Estados Unidos sube en expectativas, Europa con dividendos ¿qué prefieren los inversores?

Estados Unidos sube en expectativas, Europa con dividendos ¿qué prefieren los inversores?



La historia reciente de los mercados financieros está llena de sorpresas. En apenas tres años, el Ibex 35 ha ofrecido una rentabilidad total del 120%, incluyendo la reinversión de dividendos. En ese mismo periodo, el S&P 500 ha subido alrededor del 80%. Mientras Wall Street ha acaparado la atención con su apuesta por la tecnología y la inteligencia artificial, la bolsa española ha presentado uno de los rendimientos más potentes entre los grandes mercados internacionales.

Buena parte de esta evolución se ha apoyado en el sector bancario, que representa casi un tercio del Ibex. BBVA, CaixaBank y Bankinter han disparado sus beneficios gracias al entorno de tipos altos. Desde septiembre de 2022, BBVA ha triplicado su capitalización, Santander ha sumado un 180% y CaixaBank más del 170%.

Dos trayectorias de inversión

El resto del índice tampoco se ha quedado atrás. Empresas de energía, logística o aseguradoras han mantenido dividendos generosos. Repsol, Logista o Naturgy han asegurado pagos estables a los accionistas. En conjunto, el rendimiento medio por dividendos del Ibex ha superado el 4,5%, frente al 1,5% del S&P 500, según Bloomberg.

Mientras tanto, en Estados Unidos, la carrera bursátil ha seguido viva, pero con un reparto desigual. En lo que va de 2025, el Nasdaq 100 ha sumado un 9%, el mismo porcentaje que el EuroStoxx 50. Buena parte del impulso ha llegado tras la presentación de resultados del segundo trimestre. Gigantes como Nvidia, Alphabet o Microsoft han superado previsiones.

Sin embargo, los datos agregados del S&P 500 muestran que solo seis de sus once sectores han mejorado sus beneficios. El crecimiento medio estimado del beneficio por acción ronda el 5%, su nivel más bajo desde finales de 2023, según FactSet. Al mismo tiempo, el PER (relación precio/beneficio futuro) del índice ha alcanzado las 22,4 veces, y la prima de riesgo ha bajado a 2,16 puntos, mínimos de dos décadas.

El capital fluye hacia Europa buscando valor y estabilidad

En el viejo continente, los movimientos han sido más heterogéneos. El EuroStoxx 50 ha avanzado otro 9% en 2025, pero tanto el Dax como el Ibex han superado el 20%. La política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), más laxa que la de la Reserva Federal (Fed), ha dado margen a sectores sensibles al coste del capital. Además, el mayor gasto en defensa y la fortaleza industrial han impulsado los beneficios en muchas cotizadas europeas.

Según BlackRock, una cartera con exposición a acciones europeas de gran capitalización y alto dividendo ha superado en rentabilidad ajustada al riesgo a otras alternativas en horizontes de dos a tres años. Un ejemplo: quien invirtiera 10.000 euros en el Ibex a comienzos de 2022 y reinvirtiera dividendos tendría hoy unos 22.000 euros. En el Nasdaq, la cifra estaría cerca de 18.000.

En lo referente a los flujos de capital, datos de EPFR han indicado que más de 116.000 millones de dólares se han canalizado hacia fondos de renta variable internacional en 2025. En contraste, solo 33.600 millones han sido dirigidos a fondos centrados exclusivamente en acciones estadounidenses. Este movimiento ha sido atribuido a la percepción de valoraciones más atractivas y menor concentración sectorial fuera de Estados Unidos.

Asimismo, los aspectos políticos también han influido en el comportamiento de los mercados. La administración estadounidense ha mantenido una postura comercial más proteccionista, con previsiones de nuevos aranceles que podrían afectar a las empresas exportadoras. En paralelo, la Fed ha mantenido una política monetaria prudente, sin recortes de tipos hasta el momento, a diferencia del BCE, que ya ha iniciado un ciclo de flexibilización.

En consecuencia, las empresas europeas de sectores como defensa, industrial y energético han mostrado resistencia ante la volatilidad global. Por otro lado, la escasez de componentes en la aviación comercial y la persistencia en la demanda energética han reforzado las previsiones de ingresos para el segundo semestre de 2025. BlackRock ha resaltado el potencial de crecimiento de estas compañías dentro del actual contexto europeo.

En conjunto, el comportamiento reciente de los mercados ha reflejado las diferencias estructurales entre Estados Unidos y Europa. Mientras el primero ha seguido impulsado por la innovación y valoraciones exigentes, el segundo ha ofrecido estabilidad, rentabilidad por dividendo y oportunidades en sectores tradicionales. Esta comparativa ha servido para ilustrar dos enfoques distintos de participación en los mercados financieros durante 2025.



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