Finanzas, bufetes y medios de comunicación: los motores económicos de Madrid frente a Cataluña
La economía de Cataluña sigue pagando el coste que el ‘procés’ le ha infligido frente a Madrid, la comunidad que más se ha beneficiado dando cobijo a la mayor parte de las más de 9.500 sociedades que huyeron tras la celebración del referéndum ilegal y la declaración unilateral de independencia. Desde que Pedro Sánchez aprobó la amnistía a los dirigentes catalanes, solo han ‘regresado’ a esta región el 8% de estas empresas (poco más de700), entre ellas la Fundación La Caixa y su brazo inversor Criteria Caixa mientras que su sede principal sigue en Valencia, así como el Banco Sabadell, que resiste a duras penas la OPA del BBVA con el apoyo político del Gobierno.
Según los últimos datos de las cuentas regionales del INE, el PIB de Cataluña a precios corrientes alcanzó en 2017, cuando se produjo la consulta, los 223.140 millones de euros, mientras que en 2024 se situó en 301.894 millones tras la última revisión estadística. Se ha producido un alza acumulada en términos nominales (incluida la inflación) del 35%, es decir, de 78.754 millones en siete años. Pero la economía de la comunidad de Madrid, que por primera vez en 2017empezó a superar a la catalana, alcanzó en aquel año los 224.373 millones mientras que en 2024 ha llegado a los 316.242 millones con un aumento de casi un 41% de hasta 91.869 millones.
Por tanto, el PIB madrileño ha subido casi un 41% durante el ‘procés’, cinco puntos más que el de Cataluña a pesar de tener un millón de habitantes menos. La diferencia neta en este periodo en términos absolutos es de 13.115 millones. Lo que significa que el valor acumulado de la economía madrileña ha crecido casi un 17% más que el de Cataluña.
De esta forma, el PIB per cápita madrileño se sitúa a la cabeza de las CCAA españolas con 44.755 euros mientras que el de Cataluña ocupa el cuarto lugar (37.426 euros) tras el País Vasco (41.016 euros) y Navarra (39.076 euros). Madrid, la tercera región española por número de habitantes, es la más rica con casi un 20% más de PIB por habitante que Cataluña. Sigue liderando la aportación a la economía nacional (19,8%) y es la elegida sobre todo por los inversores extranjeros que buscan garantías, seguridad jurídica y menos aventuras políticas. Mientras, la contribución catalana se mantiene en el 18,9% frente al peso del 19,1% que tenía en 2017.
Desde que comenzó la gran crisis económica de 2007 se activó su regresión, que se ha acelerado con el ‘procés’ ya que, por ejemplo, en los primeros años de la década de 2000 el PIB catalán llegó a superar en un punto al de Madrid. De momento, la economía de esta comunidad no registra impulso alguno con el proceso de “normalidad institucional” que pretende el PSOE con la llegada de Salvador Illa a la presidencia de la Generalitat. Así, si se comparan los dos PIB nominales consolidados en 2024, el saldo es favorable a Madrid en un casi un 5% (14.349 millones más) con una población de casi 7,1 millones frente a los casi 8,7 millones de Cataluña.
El PIB madrileño, más diversificado
De la estructura de las dos economías (Valor Añadido Bruto) se desprende que Madrid tiene más diversificado su PIB y, en particular, gana al de Cataluña por el diferencial que aportan las actividades financieras, de información así como las profesionales y las relacionadas con el ocio o la cultura. Mientras, prácticamente ‘empatan’ en sectores tan representativos como el comercio, la hostelería y el transporte así como en las Administraciones Públicas (incluyendo sanidad y educación).
Por ejemplo, con datos de 2023 (todavía el INE no ha confeccionado el detalle de 2024), se observa que el comercio y la hostelería representa en Cataluña el 23% de su PIB (64.729 millones a precios de mercado), tres décimas más que en 2017, mientras que en Madrid se queda en el 21,5% (63.134 millones), una décima menos que hace siete años. La industria ocupa el segundo lugar en Cataluña, con una contribución del 17% (47.822 millones), casi un punto menos que en 2017, mientras que en Madrid sólo alcanza el sexto lugar de su economía con una aportación de del 7,7% (22.610 millones) frente al 14,7% hace siete años.
Pero, curiosamente, son las actividades profesionales, administrativas y técnicas (entre ellas los grandes despachos de abogados, economistas, profesiones liberales, consultoras o auditoras) las que ocupan en Madrid el segundo puesto con una contribución a su PIB del 14% (41.138 millones) frente al 7,8% de hace siete años. Mientras, estas actividades aparecen en quinto lugar en Cataluña con una aportación de sólo el 9% (25.371 millones), la misma que antes del ‘proces’. Es decir, la presencia de este sector casi se ha duplicado en la economía de Madrid mientras que en Cataluña se ha estancado.
Por su parte, el peso de las Administraciones en el PIB catalán es ahora del 13,6% (38.231 millones), tres décimas menos que en 2017, frente al 13,3% que se registra en la región madrileña (39.120 millones), donde se ubica la Administración General del Estado, si bien hace siete años esta actividad generaba el 16,4% de su PIB. El sector inmobiliario (32.117 millones), con una representación del 11,4% (tres décimas más que en 2017), ocupa el cuarto lugar productivo en Cataluña. Sucede lo mismo en la región madrileña, aunque aporta el 9,5% al PIB (27.841 millones), un punto menos que en 2017.
Influencia política y económica
La actividad de la información y la comunicación, es decir, los grandes medios y su influencia política y económica, aparece en el quinto lugar en Madrid con un peso en el PIB regional del 9% (26.351 millones) frente a poco más del 3% en 2017. Es decir, se ha multiplicado por tres en estos años. Esta actividad sólo representa en la región catalana poco más del 3%, prácticamente el mismo porcentaje que en el año del referéndum con un valor nominal de sólo 9.973 millones.
La construcción es quien aparece en el sexto lugar del PIB en Cataluña. Aporta el 4,8% (13.721 millones) y es prácticamente el mismo porcentaje de hace siete años mientras que en Madrid figura en el noveno lugar (4,3% frente al 5,3% en 2017) con un valor de 12.502 millones. En cuanto a las demás actividades productivas, en las actividades artísticas y de entretenimiento (exposiciones, museos y ocio, entre otras) Madrid gana con un peso del 4,4% (12.758 millones) a Cataluña con un 3,6% (10.157 millones) que supone ocho décimas menos que hace siete años. Mientras, la agricultura suma al PIB catalán sólo ocho décimas (tres menos que al inicio del ‘procés’) y en Madrid la aportación es exigua, sólo aporta una décima cuando en 2017 era del 2,8%.
Todo esto quiere decir que mientras se ha producido un desmantelamiento de la industria en Madrid, ésta región ha fundamentado su crecimiento frente a Cataluña gracias a actividades tan influyentes como las asociadas a los centros neurálgicos de las grandes finanzas, los bufetes y despachos e incluso los medios de comunicación, el ocio o la cultura. En la comparación en términos absolutos entre ambas regiones tras el referéndum ‘indepe’ sale que: el valor a precios corrientes de las actividades relacionadas con la información y las comunicaciones en Madrid supera en un 164% al de Cataluña; el diferencial del sector financiero y de seguros es del 72% a favor de la comunidad madrileña; al 64% llega en las actividades profesionales, administrativas y técnicas; y alcanza el 26% la comparación entre las actividades artísticas y de entretenimiento. Por su parte, el PIB de la industria catalana registra un valor superior al %3% respecto a la madrileña; llega al 13% en el sector inmobiliario; y es del 9% en la construcción.














