Es absurdo pagar más de alquiler que de hipoteca

Es absurdo pagar más de alquiler que de hipoteca



Una cuota mensual que no va a ningún sitio. Ese es el pensamiento recurrente de muchos jóvenes españoles que pagan alquileres desorbitados en ciudades donde la vivienda es cada vez más inaccesible. En este contexto, la startup Libeen ha apostado por una vía alternativa: permitir que parte del dinero del alquiler se convierta en una inversión directa en la futura propiedad del inquilino. Lo llaman SmartHousing, y es una propuesta que está empezando a calar entre quienes ven la compra de una casa como un objetivo lejano por culpa del sistema hipotecario tradicional.

La lógica detrás de SmartHousing parte de una contradicción evidente: muchos jóvenes pueden pagar mes a mes lo que costaría una hipoteca, pero no pueden reunir los ahorros previos que exige la banca. Esa barrera de entrada, que en muchas ocasiones supera los 60.000 euros entre entrada e impuestos, deja fuera del mercado a una generación entera que sí cuenta con estabilidad laboral y capacidad de pago.

Libeen rompe con ese esquema. El cliente aporta solo el 5% del valor de la vivienda y empieza a vivir en ella desde el primer día. A cambio, paga una cuota mensual similar a la de un alquiler, pero con una diferencia fundamental: un 30% de ese importe se guarda como inversión futura para la compra. El modelo da un margen de entre 3 y 7 años para ejecutar la compraventa definitiva, momento en el que ya se ha acumulado suficiente capital para optar a una hipoteca en condiciones más favorables.

La clave está en cómo se articula la propiedad durante ese periodo: es Libeen quien compra inicialmente el inmueble, a través de una sociedad dedicada exclusivamente a este fin. De esta forma, se reduce el riesgo para los usuarios y se evita mezclar la operación inmobiliaria con otros negocios. Además, la startup cuenta con respaldo financiero de Andbank, lo que le ha permitido consolidar su estructura y ganar credibilidad ante bancos e inversores.

En apenas unos años, Libeen ha gestionado ya un volumen cercano a los 15 millones de euros en activos y ha acompañado a cerca de 50 familias en el camino hacia la propiedad. Según sus fundadores, todos los usuarios que han llegado al tramo final del proceso han conseguido una hipoteca. Un dato especialmente relevante en un momento en que el Euríbor, aunque ha bajado desde máximos, sigue rondando el 2% y mantiene la tensión sobre los tipos fijos y variables.

El perfil de cliente que atrae esta fórmula no es precisamente marginal: jóvenes con ingresos estables por encima de 2.000 euros al mes y algo de ahorro acumulado, pero sin el colchón suficiente como para dar el salto con la banca tradicional. Para muchos de ellos, SmartHousing representa la primera opción real de construir patrimonio sin hipotecarse de entrada ni seguir destinando el 40% del sueldo a un alquiler sin retorno.

La fórmula ha despertado también el interés del sector inmobiliario, que ve en esta vía una manera de activar un segmento del mercado paralizado: el de los compradores primerizos sin grandes recursos. Aunque todavía se trata de un modelo incipiente y concentrado en pocas ciudades, Libeen ya planea extenderse a más de una docena de urbes en España antes de dar el salto a otros países europeos.

En un entorno donde el acceso a la vivienda se ha convertido en una de las principales preocupaciones económicas de los jóvenes, alternativas como SmartHousing podrían abrir una vía realista para muchos. Una fórmula que no sustituye a la compra tradicional ni al alquiler, pero que puede convertirse en una tercera opción con recorrido si consigue ganar escala y reconocimiento institucional.



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