“Entramos en un ciclo más favorable”
Buenas noticias para quienes quieren adquirir una vivienda. Cierto que los precios están subiendo, pero no menos cierto es que los tipos de interés están bajando. En julio, el Euríbor cerró en el 2,079%.
Según los cálculos de HelpMyCash, el ahorro es de hasta 1.427 euros anuales para una hipoteca media de 150.000 euros a 25 años (Euríbor +1%).
Según la última estadística del INE, la firma de hipotecas sobre vivienda se ha disparado un 54% en mayo y suma once meses al alza. En concreto, se inscribieron 42.274 viviendas en los registros de la propiedad, por encima de los 27.435 contratos del mismo mes de un año antes.
Pero ¿se va a mantener la tendencia en el tiempo? ¿Qué puede ocurrir de aquí a fin de año? Según Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI), se prevé un aumento del 10% en la firma de hipotecas en 2025. Es decir, se superarán las 400.000.
“Entramos en un ciclo de financiación más favorable”, afirma José Manuel Fernández, subdirector general de UCI. “La bajada de tipos supone una ventana de oportunidad para familias que habían paralizado su decisión de compra”.
Punto de inflexión
Esa firma de hipotecas por encima de las 400.000 operaciones, gracias a un entorno económico más favorable, podría traducirse en más de 700.000 compraventas de vivienda en el conjunto del año.
“Ahora, con un acceso al crédito más viable, estamos viendo cómo se reactivan operaciones en distintos perfiles de compradores”, explica el subdirector general de UCI.
El período estival, que en otras ocasiones ha estado marcado por un ritmo más lento en la firma de hipotecas, se presenta este año con un perfil mucho más dinámico.
En concreto, y para la entidad especialista en financiación sostenible de vivienda, “el verano puede convertirse en un punto de inflexión, donde muchos compradores retoman proyectos personales y aprovechan las nuevas condiciones financieras para cerrar operaciones”.
Con todo, UCI sigue poniendo el foco en los desequilibrios del mercado, remarcando que la escasez de vivienda disponible sigue siendo el gran desafío.
La falta de suelo finalista, los retrasos administrativos en los desarrollos urbanísticos y una presión demográfica sostenida son los tres factores, según UCI, que dificultan el ajuste entre oferta y demanda.
“Tenemos una oportunidad única con los tipos bajos, pero si no generamos suficiente oferta, corremos el riesgo de convertir esa oportunidad en frustración social. No es una cuestión solo de acceso al crédito, es también un problema de disponibilidad de producto”, señala Fernández.
Para solventar este desequilibrio, UCI propone actuar sobre la raíz del problema. Es necesario liberar suelo urbanizable, agilizar los trámites de concesión de licencias, apostar por la industrialización de la construcción y facilitar el acceso a la financiación tanto a particulares como a promotores.
“No estamos ante un escenario de especulación ni de endeudamiento excesivo. Lo que existe es una disfunción estructural entre la oferta y la demanda. Resolverla exige políticas eficaces, planificación a largo plazo y una visión compartida del futuro de la vivienda en España”, concluye José Manuel Fernández.




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