Fainé celebra que los bancos del WSBI rozan los 4.000 millones de dólares de gasto social

Fainé celebra que los bancos del WSBI rozan los 4.000 millones de dólares de gasto social



El Instituto Mundial de Cajas de Ahorros y Bancos Minoristas (WSBI) celebró esta semana en Washington su 34a Asamblea General. El presidente de la asociación, Isidro Fainé, destacó que las 6.400 entidades que forman la entidad aportaron casi 4.000 millones de dólares anuales para obra social.

El dirigente, también presidente de la Fundació La Caixa y la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), celebró que los recursos se destinaron principalmente a iniciativas que contribuyen a la reducción de la pobreza, el empoderamiento juvenil, el emprendimiento femenino, el cuidado de las personas mayores y la sostenibilidad ambiental.

La organización engloba a entidades de 78 países con un total de 13,25 billones de dólares en balance y que atienden a 1.700 millones de clientes. En este camino para incrementar el volumen de su obra social, la firma aspira a alcanzar los 5.000 millones de dólares en iniciativas responsables el año que viene, como dijo el propio Fainé en la Asamblea del pasado año, celebrada en Roma.

Por ello, el WSBI ha firmado un acuerdo de colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y desarrolla otra alianza estratégica con AFLATOUN, organización que ofrece educación social y financiera a 10,5 millones de niños y jóvenes en todo el mundo.

«En tiempos de incertidumbre, invertir en las personas, fomentar la confianza, y actuar con propósito, son esenciales para un futuro no solo económicamente viable, sino también socialmente justo. Al centrarnos en temas como la juventud, estamos trabajando juntos para forjar un futuro más inclusivo y con mayor impacto para la próxima generación», enfatizó el dirigente catalán al resto de asociados.

En su discurso de apertura, Fainé destacó el papel de las cajas y bancos en el panorama actual de incertidumbre. «Las tensiones comerciales entre los principales actores globales, la inestabilidad geopolítica y los desequilibrios estructurales han creado un entorno complejo y fragmentado. Las presiones inflacionarias, las disrupciones en el mercado energético y la incertidumbre regulatoria continúan poniendo a prueba la resiliencia de nuestras economías», enumeró.

También quiso poner énfasis en el lado positivo. «En medio de estos desafíos estamos presenciando algunos avances alentadores: renovados esfuerzos de cooperación estratégica, iniciativas fiscales dirigidas a sostener el crecimiento, e innovación tecnológica que refuerza la adaptabilidad y la competitividad», dijo.

Y añadió: «El camino por seguir requerirá un compromiso compartido con la apertura, la fortaleza institucional y el diálogo constructivo. Solo mediante la colaboración y estrategias con visión de futuro podremos navegar este momento transformador y construir una economía global más estable, inclusiva y dinámica».

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