo en todos los países en los que está presente Iberdrola y en unas compras a proveedores de 65.000 millones.
Apuesta por las redes de transporte de energía
Las redes focalizarán las inversiones, así de los 58.000 millones anunciados, 37.000 irán a estas infraestructuras. La generación eléctrica desarrollará actuaciones por 21.000 millones, que se destinarán a la eólica marina (38%), la terrestre (24%), baterías y almacenamiento (10%) y fotovoltaica (10%).
Por países, Reino Unido se convierte en el principal foco inversor y junto a Estados Unidos copa el 65% de toda la movilización de capital. Estos dos países han desarrollado una normativa para expandir sus redes eléctricas que se convierte en una «oportunidad extraordinaria», como señaló el propio Galán este verano. El país británico recibirá 20.000 millones y el gobernado por Donald Trump, 16.000 millones. Por detrás, España y Portugal con 9.000 millones, Brasil con 7.000 o Australia con 5.000.
El plan ya se adelantó este verano, cuando Iberdrola realizó una ampliación de capital de 5.000 millones el 23 de julio para afrontar unas inversiones que suponen duplicar la realizada por la eléctrica vasca en los últimos seis años. Así entre 2021 y 2028 la compañía desplegará una inversión sin precedentes de más de 100.000 millones.
En el primer semestre de este año, las cuentas de la eléctrica ya evidencian un peso creciente del negocio de la gestión de redes. Representó el 45% de los ingresos con 10.296 millones, frente al 55% y 12.586 millones de la generación eléctrica. Pero, en cuanto la rentabilidad, las redes presentan muchas mejores cifras. El beneficio de ese área antes de impuestos y gastos de financiación -ebitda- representa el 51% de los 8.286 obtenidos por Iberdrola hasta el mes de junio, lo que supone una aportación superior a la de la venta de electricidad.
Mensaje a España
A pesar del frenazo que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado a varios parques eólicos marinos -entre ellos dos promovidos por Iberdrola, New England 1 y 2, con una inversión cercana a los 8.000 millones-, los marcos tarifarios recientemente aprobados en Nueva York y Maine, junto a una normativa de redes en Reino Unido, que avanza una inversión de 14.000 millones de Libras, son las claves de la apuesta.
El reparto de estas fuertes inversiones es también un mensaje muy claro que manda la eléctrica al Gobierno central y a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que deben fijar la tasa de retribución para las inversiones que hagan las empresas en las redes. El borrador del regulador lo ha elevado al 6,46%, pero para las eléctricas es del todo insuficiente. El propio Galán llegó a señalar este verano que la propuesta «manda señales claramente negativas».














